Narrador.
Natasha apoyó su cabeza en la suave madera del escritorio mientras Steve masajeaba sus hombros brindándole su apoyo. Si bien para él también era frustrante que hubiera pasado otro mes más y ninguno encontrara respuestas en los archivos sabia que para Nat lo era más, ella era la que estaba a cargo de eso y jamás fallaba.
-¿Que hora es?.- Preguntó la espía levantándose de la silla.
-Son las seis.
-¿Estuve aquí toda la noche?.
-Toda la noche.- Steve suspiró y le hizo un gesto para que abandonaran la sala. Ella accedió prometiendose que volvería en algunas horas más.
Pepper venía caminando por el pasillo con su sonrísa de mañana, una que venía desde hace algunos días atrás, el bulto en su vientre ya era notorio para todos y todo había ido bien durante estas semanas apesar de que ni ella ni Tony se relajaban demasiado.
-¿Donde vas Pep? Es temprano aún.- Tony apareció detrás de ella cargando una pequeña bolsa y tecleando el computador.
-A compartir un poco, estoy ahogada ahí arriba.
-¿Todo bien con la pequeña?.- Preguntó Natasha a la vez que Tony se tomaba una selfie con la barriga de Pepper.
-¿Que haces?.-Soltó Steve arrugando su frente.
-Se las enviaré a ese tipo que no me cree que tendré una hija.
-¿Rhodes?.
-Si.
-Ha estado inquieta.- Dijo Pepper contestando a la pregunta de Natasha mientras se armaba una coleta.- Pero eso me facilita todo. Significa que va bien y no tengo que preguntarmelo todo el día.
-Exactamente, ¿Has pensado en un nombre Tony?.
-Si, tengo dos. Pero he estado más ocupado pensando en como superar el hecho de que mi hija ...será niña.
-Si, las hijas suelen ser niñas.- Dijo Steve.
-No me refiero a eso, en serio, he entrado en pánico unas tres veces este mes. ¿Y si al llegar a los once ya no quiere verme? ¿Y si no le caigo bien a los tres? ¿Y si a los diesciocho se va y no quiere volver jamás?.
-Amigo estás exagerando, eres su papá, te querrá...así idiota y todo.- Lo tranquilizó Natasha.
-Es cierto cariño, apenas te vea se enamorará de ti. Estoy segura de eso.
-Nada de lo que digan podrá calmarme.
-Deja de quejarte.- Natasha rodó los ojos y Tony entrecerró los suyos mirando a la pelirroja.
-Mira lo que compré.- Levantó la bolsa y Pepper la revisó antes de sonreír, sonreír de verdad. Sacó el objeto para acabar con la curiosidad de sus amigos que la miraban espectantes. Dos pequeños zapatos blancos descansaban sobre su mano.- Tony son preciosos.- Soltó al borde de las lagrimas.
-Pero no llores mi vida, ¿quieres otra cosa?.
-No seas baboso, muchas gracias.- Lo besó y guardó los zapatos antes de secarse las lagrimas.
Steve y Natasha se sonrieron entre ellos mientras permanecían abrazados. Nat había rodeado su cintura descansando su mano en el bolsillo trasero del pantalón de Steve y el posaba su brazo sobre los hombros de Nat.
Una posición relajada, que los hacía ver jóvenes y enamorados sin ninguna preocupación extra.
Sabían que las calmas repentinas traían consigo cosas terribles ¿Pero que más podían hacer? Angustiarse por eso cada día de su vida no les parecía justo, ni para ellos, ni para James ni para la pequeña que venía en camino.

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Nuestro : James.
Hayran Kurgu"Hasta el ser más pequeño puede alterar el curso de la historia." Una historia Romanogers. Ternura, valentia, accion, lealtad, amigos y por siempre ¡Amor incondicional!. James Rogers viene a alterar cada una de las acciones de los vengadores, gat...