78.- No puedo vivir sin ti.

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Narrador.

Natasha inspiró hondo un última vez y sujetó la manilla de la puerta pero no la abrió, simplemente se quedó ahí observando las letras que poseían el logo de los vengadores y el nombre de Steven Rogers. Movió un poco pero nuevamente la dejó en su lugar sin atreverse a entrar.

-Natasha...su recuperación será lenta, debes acostumbrarte a verlo así si quieres verlo seguido.- La voz de Bucky la hizo voltear.- Se pondrá bien, Shuri ya nos lo dijo.

-Lo sé pero...es tan duro verlo así.

-Sabes que pudo ser peor, por lo menos lo tenemos con nosotros.

-Si...tienes razón.- La pelirroja secó sus lágrimas con rapidez y suspiró dejando caer unas nuevas.

-Tranquila.- Bucky le dio un corto abrazo y le apuntó la salida.- Puedes volver otro día si así lo quieres.

-Si, supongo que esta energía tampoco le servirá de mucho.

Salió lo más pronto posible de esa área de la torre y tomó el ascensor hasta dónde estaba el sector de los vengadores.

Nadie podía creer que habían ganado por fin, al principio todos estaban algo escépticos pero finalmente, tres semanas después de lo ocurrido parecían mucho más confiados y animados.

Hizo ejercicios de respiraciones para mantenerse serena y cuándo llegara dónde sus hijos estos no la vieran en mal estado. No sabía si había hecho bien en no entrar a ver a Steve pero le costaba demasiado trabajo. Cada vez que lo veía sentía que el cuerpo de el hombre que amaba perdería la batalla en cualquier momento, no quería decirle a nadie pero la razón de porque no lo visitaba seguido era porque temía con todas sus fuerzas estar presente cuándo Steve muriera. No podría soportar perderle teniéndolo tan cerca.

-¡Mamá, Nathalie está llorando!.- James apareció a penas ella salió del ascensor y tomó su mano apurandola a caminar hasta la sala.- Tiene hambre.

-¿Cuándo es que se le quita el hambre a esta pequeña?.- Preguntó Natasha divertida pero James no le prestó atención, estaba muy concentrado en que su hermanita estaba llorando.

-¡Aquí está mamá!.- Gritó entonces el pelirrojo haciendo que Wanda riera y le mostrara que Nathalie bebía feliz su fórmula desde el biberón.- Ah, ya no está llorando.

-Te dijo Wanda que estaría bien.- Torunn rodó los ojos y James hizo una mueca.- ¿Vamos a pelear? Nathaniel está aquí.

-¿Papá no llegará hoy?.- Preguntó James mirando hacia arriba y Natasha negó.- Ya se está tardando.

-Bueno amigo, ¿crees que atrapar malos es muy sencillo?.- Natasha se volteó ante la voz de Tony. Se veía cómo todo un padre, cargaba a Harley en un brazo, algo incómodo, mientras que en esa misma mano traía un biberón y en el otro colgaba un bolso y el abrigo del pequeño, el cuál no era necesario ya que estaban entrando al verano.

-¡Hally!.- Gritó James levantando sus brazos con emoción. Harley dio un grito feliz mientras estiraba los brazos para darle un abrazo.

Luego del tierno momento de James y Harley Tony lo dejó en el piso para que pudiera caminar o más bien dar pequeños pasos de mueble en mueble. Aunque a todos les sorprendió al principio que no caminara aún poco a poco fueron entiendo que podía tomarse todo el tiempo del mundo.

Tony les dijo, "Harley es tan listo que no necesita caminar para llegar a dónde quiere". Y vaya que tenía razón, el niño Stark de un año de edad era tan independiente cómo adorable.

Esperó que Torunn y James salieran con Thor al gimnasio para estirarse y avisar su próximo destino.

-Iré a ver a Steve, ¿pueden?.- Preguntó apuntado con su dedo a Harley y tanto Wanda cómo Pietro asintieron. Era sorprendente cómo todos ahí ya se habían acomodado a la nueva realidad. Eran un familia, no importaba si los padres de un pequeño no estaba, el niño tenía la garantía de estar vigilado por un adulto las veinticuatro horas al día.

Nuestro :  James. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora