32.- Recuperando fuerzas.

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Narrador.

A solo días del segundo cumpleaños de James las cosas habían mejorado en todos los aspectos para la familia de vengadores. Aunque no tener noticias de Thor y Visión los mantenía alerta el optimismo era pan de cada día.

El pequeño estaba comenzando con su entrenamiento para dejar los pañales, el clima estaba bastante agradable asique Steve ya no tenía más excusas para evitarlo.

-Solo digo que si le estamos quitando los pañales también deberíamos intentarlo con el chupón ¿no crees?.- Steve metió el cepillo de dientes a su boca y Natasha se acomodo las pocas vendas que su recuperación aún no le permitía desaparecer antes de suspirar y mirar a su novio.

-Ya lo hablamos, no quiere dejarlo ¿has intentado controlarlo sin usar el objeto de goma? Es imposible, asique mientras no encuentres otro método el chupón se queda.

-Creo que lo estas evitando.- Steve entró al baño y terminó de lavar sus dientes para luego unirse a Natasha en la cama.-Tampoco lo veo contento por tener que avisar cuando quiere ir al baño.

-Estoy cansada, ¿porque no lo hablamos mañana?.

-James ensucio sus pantalones más veces de las que imaginé.

-Y de esas solo se los cambiaste una vez.

-Tu eres la de la idea, no me involucres.

-Perdón por involucrarte con tu hijo.- Dijo Natasha poniendo gran énfasis en la palabra "Tu".

-¿No habías dicho buenas noches?.- Steve tapó el rostro de su novia con su mano y Natasha río golpeándole suavemente el brazo.

-Buenas noches, capitán.

Besó los labios de Steve y sonrió acomodándose para dormir mientras él, embobado, apagó la luz de la habitación durmiéndose al instante.

Algunas horas después y saliendo de un pacífico sueño el soldado abrió sus ojos, los cerró por la luz que entraba desde la puerta abierta de su habitación y los abrió nuevamente encontrándose con una pequeña sombra de cabellos desordenados que se movía sigilosamente.

Algo aturdido por el sueño lo miró unos segundos hasta que el pequeño entró cerrando la puerta detrás de si en completo silencio, si Steve no hubiera recibido el golpe de luz no se habría despertado, James sabia moverse sin provocar ningún tipo de ruido.

-¿James?.- Lo llamó y el pelirrojo pego un salto.- Lo siento hijo no quería asustarte ¿Que haces aquí?.

-Mi cama no.

-¿Quieres dormir aquí?.

-Si.

-Solo por hoy ¿Vale?.

-No.

-¿Como que no?.

-Shhhh.- Dijo con ambos dedos indices en sus labios.- Mamá sueño...shh.

-Ven aquí.

El pequeño camino a paso rápido y salto al lado de el capitán américa moviendo toda la cama con eso.

Steve rodó los ojos y observó como el pequeño se hacía una pequeña bolita entre sus brazos, siempre amaría estos momentos. A pesar de no ser el que se despertaba todas las noches con James, cada vez que lo hacía le tocaba vivir momentos así y lo agradecía enormemente.

Se quedó despierto hasta que su hijo se durmió nuevamente.

A la mañana siguiente Natasha despertó por un puñetazo en su boca, abrió los ojos y sintió la pequeña mano de su hijo dándole otro puñetazo en su ojo, su pie estaba en su estomago y el otro empujando a Steve fuera de la cama. La posición "estrella" era la favorita de James en las mañanas y era repudiada por sus padres.

Nuestro :  James. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora