17.- Tony, ¿puedes cuidar a James?.

4.8K 356 29
                                    


Historia corta, JAMES.

-Tony, necesito un gran favor.- dijo Steve ordenando un bolso con cosas de su hijo quien aún dormía sujetando el teléfono entre su cuello y hombro.

-Es algo temprano, dime que pasa.

-Nat esta internada por una intoxicación.

-Cielos, ¿esta bien?.

-Dentro de todo si, pero quiero estar con ella y no quiere a James ahí porque cree que se le puede contagiar algo o una cosa así me gritó.

-Ugh... y ¿yo en que encajo ahí?.

-Necesito que cuides a James.

-¿Que? ¿Que?.

-Por favor.

-No, estas loco, no puedo, no se como hacerlo.

-Tony, lo ves a diario y el te adora. Ya lo has cuidado.

-Si, con ustedes ahí y por unos veinte minutos, Steve no puedo.

-Solo es un día.

-¿Y los demás?.

-Sabes que Pietro y Wanda están con Clint, Visión quien a mejorado en sus conocimientos sobre James esta con Thor en el fin del mundo y Bruce definitivamente no es una opción.

-Entre el y yo creo que es mejor él.

-Hazlo por James ¿Vale?.

-Que bajo caes, usas al pequeño Tony para chantajear. Haz cambiado Rogers.

-¿Lo harías?.

-Esta bien, estaré ahí en unos minutos.

Pocos minutos después y con un alegre James caminando de un lado a otro Tony recibía las instrucciones correspondientes de Steve.

-Estaré pendiente al teléfono, cualquier cosa puedes llamarme ¿Vale?.

-Si, estaremos bien.

Cuando se quedaron solos Tony lo miró por algunos segundos y sonrió, no seria tan malo.

La mañana avanzó con algunas dificultades para el multimillonario, James no parecía obedecer reglas y cada vez que el intentaba negar algo el pequeño hacia pucheros que derretían su corazón y no le quedaba otra que darle lo que quería.

Para la hora de almorzar no fue diferente, la comida para James no era problema con su padre, pero parecía notar cuando podía poner resistencia. Justamente con Tony era una buena jugada.

-Vamos James, es lo que comes siempre ¿no?.- el pequeño apretó sus labios negándose a dejar entrar la cuchara.- No me vengas con esas cosas Rogers, he visto al anciano darte esto muchas veces. Abre la boca. Abre o llamaré a Steve ¿quieres que llame a papá?.

James arrugó su nariz y ladeo su cabeza, como si hubiera aceptado el desafío. Tony suspiró e intentó nuevamente y luego de mirar a todos lados asegurándose de que nadie lo estuviera viendo comenzó una rutina musical.

-La comidita que rica esta, la comeremos hasta el finaaaal para crecer, para engordar para ser fuertes ¡como papá!.

Aunque la canción pareció captar la atención del ojiazul no fue suficiente y escupió con rabia la comida que había logrado tener en la boca.

-¿Sabes que? A la mierda.- lo sacó de la silla para bebes y lo sentó en el sofá, busco una fruta en papilla y se la mostró. James aplaudió y se puso de pie.

-¡Ony! ¡Yuta!.

-Es Tony, y es fruta...pero creo que tendré que acostumbrarme a oír tus palabras mal dichas.- se sentó a su lado y comenzó a darle algo que para Steve era exclusivamente un postre, y jamás se lo daría a menos que se terminara su comida.

-¿Papá?.

-Papá no se enterara de esto ¿vale? Será un secreto.

-Ony...- dijo el pequeño dándole un abrazo. Tony aceptó el pequeño cuerpecito que se enredaba en su pecho con algo de sorpresa y finalmente le dio un abrazo de vuelta.

-Si, pequeño...Ony para ti. Pero luego no te quejes si te llamo Ames ¿eh?.

Una visita a la oficina no era algo bueno para hoy, pero se necesitaba con urgencia al gran Tony Stark. Aunque se negó a más no poder ahora iba viajando con un adormilado James, debía dormir su siesta a esa hora.

-Soy la peor niñera del mundo.- susurró mientras avanzaba por los pasillos con el pequeño en sus brazos quien llevaba unos anteojos de sol al igual que Tony. Todos miraban extrañados y algunos emocionados sabiendo que el bebe que cargaba era hijo del capitán américa. Posiblemente el futuro capitán.

-Ony... Ony...Ony...

Balbuceo James.

-Así es amigo, siente la fama.

Entró a la oficina de Pepper y lo dejó libre para caminar.

-No puedo creer que Steve te dejara a James.

-Fue una emergencia.

James corrió hasta Pepper y le entregó sus anteojos antes de volver al juego de descubrir que cosas divertidas tenia la oficina.

-¿En serio?.- dijo la rubia levantando el objeto.

-Debía protegerlo de las fotos, los paparazzis andan en todos lados y Nat no me perdonaría que su hijo ande en todas las revistas.

-Si claro.

-¿A poco no se veía genial?.

-¿Lo trajiste en auto?.

-Silla de seguridad.

-Vaya...

-Si lo sé, seria un padre genial...pero no tendremos hijos aún.

-Ve a esa reunión Anthony, yo me quedo con James.

Por la tarde Steve le informó que Nat ya estaba bien y que terminaría su turno como niñera antes de la cena. Solo le quedaba una hora y el pequeño había estado bien, claro nadie se enteraría que no quiso almorzar o que solo se comió el postre. Dentro de todo, había estado bien.

-Happy, solo mantén la distancia, y todo va a ir bien.

-Es fácil para ti decirlo, eres Tony Stark.

La vídeo llamada con su amigo lo mantuvo ocupado, James jugaba en sus pies con sus legos y el lo miraba en todo momento. No se dio cuenta que el pequeño comenzó a subir las escaleras detrás de él. Gracias a los entrenamientos que sus padres le daban James era bastante ágil y rápido, pero era evidente que bajar escaleras no sabia.

-Oye Tony, ¿ese no es James?.

Happy entrecerró sus ojos mirando detrás de Tony quien se volteo. Abrió su boca y saltó del sofá, James rió y parecía listo a jugar al "atraparme" algo que no resultaría desde el segundo piso.

-No, James...no saltes, enano quédate ahí.

Camino despacio y al momento en que James pegó el gran salto su armadura entró en la sala.

Los guantes de Iron Man por instrucciones de Tony lo atraparon en el aire y el se lanzó al piso a recibirlo. James no podía dejar de reír y el castaño creyó desmayarse. Cuando logró normalizar su respiración se puso de pie y lo sentó nuevamente en el piso.

-Tendremos dos secretos hoy, James.

Por esos cuarenta minutos en que Steve no llegaba no quito los ojos de encima.

-¿Como estuvo todo?.

Dijo Steve sentándose en el sofá minutos después.

-Excelente, es...muy tranquilo. No me dio problemas.







Nuestro :  James. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora