29.- No he perdido aún.

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Narra Steve.

El ventanal estaba sucio, manchado con infinidad de mugre que pudo tanto venir de afuera como de aquí dentro, aunque no veía nada decidí mirar solo para concentrarme en no asesinar a nadie de aquellos que seguían en el complejo. Mi mente me decía que me relajara, que era la viuda negra, que mi novia podría con cualquier cosa pero ¿quien me lo aseguraba? Solo podía sentir como mi mente se nublaba más y más mientras los minutos pasaban. Fury no dejaba de hablar con algunos agentes sobre lo que deberían hacer con los sobrevivientes del ataque, me sorprendí mucho cuando llegaron a la conclusión de que eran cerca de treinta. No me cabía en la cabeza como con solo treinta personas lograron causar tantos estragos.

Intente respirar con normalidad pero mi cuerpo no me lo permitía, estaba agitado y mi cabeza comenzó a doler de tantos pensamientos y recuerdos que se movían de un lado a otro. Su sonrisa antes de salir de la habitación me perseguía, de haberlo sabido no la habría dejado marcharse.

Cuando las alarmas fueron bajadas mi ánimo estaba por el piso, estaba preocupado y me sentía totalmente responsable, le prometí que podría cuidarlos, a ambos y no pude hacerlo.

-Hey, ya estamos aquí.- Wanda apareció en la oficina con mi hijo en sus brazos absolutamente dormido.- estaba muy agotado y se durmió prácticamente solo.

-Muchas gracias por esto muchachos.- dije sosteniéndolo con mi brazo derecho, se removió un poco pero volvió a dormirse gracias a su chupón escondiendo su cabeza en mi cuello.

-¿No hay señales de los demás?.- Pietro tomó asiento y reparé en sus heridas, no deberían demorar tanto tiempo en sanar pero me pusieron inquieto, se que intento rescatar a Natasha.

-Clint esta ya en camino, Peter insistió en venir a ayudar en lo que pudiera al igual que Scott. Estarán aquí mañana por la mañana.

-¿Thor?.- Dije a lo que Tony solo hizo una mueca y se encogió de hombros.

-No hay manera de que nos comuniquemos con él ni con Visión por ahora.

-Vale muy bien, tengamos el mismo procedimiento de hace algunos años, ¿crees que puedas descubrir si Nat intenta comunicarse?.- Me dirigí a Tony y este asintió.- Bien, tenemos que estar atentos si se la llevaron es por alguna razón y me temo saber cual.

-¿No la podemos rastrear?.- Opinó Pietro.

-¿Con que? No llevaba su intercomunicador y no usaba el traje de misiones, los dispositivos de rastreo solo están en ellos.- Tony suspiró y tecleo algo en la computadora. Debía de estar intentando recuperar a Friday ya que de algún modo habían logrado interceptarla y arruinarla.

Caminé fuera de las oficinas con mi hijo dormido en mis brazos, algunos agentes me miraban y se comentaban cosas que no lograba oír y otros simplemente desviaban la vista, sinceramente no era que me importara mucho.

Recosté a James en la cama que compartía con Nat y me senté en una silla a su lado, por nada del mundo me apartaría de él. La carpeta que llevaba en mi mano libre ahora descansaba a un lado de la cama con los papeles esparcidos en una organización que yo había escogido para que se me hiciera mucho más sencillo. Habían cinco ubicaciones, una en nueva york pero no especificaba donde, otra en Alaska aunque creemos es la que ya habíamos descubierto, otra en California, otra en San Diego y finalmente en Rusia. Me llamó la atención la ubicación de la ultima y no porque mi novia viniera de ahí, sino porque muchas de las personas que nos atacaron eran de un nivel increíble, realmente tenían patrones de peleas parecidos ¿Podría ser posible que vinieran de donde mismo venia Natasha?.

James se removió inquieto y busque con agilidad su chupón, se lo di antes de que despertara y me sentí aliviado. Si se despertaba ahora no sabría como contenerlo, me puse de pie ordenando nuevamente los papeles pero dejando en marcha el de Rusia. Tenia una corazonada.

Nuestro :  James. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora