Nuestro : James.

66. ¿Wakandiano?.

Narrador.

Un poco antes de amanecer el ambiente comenzó a cambiar y Bucky se hizo cargo de conducir el Quinjet mientras Steve verificaba que todo este bien con Natasha y James quienes dormian tranquilamente en la camilla. El pequeño había insistido en dormir junto a su mamá para poder cuidarla, según él.

-Todo está bien Steve, no lo dejaré caer.- Soltó la espía con una sonrisa cansada mientras apretaba un poco más el pequeño cuerpo de James que la abrazaba sin opciones de soltarla.

-No me preocupa eso y lo sabes, sólo quiero que descanses.

-No podré dormir más de todos modos, que él esté aquí me brinda una paz que nadie imagina.

El soldado sonrió y asintió. Él si podía imaginarlo ya que su hijo era el encargado se brindarles esa paz cuándo no podían encontrarla por ningún lado.

-Ya estamos por llegar, Suri y T'challa nos estarán esperando.- Informó Bucky.- Y creo que se moverá un poco porque no recuerdo muy bien las coordenadas.

-¿Qué?.- Steve no pudo decir nada más cuándo un movimiento brusco movió el Quinjet haciendo que tuvieran que afirmarse para no caer al piso. Agradecieron que la camilla de Natasha estuviera asegurada y que ella jamás soltaria a James quién por el movimiento se despertó alerta.

-Hola hijo, ¿te desperaste?.

-¿Se va caer?.- Preguntó somnoliento.

-No, claro que no, sólo una turbulencia necesaria.- Lo tranquilizó Natasha.

-Estamos bien ahora.- Bucky sonrió con adorabilidad y apuntó hasta el ventanal en dónde se hacía visible el gran y hermoso palacio del rey de Wakanda. Ya estaban ahí.

-James, ven.- Steve lo levantó en sus brazos y lo acercó para que pudiera ver lo que ellos veían. El rostro del pelirrojo se iluminó de inmediato mientras sus sonrisa se hacía cada vez más grande. Siempre amó las cosas nuevas.

-¡Es muuy gande!.- Gritó emocionado abriendo sus bracitos.

-Lo es, te enseñaré dónde vivo ¿te parece James?.- Dijo Bucky sonriendo con orgullo ante su realmente perceptivo sobrino.

-¿Aquí vives?.- Preguntó asombrado.

-Si, por ese gran palacio, un poco más allá.

-¡Quere ir yo!.

- De acuerdo, primero conoceremos a algunas personas ¿está bien?.

-¿Doctor de mami?.- Preguntó ladeando su cabeza.

-Si, la dejaremos con su doctor.

James miró hacía afuera otra vez y luego asintió para finalmente saltar de los brazos de su padre para caminar a la camilla de Natasha y quedarse ahí. No se alejaba mucho de ella, su madre era su zona de confort que le brindaba toda la seguridad que un niño pequeño podía desear.

El Quinjet comenzó a bajar lentamente hasta que por fin se detuvo en tierra firme. Bucky revisó los últimos detalles de circuitos y motores mientras Steve se encargaba de monitoriar nuevamente a Nat y a la bebé ante la atenta mirada de James.

Finalmente las puertas se abrieron y ante ellos el rey de Wakanda junto a él una jovencita con una sonrisa emocionada que los saludó con su mano.

-Buenos días T'challa.- Bucky estrechó su mano con firmeza y amistad mientras que el monarca hacía lo mismo.

-Suri y su equipo van a revisarla de inmediato.

-Majestad.- Steve salió y estrechó su mano.- Parece que siempre debo agradecerte por algo.