31.- Natasha Romanoff.

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Narra Natasha.

Luego de que amaneciera y me dieran mi desayuno Irina se hizo presente en esa habitación donde me tenían encerrada sin ninguna oportunidad de escapar, aún. Me puse de pie de inmediato he intente normalizar mi respiración para no levantar sospechas, la verdad es que solo quería patear su rostro pero lamentablemente a penas y pusiera un dedo sobre ella balas volarían hasta mí.

-Buenos días agente.

-Buenos días.

-¿Como dormiste?.

-Como siempre.

-Me parece muy bien. Hoy necesitamos algo de ti, será sencillo y rápido, luego de eso nos iremos de aquí.

-Muy bien, ¿a que hora debo estar lista?.

-En diez minutos.- La rubia de dementes ojos grises me inspeccionó con la mirada, se que ella no estaba del todo convencida. Era lista y me estudió lo suficiente.

-¿Puedo saber que haré?.

-Cuando llegues abajo lo sabrás.

Se fue cerrando la puerta detrás de ella y suspiré de manera casi imperceptible. Me puse la horrenda chaqueta que todos usaban aquí y caminé a un lado de los gigantescos guardias de este lugar. Me fue difícil analizar el lugar sin que alguien se diera cuenta de algo extraño pero me aseguré con por lo menos dos salidas y una en caso de que las cosas se complicaran más de lo normal.

Cuando llegamos al lugar de encuentro no había nadie allí, teníamos que esperar así que me tome la libertad de pasearme por el lugar solo mirando todo, como si solo intentara observar la infraestructura por el ventanal logré captar lo que hacían. Trasladaban unos cajones enormes dentro de un Trailer, esos cajones tenían el logo de SHIELD y reconocí lo que eran.

Armas.

Armas realmente peligrosas que podrían fácilmente desencadenar una catástrofe a nivel mundial si lograban juntar suficientes, y en ese lugar habían más que suficientes.

Mi boca se abrió y la tapé con mi mano, tenía que avisarle a los demás con urgencia.

-¡Eh, Natalia!.

-Dígame.- Dije volteando para ver a Irina.

-Ven, tenemos las coordenadas de tu próximo objetivo.

Me estiró un papel donde había un mapa seguido de las coordenadas. Reconocí la ubicación al instante y sentí como el estomago se me revolvía.

-¿Tenemos problemas?.

-Es la base de los vengadores, Irina.

Wallace interrumpió todo lo que estaba a punto de salir de mi boca. Aguante la respiración, no podría soportar ni un minuto más rodeada de esta gente tan miserable.

-No podemos atacarla de nuevo, perdimos muchos hombres ese día.

-Y ellos perdieron a Black Widow.

-Como sea, entiende iremos a perder...¿que piensas hacer? El capitán no se despega del niño y si no es el es la mujer más poderosa del equipo...¡No podemos tocarlo!.

Mi corazón dio un salto enorme en mi pecho y tuve que esforzarme por no sonreír y parecer lo más confundida posible. Mi hijo era intocable.

-Esta vez no nos iremos sin él ¿entiendes?.

-Estás mal, esta vez perderemos...no puedes decidir de una noche a otra ir a pelear con los vengadores.

-¡Ya, déjame pensar!.

Nuestro :  James. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora