El problema es... ese

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Corría escaleras abajo, maldiciendo a Peeves por las bombas fétidas que acababa de esquivar

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Corría escaleras abajo, maldiciendo a Peeves por las bombas fétidas que acababa de esquivar.
Alcanzó a Alice en la puerta del aula de Transformaciones, donde la profesora Mcgonagall
ya esperaba dentro, con la varita en alto.

-Buenos días.- comenzó la bruja, mientras todos los alumnos se ubicaban rápidamente en algún banco. Lily y Alice se apresuraron para tomar un puesto lo más cerca posible de la profesora.- Hoy continuaremos con la transformación de plumas en lechuzas, lo que podría resultar muy útil en ciertas circunstancias. Saquen sus varitas. Señor Black, señor Petigrew repartan las plumas, por favor.

Dos muchachos avanzaron desde el fondo del aula hasta la mesa de la profesora.
Uno era alto y musculoso, moreno, de brillantes ojos grises y sonrisa encantadora, "Quizás demasiado encantadora", pensó Lily con sorna.
El otro era más bajo y algo más grueso. Su cabello grisáceo, sus ojos algo saltones y su nariz puntiaguda le daban cierto aire de roedor. Su forma de sonreía y moverse delataba la felicidad y extrañeza que le causaba poder ser compinche del anterior.

Lily abrió su tomo de "Transformaciones  y Animales, 6to año, de Trushka Marckle" o "La biblia", como la llamaba Alice, en la página 765.

-Odio dobles con Slytherin.- murmuró Alice, mirando con cierto desprecio a dos chicas sentadas unos bancos  a la derecha.
Lily también desvió su vista hacia ellas. Una era rubia y delgada, de piel muy pálida y ojos grices. Se podría haber dicho que era bella, si no fuera por aquella expresión de asco constante en su rostro, como si estuviera oliendo algo asqueroso justo bajo su nariz.
La otra, completamente diferente a su hermana, pero no menos bella, era morena, de grandes ojos negros, rasgos muy marcados y cabello negro y largo hasta la cintura.
"Las desagradables hermanas Black". Lily rodó los ojos.

Habían tenido sus encuentros a lo largo del curso con las Black y sabía de sobra lo que pensaban de los hijos de muggles en Hogwarts.
-Gracias, Black.-

Lily alzó la cabeza para ver cómo Alice le arrebataba la pluma de la mano al chico de cabello negro, que sonreía divertido.

-Cuando quieras, preciosa..- contestó con sorna.- Para ti, Lils.

Lily miró al muchacho con cansancio, cuando le pasaba la pluma con una enorme sonrisa.

-Gracias...- bufó, recibiéndola con algo de brusquedad.

- De nada, guapa.- contestó el, cerrándole un ojo. 
Alice bufó y Lily se limitó a poner los ojos en blanco y volver a sumergir la cabeza en el inmenso tomo.

-Ahora, es muy importante que recuerden realizar de forma correcta el movimiento de varita.- continuó la profesora.- ¡Potter! ¡Black! ¡Si fueran tan amables de devolver la pluma del señor Snape a su sitio!- gritó de pronto la bruja.
Lily alcanzó a notar que su mirada de reproche no lo era tanto. Intercambió una mirada de desesperación con Alice antes de que la profesora comenzara a dar instrucciones de nuevo.

MaraudersTimes: Desde el fin del principioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora