Adiós, suplente

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Lily sentía una extraña calidez por dentro. El miércoles había llegado radiante y Lily se sentía expectante.

El partido final Gryffindor-Slytherin sería dentro de poco, por lo que aprovechaba el periodo libre para revisar el libro que había conseguido hace unos días en la biblioteca.

Tenía algunas sospechas que requerían confirmación, pero no lograba concentrarse.

La dulce sonrisa que le dirigía Potter cada vez que la tenía en frente se le aparecía entre pensamientos.

"¿Qué ocurre contigo Lily?" "¿Cómo es que Potter se había convertido en el centro de su atención, así de rápido?" "¿Cómo es que lo había dejado entrar en su vida en sólo un par de días?" "¿Cuándo se había convertido en un chico dulce y divertido?"

Recordó aquella tarde hace casi exactamente un año, saliendo de los TIMOS.

Potter había sido un idiota, había molestado a Severus como siempre...aunque había intentado defenderla.

Es lo que había hecho siempre, desde que entraron a la escuela.
Ser el idiota que la defendía sin que se lo pidiera.

Y luego la tarde del Lunes, junto al lago con Sirius y Alice... ¡Parecía una locura!

La forma en que la miraba le quitaba el aliento...e inevitablemente ella sonreía y coqueteaba.

"¡Caíste en sus redes, como todas las anteriores!", se reprendió. ¿Y qué sería de ella entonces?
Se convertiría en una Togliatti, persiguiendo y llorando por James... o en una Turpin, dolida y enferma de odio contra Potter. O incluso en una Faidit, desechada por James como si nada hubiera pasado.

Lily sintió un escalofrío.

Cuando la pelirroja aún se estremecía, Alice entró en el cuarto. Parecía radiante.

-¿Qué ocurre? ¿Tienes frío?- preguntó la chica, extrañada de que su amiga temblara cuando el clima veraniego se había impuesto.

Lily negó con la cabeza y escondió el libro en su almohada.

-Sólo estaba pensando – contestó, rápidamente- ¿Por qué estás tan contenta?

-¡Oh, Lily!- rió Alice, sentándose junto a ella en la cama.- Tengo que contarte algo maravilloso.

Lily alzó una ceja e inspeccionó a su amiga con la mirada.

-¿Qué cosa? ¡Dímelo!- rió la pelirroja, tomando ambas manos de su amiga. Al hacerlo notó un anillo dorado con una piedrecilla redonda color roja en su dedo anular.

-¡POR MERLÍN!- chilló Lily, acercando la mano de Alice a su rostro.- ¡¿Es cierto?!

Alice asintió con fuerza, sonriente.

-Acaba de pedírmelo, Lils.- rió con fuerza Alice.- Y ya le he dicho que sí.

Lily se levantó y abrazó con fuerza a su amiga. Sabía que eran jóvenes.
Sabía que Alice apenas cumpliría 17 en Septiembre pero... en el fondo lo entendía. Y por sobre todo ello, sabía lo mucho que sus amigos se amaban. Y quería compartir con ellos su felicidad.

-¡Alice, estoy tan feliz!- rió Lily, con los ojos vidriosos. Su amiga ya asomaba unas lagrimitas.- ¿Cuándo?

-El próximo año.- explicó Alice, volviendo a sentarse en la cama.- Quiero dar mis EXTASIS primero.

Lily asintió. Rieron juntas y comentaron detalles un momento. De pronto, entre risas, Alice se puso seria.

-Ahora dime Lily.- indicó, con tono maternal.- ¿En qué pensabas?

MaraudersTimes: Desde el fin del principioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora