Torpeya Togliatti

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Remus abrió el panel, dejando entrar a Sirius, que sonreía con nerviosismo.

-Lo siento- gesticuló sin dejar salir ningún sonido, pero con muchos gestos hacia James, quién negó con la cabeza. Peter entró también, mirando al suelo y murmurando una disculpa.

El panel volvió a abrirse y asomó por él una despampanante rubia de enormes ojos café.

Su rostro estaba finamente maquillado: ojos delineados, labios pintados en un sutil tono damasco y un suave rubor sonrosaba sus mejillas. Su cabello rizado caía coquetamente sobre sus hombros hasta la altura de sus codos, y su figura se ajustaba en una escotada túnica amarillo dorado con bordes negros. Lily por un momento creyó que la chica era demasiado perfecta...hasta que...

-¡Jamie, cariño! ¡Despertaste!- chilló la chica sonriendo, con una espantosa voz de pato, al tiempo que mostraba su perfecta sonrisa y ponía una mano delicadamente sobre su escote.

-Torpeya...-suspiró James, con desgano.

-¡Estaba tan, TAN preocupada por ti!- siguió, acercándose a James con coquetería. Pasó por sobre Peter y con un movimiento de su mano alejó a Sirius del lado de la cama- Fuiste tan...Tan heroico. Claro que no estaba ahí, pero todo el mundo habla de ellos. Eres como el futuro Dumbledore...El nuevo Dumbledore... o incluso mejor, tu gusto es mucho más exquisito y claro, eres mucho más guapo.

James abrió la boca, pero la chica tomó su mano y comenzó a besársela con fervor.

-Jamie, cariño...-siguió, ahora tomándole ambas manos entre las suyas- Yo sé que no debes sentirte muy bien, pero...supe que besaste a Faidit.- hablaba con un tono inocente, como infantil- Sabes que eso no está bien...

Los demás, al rededor de la pareja intercambiaban miradas curiosas. Lily estaba segura de que Sirius largaría una risotada en cualquier momento. James levantó la mirada para fulminar con ella un momento a sus amigos, luego tomó aire y volvió su vista a la rubia.

-Torpeya...- su voz era suave y paciente, como si comenzara a en alg repetir un discurso aprendido- Tu eres muy hermosa, y estoy seguro de que algún chico muere por ti en algún rincón del castillo, pero tu y yo....

La chica abrió los ojos inmensamente, que sin esperar nada más se aguaron.

-¡NO!- gritó, furiosa, soltando las manos del chico con gesto dramático- No permitiré que uses nuevamente la excusa de que no tenemos nada. ¡Sabes que no es cierto!

Lily se mordió el labio al ver la cara de sorpresa de James. Sirius tosió y Remus carraspeó con fuerza para aguantar la risa.

-Torpeya, por favor...- suplicó James, suspiró Potter, cansado- Estamos en la enfermería, aun no me siento muy bien...no hagas un escándalo...

-¡UN ESCÁNDALO!- chilló, furiosa, alzando las manos, y acercándose con gesto amenazador a James. - ¿Crees que a eso he venido aquí? Eres tu el que...

-Torpeya, basta- pidió James, con tono firme- nosotros terminamos hace muchísimo tiempo...No puedes seguir con esto...

Las lágrimas se desbordaron de los ojos de la chica. Sirius apareció una silla y la ayudó a dejarse caer en ella. La chica calmó las lágrimas lentamente. De pronto, fijó su vista el frente, en Lily.

-¿Qué haces tú aquí?- chilló, levantándose. Lily se echó hacia atrás en la silla, algo asustada.

James se incorporó con rapidez, en gesto protector.

-¿Estás con ella?- chilló la rubia, apuntando a Lily con un dedo afilado. James negó con la cabeza.

-Torpeya, ¡Basta!- ordenó james, ya molesto.- ¡Nosotros terminamos hace TRES años, no sigas con esto!

MaraudersTimes: Desde el fin del principioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora