Extasis

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El 7mo año en Hogwarts corría vertiginosamente a su fin, y Lily estaba angustiada por ello.

La importancia de sus EXTASIS, los deberes como premio anual y el sin fin de actividades extra que le llevaba cumplir con su rol de novia del capitán de Quidditch- como asistir a los entrenamientos y partidos, y pasear juntos de vez en cuando para que nadie olvidara que tenía novia- la mantenían absolutamente ocupada. Eso, sin contar con el terror que le provocaban las noticias que revibían a través de las cartas y visitas de Frank. Las cosas no iban nada bien en el mundo mágico.

Sentía que acabar la escuela la dejaría indefensa y abandonada ante el mundo.

La última visita de Frank, para San Valentín, la había alertado sobre manera.

Los muggles estaban siendo atacados: escuelas, calles, recintos comerciales. Los aurores apenas daban abasto.

"-Además, Moody cree muy posible que tengamos infiltrados en el ministerio- había dicho Frank, seriamente- No podemos confiar en nadie."

Lily estaba asustada. Agradecía profundamente la existencia de James y sus amigos en su vida, los únicos con los que se sentía verdaderamente a salvo.

"-Aun si no se han unido voluntariamente, pueden estar ayudándolos gracias a un imperio- había explicado Frank"

La pelirroja siempre se había considerado una chica fuerte. Era una Gryffindor, después de todo.

-¿Lista?- le preguntó Alice, saliendo de la puerta de la habitación de las chicas.- ¡Muero de hambre!

Lily se mostró de acuerdo y se encaminaron al Gran Comedor.


Los Merodeadores se lanzaban migas de pan y bromas en un rincón de la mesa, causando cierto alboroto que atraía la atención de los más jóvenes.

Lily sonrió ante la visión desgarbada de su novio: la corbata aflojada colgaba suelta sobreel chaleco gris, la camisa abierta en el cuello y los puños, que arremangados por sobre su codo, enmarcaban los músculos de sus brazos.

-¡Lily!- le llamó Alice, divertida.- ¡Lo haces otra vez!

-¿Hacer qué?- saltó la pelirroja, con las mejillas coloreadas y gesto abochornado.

Alice rodó los ojos, riendo y tiró del brazo de su amiga.

-¡Es sumamente divertido verte embobada con Potter!- agregó, guiándola hacia el sitio donde jugueteaban los chicos.

Lily sonrió avergonzada, pero por dentro se sintió satisfecha. No le importaba reconocer lo mucho que le atraía su novio.

Los chicos las recibieron entre festejos.

-¡Último EXTASIS cariño!- gritó James, palmeando en el aire.

- ¡Al fin libres de esta tortura!- bromeó Peter, alzando su copa con zumo de calabaza.

-¡No más castigos con Minnie!- bromeó Sirius, alzando ambas manos al cielo- ¡Ni más visitas a la oficina de Filch!

Los demás rieron a coro.

Alice se sumó rápidamente a las celebraciones, pero Lily no pudo más que fingir una sonrisa. En el fondo no quería que se acabara la escuela.

No quería irse de allí, del único lugar que había sentido verdaderamente como un hogar.

- Propongo una celebración esta noche- agregó Sirius, mirando a los demás expectantes.- Sé que aun nos quedaremos unas semanas más aquí, pero me parece apropiado celebrar el fin de los exámenes.

MaraudersTimes: Desde el fin del principioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora