Lily había pasado sus primeros días en Hogwarts ridículamente aturdida.
Olvidaba su pluma en cada salón, dejaba sus libros sobre la cama por la mañana y prestaba muy poca atención a los relatos de sus amigas.
Y sabía muy bien por qué estaba tan distraída.
Sus amigas también lo sabían. E incluso era posible afirmar que todos sus compañeros en Gryffindor ya notaban algo.
Había rumores, de pasillo, claro está, de que todo era culpa de uno de los merodeadores.
Era imposible no notar las miraditas y sonrisas que intercambiaban la pelirroja y el merodeador cuando se encontraban en alguna clase, o cómo bromeaban con complicidad durante las comidas en el Gran Comedor, o mucho menos pasar por alto la presencia infaltable de la pelirroja y sus amigas a cada práctica o entrenamiento del equipo Gryffindor.
Eso, sin mencionar las tardes y ratos libres que ya eran fijamente compartidos por los cuatro merodeadores con Lily y Alice junto al lago.
Los rumores y especulaciones sobre una posible naciente relación entre la destacada alumna y el líder bromista de la escuela y capitán del equipo de Gryffindor pululaban por todo Hogwarts.
Una mañana, luego de una especialmente compleja clase de Transformaciones, Lily caminaba junto a Alice hacia la biblioteca.
Tenían ya bastantes deberes y debían aprovechar, según Lily, todo el tiempo posible de adelantarlos para luego dedicarse plenamente a sus EXTASIS.
Alice no estaba muy de acuerdo con su amiga, por lo que refunfuñaba al respecto mientras avanzaban.
-No quiero- insistió la castaña, con un puchero.
-Vamos Al, por favor- rogó la pelirroja- Si terminamos los deberes ahora tendremos la tarde libre para nosotras.
Alice rodó los ojos y siguió caminando sin dejar de lamentarse.
Pero al doblar la siguiente esquina Alice calló de pronto.
James y Sirius se interponían en su camino.
-Chicas- sonrió Sirius, alzando una ceja coqueto.
-Black-bufó Alice, rodando los ojos- Potter.
-Alice, estás muy guapa hoy- sonrió Sirius, pasándole un brazo sobre los hombros a la chica- ¿Dirías que Frank se molestaría mucho conmigo si te pido que me acompañes este sábado en Hogsmeade?
Alice bufó, empujando el brazo del moreno para sacárselo de encima.
-No se que opinaría Frank, pero a mi no me gustaría una cita contigo, Black.
-Nunca dije que sería una cita- rió, con arrogancia. -Deberíamos discutir el asunto en privado, ¿Que te parece junto al lago?
Alice rodó los ojos, captando la indirecta.
-Supongo que sí-murmuró, dedicándole una mirada de hastío a James.
Rogaba que pronto él y Lily comenzaran a salir y ella no tuviera que ser abordada de maneras tan ridículas por los otros merodeadores para dejarlos solos.-Lily, quería preguntarte algo- comenzó James, sonriendo algo tímido cuando los otros dos se alejaron por el pasillo.
-Dime- sonrió Lily, sin poder evitar un leve sonrojo. Aun no entendía por qué Potter la ponía tan nerviosa.
-Estaba pensando en lo que te mencioné hace un tiempo- murmuró, nervioso- Sobre tener una.. Ya sabes, una cita. Una real. Salir juntos.
Lily rió suavemente y tomó la mano de James entre las suyas.
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MaraudersTimes: Desde el fin del principio
FanfictionÉpoca de los merodeadores. James lleva años intentando conseguir la atención de Lily, pero cuando ya pierde las esperanzas, las circunstancias del mundo mágico terminarán por unirlos de una forma en que ninguno de los dos se lo esperaba. Si...