Please Don't Leave Me

FELICIDAD INFINITA (CAPÍTULO FINAL PARTE 1)

POV HYUNSEONG

Era el gran día, Jeongmin no estaba conmigo porque mi madre lo había secuestrado para llevárselo Dios sabe dónde, con la excusa de que me lo entregaría más bonito de lo que ya era, yo por mi parte me encontraba algo nervioso pero también feliz, muy feliz, sonreía como bobo viéndome a través del espejo con esa cara enamorada.

Cuando nos enteramos de que la "sugerencia" de Donghyun acerca de que dejara a Jeong, había sido solo un experimento para ver si así hablaba, no pude hacer mas que reírme como loco mientras lo sujetaba del cuello de su camisa amenazándolo con golpearlo, porque después de todo su plan había funcionado, Jeongmin había vuelto a hablar y eso mejoró mucho su condición.

Ver a mi Jeongmin sonreír alegremente mientras mi familia lo mimaba no tenía precio, realmente me sentía muy afortunado, tener a mi lado a alguien tan especial, un ser tan hermoso, tierno y cariñoso, sólo conmigo, él era mi complemento, mi otra mitad mi todo, muy pocas personas logran encontrar algo así, entonces podía considerarme la persona más afortunada del planeta y más aún en aquel día tan especial para nosotros.

De pie frente al altar esperando la llegada de mi amor, por fin podía sentirme completo, por fin podíamos ser felices y estar tranquilos, aunque yo consideraba que no era necesaria tal ceremonia, quería complacer a mi novio en todo, así que al ver su hermoso rostro reluciente con su maravillosa sonrisa, entusiasmado por la idea que mi madre le había implantado, no pude hacer más que besarle tiernamente y tomar su mano en afirmación a lo que me proponía.

Jeongmin podía llegar a ser realmente adorable y romántico cuando se lo proponía, pero aquella vez, simplemente se acercó a mí con pequeños brincos, lanzándose a mis brazos en un cálido abrazo, "Hyunnie, vamos a casarnos" dijo reluciente, sus ojos brillaban en un juego perfecto con su sonrisa y, aunque yo ya se lo había pedido antes, escucharlo decir aquellas palabras me emociono tanto, así que ahí estaba, esperando por él.

Entró lentamente con un traje blanco adornado por una pequeña flor de clavel rosa, mi madre lo sostenía firmemente mientras él recorría aquel pasillo con una sonrisa sin desviar la mirada de mis ojos, podía ver en ellos un brillo único que llenó mi corazón de calidez, nadie más existía, nadie más importaba en aquel momento, éramos sólo él y yo.

A pocos pasos cerca de mí extendió su mano y yo lo sostuve entrelazando nuestros dedos, su cálida piel relajaba mi ser, debió estar muy nervioso al igual que yo porque temblaba ligeramente, aún así no dejaba de mirarme como si temiera que al apartar la mirada fuera a perderme, le besé la frente y le dije suavemente que pusiera atención a lo que el maestro de ceremonia nos decía.

El momento de decir nuestros votos había llegado y bajo la orden del maestro de ceremonia ambos nos dispusimos a hablar al mismo tiempo repitiendo exactamente lo mismo: "Siempre tuyo, Siempre mío, las mitades de un todo", reímos por nuestra perfecta coordinación improvisada, un poco molesto nuestro anfitrión dió la señal para que yo continuara y Jeongmin escuchaba atento.

- A veces las personas se sienten solas y vacías a pesar de la compañía que pueden tener, a veces esa soledad no se llena con nada, y al final sólo queda tratar de sobrellevar aquel dolor frío y oscuro para sobrevivir, pero yo fui muy afortunado porque te encontré a ti, mi amor, mi Jeongmin, la única persona que pudo llenar ese vacío, me salvaste y ahora aquí frente a mi familia y amistades, frente a Dios y el mundo entero, quiero pedirte que tomes mi mano y no me dejes nunca, no puedo prometerte una vida alegre y libre de problemas, un cuento de hadas, pero sí puedo jurarte mi amor, que siempre estaré contigo, no voy a soltarte, no voy a dejar que sientas aquella soledad nunca más, Jeong prometo ser tuyo siempre.

Jeongmin había comenzado a llorar en silencio, en cuanto puse el anillo en el cuarto dedo de su mano izquierda, no pudo soportarlo más y se abalanzó hacia mí en un abrazo cálido lleno de emociones, empezó a llorar con mayor intensidad y yo empecé a preocuparme, lo alejé cuidadosamente para verlo a los ojos y decirle que todo estaba bien.