LAS MITADES DE UN TODO

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POV HYUNSEONG

La habitación estaba oscura, siendo la única luz la que entraba por la ventana que habíamos dejado abierta, la brisa fría comenzó a entrar en la habitación, así que decidí cerrarla, con mucho cuidado me levanté no quería despertar al pequeño ser que dormía junto a mí aferrándose a mi pecho. Tan tierno.

Logre divisar un coche fuera de nuestro departamento, dos hombres bajaron en dirección a la entrada, logré reconocerlos, los hombres de Chuaghan, - Hyunnie!!!- el grito de Jeongmin, giré y pude ver como alguien se lo llevaba tirando de sus cabellos fuera de la habitación, quise correr a ayudarlo pero alguien me inmovilizó. - esto no puede estar pasando, no es verdad- dije cerrando fuertemente mis ojos.

- Hyunnie, despierta, mírame

- Jeongmin

Lo abracé fuertemente, comprendiendo que todo había sido una horrible pesadilla, Jeongmin acariciaba mi espalda tratando de tranquilizarme.

- Hey, qué fue lo que soñaste

 Se sentó a horcajadas frente a mí, sin darse cuenta de su adorable exposición, ladeó levemente la cabeza esperando una respuesta.  

- Jeongmin, eres adorable – dije observándolo de arriba hacia abajo con una sonrisa traviesa

- ¿Eh?

Al darse cuenta de lo que hacía se cubrió con las sábanas, dejando solo su rostro expuesto

- Eres un pervertido

A pesar de la poca luz pude notar su adorable sonrojo, Jeongmin no dejaba de ser adorable incluso en situaciones tan pesadas como la que había creado mi pesadilla, lo derribé en un abrazo sintiendo que no había mejor lugar que estar ahí con él.

Él simplemente sonrió besando mis labios, su sonrisa siempre podía curar todo, no quería que nada le pasara, debía protegerlo, no podíamos vivir escondidos siempre, tarde o temprano Chuaghan nos encontraría, debíamos enfrentarlo, no estaba dispuesto a permitir que dañaran a Jeong otra vez, debía pensar en algo para que el reencuentro no nos afectara tanto, quería que Jeongmin estuviera listo para enfrentarlo.

POV JEONGMIN

Hyunnie había decidido que seria divertido torturarme a diario, me llevaba a correr por las madrugadas y por las noches me obligaba a seguir su rutina de ejercicios, - Tienes los brazos muy débiles – me repetía mientras se divertía con mi sufrimiento, nunca fui bueno en esas cosas, así que todas las mañanas despertaba con un terrible dolor muscular.

También me llevo con él a su trabajo, en nada mas y nada menos que una pastelería, él amaba esas cosas, yo como mesero y él como parte de equipo de repostería, se notaba alegre y divertido siempre que hacia algo nuevo con las recetas tradicionales del lugar mejorándolas, todo el mundo lo admiraba y le tenían mucho cariño, especialmente una chica que se la pasaba pegada a él.

Nadie sabia de mi relación con él, ya que yo había decidido ocultarlo para que nadie se sintiera incomodo o molesto, pero había sido un error, ahora "esa" no se apartaba de él, sonriéndole estúpidamente, preguntándole cosas que obviamente sabia, lo hacia apropósito para tener la atención de mi hombre, ¿celos? No, no estaba celoso, solo quería golpearla cada vez que ella lo apartaba de mi, y él era tan bobo que no se daba cuenta, o eso decía él.

Cierto día la pastelería había quedado casi desierta, habían pocos clientes y el trabajo no era tan pesado, así que Hyunnie y la loca esa estaban en la barra jugueteando y molestándome mientras yo atendía a la gente que estaba ahí.

Please Don't Leave MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora