Please Don't Leave Me

LA CONFESIÓN

POV JEONGMIN

Después de aquella "cita" entendí que ya era hora de parar con esto, aunque no había pasado mucho tiempo desde que iniciamos, creía que sería divertido, después de todo me sentía bien con él, pero no podía seguir engañándolo, tampoco quería darme falsas esperanzas a mi mismo, era el momento de terminar.

Fuí muy estúpido por dejar que esto pasara, sabía que era peligroso, aun así no pude evitar que él llegara a gustarme tanto, en aquel momento que unió nuestras frentes mientras yo había caído por el dolor, sentí el impulso de besarlo, después de lo que había vivido, realmente odiaba los besos o cualquier contacto que representara al amor, pero él logro despertar aquellos sentimientos en mi otra vez.

Era muy amable y tonto a la vez, cuando me tomó entre sus brazos para llevarme a casa me sentí tan débil y frágil, no quería sentirme así otra vez, yo debía ser fuerte, por eso después de una semana de pensarlo lo decidí, le contaría todo así el se alejaría de mi y yo volvería a mi vida normal, después de todo ya me había acostumbrado a la soledad.

Estaba esperándolo en la plaza central a las 3 como le había indicado, pero él no llegaba, decidí aprovechar su ausencia para ir al puesto de Bicicletas, ahí las alquilaban, por desgracia tan solo quedaba una sola, creo que aquel día a media ciudad le dio por ir de paseo en bici, renté la que quedaba, sería muy incómodo pero no podía hacer nada mas, si él rechazaba la idea de ir juntos en una bici iríamos caminando aunque tardaríamos mas.

Por fin llego, tan lindo y elegante como siempre, - idiota si te apareces así será mas difícil - pensé y me acerque a él.

- Jeong!!

- Hyunseong, alquilé una bici, lo siento no habían más

- ¿Una bici?

- La anterior semana me llevaste a tu lugar favorito, ahora yo te enseñaré el mío, pero solo se puede ir en bici o a pie.

- Me hubieras avisado y habría traído la mía también

- Si no te agrada la idea de ir juntos podemos ir caminado.

Se subió a la bici y me dió una seña para que subiera atrás en la parrilla

- Idiota, tú no conoces el lugar yo debo llevarte

- Pero eres más pequeño que yo, así que seguiré tus instrucciones

- Bueno pero si haces que caigamos o algo te mato

- Tranquilo soy un profesional.

Parecía muy contento, me subí atrás pero no quería ir sentado, eso se vería muy raro, así que decidí ir de pie, por suerte la bici tenia dos soportes para poder pararme ahí, el comenzó a pedalear, me sujete de sus hombros para no caer, realmente él era muy fuerte porque su espalda se veía recta y firme y podía sentir los músculos en sus hombros no eran debiluchos y delicados como los míos.

Sentir la brisa en mi rostro me daba una sensación de libertad, eso me daba mas fortaleza para hacer lo que haría, en realidad solo a una persona le había hablado de mi pasado y las cosas no salieron bien, era muy triste que tuviera que hacerlo otra vez  con la persona que quería en ese momento, y más aún si era para alejarlo.

Llegamos a mi lugar favorito, mi refugio, siempre iba ahí cada vez que sentía que ya no podía mas, lo descubrí aquel terrible día, escape de casa como pude, aunque no podía caminar por los golpes recibidos ya no podía seguir ahí, como salí sin nada de dinero tan solo camine por las calles, entonces encontré ese lugar, los móviles no podían ingresar ahí, era un sendero empedrado que llevaba al inicio de una enorme montaña, tenia barandas de seguridad de madera a los extremos y al asomarse ahí, no se podía ver nada más que el océano, la brisa fresca del lugar podía refrescar el alma de cualquier persona o esa fue la sensación que me dió la primera vez que llegue ahí.