Capitulo 6

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- Al parecer quedamos solo tú y yo - me dijo Carl mientras me pasaba un brazo por la cintura y comenzábamos a caminar.

- De hecho... Quedas solo tú.

- ¿Qué? ¿Por qué? - preguntó confundido.

- Tengo que ayudar a Rosita a entrenar a algunos de los habitantes. Ya sabes, a luchar con cuchillos, machetes y esa clase de cosas.

- ¿No puedes no ir? Y así te quedarías conmigo - dijo y acto seguido me abrazo, yo sonreí y él enterró su cabeza en mi cuello.

- Se lo prometí. No puedo fallarle. Mira - dije y me separe de él para mirarlo a los ojos - En cuanto termine, te buscare y prometo estar todo lo que resta del día contigo, ¿si?

- Si no hay más opción...

- No, no la hay, cariño - dije divertida - Te veo después - le dije y estaba a punto de irme pero me tironeo del brazo.

- No dejare que te vayas sin despedirte adecuadamente - dijo con una sonrisa picara.

- Oh, ya entiendo - dije de la misma forma. Me acerque a él sensualmente y le plantee un beso en la mejilla y me gire para salir corriendo - Adiós, Carl.

- ¡Hey! Eso no es justo - gritó.

Cuando estaba a punto de doblar en la esquina me gire para ver si Carl se había marchado. Vi que él ya estaba caminando para el otro lado, por lo tanto estaba de espaldas a mi. Sonreí y corrí a toda velocidad hacia él. Lo tironee del brazo y lo besé en los labios. Él tardo unos segundos en responder pero lo hizo.

- ¿Feliz? - dije una vez que nos habíamos separado.

- Casi - dijo y me beso nuevamente - Ahora si.

Reí levemente y ahora si me marché. Creo que estaba llegando un pelín tarde pero Rosita lo entenderá.

Ya estaba en la pequeña plaza de la comunidad en la que se llevaría cabo la practica. A lo lejos pude ver a Rosita ya enseñándoles. Me acerque trotando y me puse a su lado.

- Cuando la hoja se clave...

- Perdón por la pequeña demora - la interrumpí. Se giro y me miro seria - Siento interrumpirte.

- De acuerdo. La próxima vez te quiero en punto aquí - me ordeno.

- Aquí estaré - dije derecha y firme.

- Bueno, como les decía. Cuando la hoja se clave, no intenten jalarla - mientras ella explicaba fui y tome un machete - Quedara atorada.

- ¿Atorada? - preguntó un hombre.

- Como un hacha en un tronco - repuso Rosita - Es más fácil atravesar el hueso, que sacarla.

- Entonces ¿qué debemos hacer? - preguntó nuevamente el mismo hombre.

- Deben hundir bien el machete en la herida - hable ahora yo y todos centraron su vista en mi - En un movimiento fluido. Cortan el hueso así - dije e hice la acción que ellos deberían hacer a la hora de matar a un caminante - ¿De acuerdo?

Todos me imitaron a excepción de Eugene, que estaba mirando a la nada. Mire a Rosita y ella noto que el no estaba haciendo nada, entonces, tomo otro machete y lo golpeo contra el que ella ya tenia, justo detrás de él.

- ¡Oye! - se sobresalto - Soy un novato en el uso de armas, tengo una hoja grande, y hay gente cerca con zapatos abiertos - se excuso y yo reí y negué por la estupidez que usaba como excusa.

- Así es. Entonces concéntrate - repuso Rosita. Él movió la vista y agacho la cabeza - ¿A qué le temes tanto?

- A morir - le respondió y la miro.

- Morir es fácil. Todo se detiene. Estas muerto. Lo difícil es ver morir a otros a tu alrededor. Porque tú sigues vivo, sabiendo que ellos se fueron, y tú sigues aquí - le dijo irritada y seria.

Todos dejaron de practica y dirigieron su vista a Rosita. Todos la escuchaban atentamente y se veían miradas arrepentidas en sus rostros.

- Lo que debería darte miedo es vivir, sabiendo que no hiciste todo lo posible para salvarlos. ¿Estas demasiado angustiado para continuar? ¿Los ruidos te asustan, o puedo seguir con la lección?

Eugene no le contesto nada y se fue. Seguramente se sintió humillado con lo que le dijo, pero era la verdad. La simple y cruda verdad.

Los demás aún seguían quietos y en silencio.

- Muy bien. Volvamos a intentarlo - dije para romper ese ambiente.

Termine de subir las escaleras hacia la torre en la que se encontraba Maggie.

- Hey, hola - la salude y me pare a su lado.

- Hola.

- ¿Cómo estas?

- Bien, supongo.

- Sabes, Glenn es un hombre muy fuerte y audaz - hable luego de unos segundos de silencio - Sabe manejar el estar afuera. Sé que está bien. En alguna parte, él debe estar ingeniando algún plan para enviarnos la señal. Yo lo sé.

- Tienes razón. Él es muy fuerte, sobreviviría a cualquier cosa. Al igual que tu padre.

- Lo sé - dije cabizbaja - Si no estuvieran todos estos caminantes... hubiera salido a buscarlo. Sin importarme nada.

- Lo intentamos, pero de todas formas no hubiese sido la solución, créeme.

Después de unos segundos, pregunté:

- ¿Cómo decidieron hacerlo? Digo, en un mundo como este tomar esa decisión no es tan fácil - ella entendió que me refería a la idea de tener el bebé.

- Sí. Él y yo queremos construir algo. Queremos intentarlo.

- Es genial. Y lo mejor de todo es que ambos hayan tenido las agallas de tomar esa decisión. Quiero que sepas que cuentas con todo mi apoyo, Maggie.

- Gracias - dijo y me abrazo.

Eleve mi vista al cielo, mientras me abrazaba y no pude creer lo que vi. Creí que mi mente me estaba haciendo alguna clase de broma o juego, pero caí en la realidad y vi que era real lo que mis ojos veían. Eran globos, globos verdes. Era una señal y era de Glenn. Él tenia que ocuparse de ese color. Glenn estaba vivo.

Me separe de Maggie y seguí contemplando los globos con una sonrisa.

- Sia, ¿qué ocurre? - me preguntó confundida y yo señale con mi dedo indice el cielo. Ella poso su vista y los vio. Vio los globos.

Note como en su mirada se llenaba de ilusión y alegría. Se acomodo su arma y bajo a toda prisa de la torre.

- ¿Maggie? - pregunté mientras la miraba mientras bajaba. Decidí seguirla - Maggie - ella comenzó a correr ignorando mis llamados - ¡Maggie! ¿Dónde vas?

Ella seguía corriendo y yo corría detrás suyo. Al frente pude divisar a Rick con Deanna, con su vista hacia arriba. Maggie paro en seco a su lado y yo hice lo mismo.

- Es Glenn - dijo emocionada - Es Glenn.

Rick asintió con una leve sonrisa. De pronto, comenzó a escucharse un sonido como de madera quebrándose. Los cuatro dirigimos nuestra vista hacia una de las torres, y vimos como esta comenzaba a caer.

- ¡Atrás! - grito Rick.

Luego todo ocurrió en cámara lenta. La torre desplomándose contra el suelo, destruyendo parte de los muros, polvo, mucho polvo que impedía ver bien, gruñidos de caminantes, gritos de la gente. Esto claramente no pintaba bien.
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Acá el nuevo capítulo!!! ¿Un domingo? Sí, un domingo porque si.

Espero que les haya gustado, no se olviden de dar me gusta, comentar y compartir.

Muchísimas gracias por leer, hasta el próximo fin de semana!

Kill or be killed (Carl Grimes y tu) // 2° Temporada. TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora