Kill or be killed (Carl Grimes y tu) // 2° Temporada. TERMINADA.

Capitulo 34

Abrí mis ojos de golpe. Todo seguía oscuro a excepción de la luz de la luna, que entraba por la ventana. Con la poca luz que iluminaba el lugar sabía que no lo conocía.

Era una habitación pero no reconocía nada de ella. ¿Dónde demonios estaba? ¿Estaba viva acaso? ¿Quién me había traído aquí? Miles de preguntas, sin aún respuesta, rondaban por mi cabeza.

Quise incorporarme pero un agudo dolor en mi pierna no me dejo. La bala. Lo había olvidado. También sentí un pinchazo en mi muñeca derecha. ¿Tenía un suero? Si, eso era. Mire extrañada y trate de sacármela. Pero escuche pasos acercándose a la habitación. Volví a recostarme y me hice la dormida.

Sentí como la persona abrió la puerta e ingresó a la habitación. Se acercó a mí, podía sentí la presencia. Lo único que sentí fue como me tapaba hasta el cuello con la sabana y luego salía de la habitación.

Cuando escuche cerrarse la puerta, abrí los ojos nuevamente. No sabía qué hacer. Sinceramente no sabía qué hacer.

Ya había amanecido. Se escuchaban algunos pájaros cantar. En toda la noche no había podido dormir casi nada pensando en dónde estaba y con quién. Me incorporé lentamente. Respiré profundo y saque la aguja que tenía en la muñeca. Me corrí dejando los pies colgando sobre la cama. Quería pararme. Vi que mi mochila estaba en una silla junto a la puerta. Debía tomar mi arma. Apoye la punta de mis dedos sobre el suelo. Luego la planta del pie. Tome fuerza y me dispuse a pararme pero cuando lo hice, caí instantáneamente al suelo, haciendo bastante ruido. El dolor era muy fuerte.

Me arrastre hasta la silla, aún sintiendo un horrible dolor. Tome la mochila y comencé a buscar desesperadamente el arma.

- ¿Dónde está mi arma? ¿Dónde está? - comencé a murmurar para mí misma - ¡Argh!

Caí de espaldas al suelo nuevamente. Escuché rápidas pisadas viniendo hasta la habitación. <<No, no, no>>

Tome la mochila y me arrastre hasta la cama. Subí la mochila y luego con toda la fuerza que tenía me subí lo más rápido que pude y me tape. Intentando hacerme la dormida otra vez. Se abrió la puerta. Estaba nerviosa. No podía regular mi respiración.

- Sé que estás despierta - se escucho la voz de un chico.

Seguía sin girarme. Tenía la esperanza de que se fuera pero sabía que sería algo imposible.

- Sia - me nombró, me di la vuelta inmediatamente mirándolo con el ceño fruncido.

- ¿Cómo demonios sabes mi nombre?

- En tu mochila, hay un cartelito.

- ¿Qué? - pregunté con el ceño más fruncido, abrí la mochila para ver - Eso es...

Antes de poder terminar, me vi interrumpida porque dentro de mi mochila había un papelito en uno de los extremos que decía: propiedad de Sia.

- Es imposible... - susurre.

No recuerdo haber puesto eso ahí. Además, ¿para qué querría una mochila con mi nombre?  Era estupido. Estaba segura que eso no estaba ahí antes. Dirigí mi vista al chico. Era castaño, tenía ojos verdes y era más alto que yo, estaba segura. Era delgado pero tenía un gran físico. Su cabello estaba alborotado. Parecía bien alimentado. Lo que quiere decir que seguro estaba en algún grupo.

- Me llamo Finn. Finn Harries - se presentó.

- ¿Dónde estamos?

- Te estabas desangrando en la carretera, así que te traje aquí. A mí casa.

- ¿Y mi arma? Tenía un arma con la que estaba en la carretera.

- Yo no vi nada.

- ¿Dónde está? - le pregunté elevando mi tono de voz.