Tenía diecisiete años y su relación más larga... bueno, ni siquiera había tenido una, nunca le había tomado demasiada importancia a ese tema, ella era feliz así como estaba, no creía necesitar de nadie, pero ver tantas parejas felices en las calles le daba algo de celos.
No es que no hubiera tenido chicos intentando ganarse su amor (claro que eran una nimiedad comparándolos a todos los de Jessica) pero ella nunca asuntaba a ninguno de ellos. No es que estuvieran feos, solo que, simplemente, no llamaban su atención ni un poco. Claro que, momentos después, se sentía fatal al ver las caras de los chicos, pero nada podía hacer, porque si no nace no crece.
Sin embargo (y ella le echaba gran parte de la culpa a sus hormonas) empezaba a tener esa necesidad de alguien a quien abrazar, que estuviera allí para apoyarla, para susurrarse millones de cursilerias al oído, salir a pasear y esas cosas que hacían los enamorados a los que ella empezaba a tenerle celos.
—Quiero un novio.—le dijo Landra a Jessica, cuando se reunió con sus amigos en el recreo. Al parecer ese rincón en el balcón, rodeado de algunas sillas, se había vuelto su lugar favorito.
Si, lo quería y para conseguirlo no existía mejor ayuda que la de Jessica, la chica que tenía una muy amplia experiencia en chicos.
—¿Qué?—preguntó ella, segura de no haber escuchado bien. Los demás chicos también se habían quedado callados, igual de sorprendidos que Jessica.
—Quiero un no-novio—repitió Landra, más lento y sin poder detener ese tartamudeo, tan propio en ella cuando estaba avergonzada.
—¡No!—salto Kassandra—¿Que estas diciendo?
Le puso la mano en la frente, asegurándose de que no tuviera fiebre o alguna otra enfermedad, porque, para Kassandra, que Landra, su Landra, está diciendo ese tipo de cosas significaba que estaba muy enferma o al borde de la muerte. Y la segunda era opción le parecía la más creíble.
—Deja de hacer eso, Gamin.
—¿Porque dices como esas de repente? ¿Te paso algo? ¿Te caiste de la cama? ¿Comiste algo extraño en el almuerzo?
—Ya, déjala—Sebastián agarró a Landra por los hombros, salvandola de Kassandra y sus preguntas algo estupidas.
Jessica aún no salía de su asombro, pero quería salir de dudas de una vez. Sabía que tenía que llevarse a Landra para hablar en otro lado, porque con Kassandra al lado, simplemente, no se iba a poder. La cogió por los hombros y, aun sorprendida, se la llevó abajo, dejando a sus amigos con unas ganas inmensas de saciar su falta de información.
***
—Pero es que ni siquiera ha dado su primer beso...—insistió Kassandra.
Daniel rodó los ojos con cansancio, Richard se reía de su preocupación y Carolina prefería hacerse la sorda, su amiga ya le había dado demasiadas vueltas a ese asunto por esa semana.
—¿Porque te pones así? ¿Acaso quieres tú robarle la inocencia a Landra?—se burló Richard, soltando una débil risita.
—No me sorprendería para nada que sea así...—murmuró Carolina, hablando después de siglos de fingida sordera.
—¡Ah!—Kassandra se golpeó la frente con una de sus manos, luego miró a Carolina con una sonrisa cómplice en los labios, ya lo recordaba—Verdad que tu tampoco has dado tu primer beso... Pero, ¿sabes? Eso tiene fácil arreglo...
Se acercó peligrosamente al rostro de Carolina, ante la mirada atónita de Daniel y Richard, sin embargo, su amiga no había tardado mucho en reaccionar y darle con el libro de Ciencias Naturales en la cara.
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¡La culpa es de Kassandra!
Fiksi RemajaOcho adolescentes enfrentan su último año de secundaria y están decididos a tener el mejor año de sus vidas, antes de que las millones de responsabilidades adultas les caigan encima. Liderados por Kassandra (una chica que no sabe cuándo cerrar la bo...