Call Me [TaeNy FanFic] (Editando y corrigiendo) (Hiatus)

Capítulo 34

Abrió los ojos lentamente y estiró sus brazos hacia arriba, sintiendo los huesos de su columna vertebral crujir con fuerza. Demasiado sonoro para su gusto, pero el placer que sintió al relajar sus músculos no tenía precio, su gran suspiro lo demostraba.
Miró a su alrededor, su cómoda cama de agua le había dado uno de sus mejores sueños en años y parecía ser que alguien la había llevado a su habitación del prostíbulo. ¿Me quedé dormida a medio trabajo...? Se incorporó quedando sentada y se arregló un poco los cabellos, los notaba alborotados y colocados de cualquier forma espantosa sobre su cabeza.

Miró su cuerpo, iba desnuda.

- ¿Acaso me han traído hasta aquí sin taparme con cualquier cosa?

No recordaba nada a parte de haber pasado una de sus peores tardes junto a ese hombre. Solo de recordarlo le venía migraña. Apretó sus sienes. Ese hombre... Sintió un repentino frío y se dió calor con sus manos, frotándolas sin parar arriba y abajo, calentando sus brazos hasta sentir un leve quemazón en ellos. Sunny...

Suspiró y se dirigió a la ducha, necesitaba estar lista para cuidar de TaengJo.

Sería su primer contacto con un bebé, y desde cerca, cuidándolo como si fuera su madre. Estaba nerviosa, no podía negarlo, pero sabía que si la pequeña notaba nervioso a su corazón, ella también se pondría nerviosa y acabaría llorando.
Había aceptado con ganas la propuesta de Hyoyeon mientras ella se quedaba todo el día con Seohyun, pero lo dijo sin pensar.

No podía negarse a ello ya que esa doctora habia hecho por ella lo que muchas personas no hubieran hecho nunca. Cuidarla, ser tozuda, remarcarle el buen camino, y sobretodo, ayudarla con las drogas.
Tiffany no sabía si lo hacía por ella o porque los sentimientos la llevaban a creer en Hyoyeon y así estar algo más cerca de Taeyeon.

Se apoyó a la pared levemente húmeda por el vapor con una de sus manos, le resbaló lentamente, dejando su marca en las baldosas rosas de la ducha.

- Taeyeon...

Tenía ganas de verla, de poder abrazarla, de poder besarla... Se odiaba a si misma por no haber sido lo suficientemente valiente y afrontar a esa pequeña castaña cuando estaba en el hospital.

Se apretó los brazos, presionando fuerte en ellos con sus dedos.
Sentía dolor, pero más le dolía pensar que seguramente Taeyeon no reaccionaría como ella esperaba.

Su espalda resbaló lentamente por las baldosas donde antes su mano había dejado marca y se sentó en el suelo blanco y liso de la ducha. Escondió su rostro entre sus brazos cruzados sobre sus rodillas y sintió como las gotas de agua salpicaban con fuerza contra su nuca, mojándola por completo.

Era la primera vez en mucho tiempo que volvía a sentirse sucia.

Le dolían las comisuras de la boca, sus ojos de haber llorado tanto, su cabeza la mareaba constantemente, su espalda tenía unos desagradables arañazos sucios y todo su cuerpo estaba marcado por moretones y enrojecimientos que aún duraban de la noche anterior. El padre de Sunny fue mucho peor que su hija, y en una sola noche le destrozó el alma.

***

Llamó lentamente a la puerta y la abrió sin esperar respuesta, metiendo tímidamente la cabeza con expresión triste para ver si había alguien dentro. Hyoyeon la miró por encima sus gafas y le sonrió maternalmente, cambiando la expresión a una de preocupación al verla entrar lentamente cabizbaja.
Taeyeon cerró la puerta tras de ella y suspiró, sentándose en una de las sillas que había frente al escritorio de su hermana menor.

- Hyo...

- ¿Qué ocurre Taeyeon?

- Vuelvo a oír voces... y veo fantasmas.