Capítulo 12

1.1K 46 0
                                    

CAPÍTULO 12

Volvió al bar dónde se encontró con Sunny por primera vez. Recordaba cómo le vomitó encima, las discusiones que tuvo y el miedo que esa rubia sintió al intentar jugar con ella. Suspiró y entró, frotándose rápidamente las lágrimas antes de que el dueño le preguntara cualquier cosa. Empujó la puerta y notó el pomo más frío de lo normal, miró dentro y se encontró el lugar vacío. El hombre fregaba como siempre algún vaso o taza que había por allí, a veces pensaba si ese objeto se había quedado pegado al trapo y no podía despegarlo por mucho que girara su muñeca.

- ¿Qué tal? Hacía mucho que no venías por aquí.

- Ponme lo más fuerte que tengas.

- ¿Y esas ganas de beber?

- No quiero dar explicaciones.

- ¿Es por esa rubia? Si es por ella hace mucho que no viene por aquí, desde que ocurrió eso -El hombre rió roncamente por debajo de su bigote espeso, llenándole un vaso lleno de hielo de un whiskey bastante potente.

- No es por ella -La morena dio un largo trago y se lo terminó en seguida, sintiendo como su garganta quemaba y su cabeza le daba leves pinchazos desde el interior hacia fuera- Otro.

- Oye, no quiero que te duermas luego, tú eres alta y cuestas más de levantar.

- Cállate y sírveme otro.

- ¿Qué diría tu padre si te viera?

- Mi padre era un borracho que no tenía remedio y supongo que de tal palo tal astilla -Bebió otra vez del vaso, terminándose el alcohol en un tiempo récord mientras cerraba fuerte los ojos y hacía una mueca por el mal sabor.

Tanto ella como el hombre perdieron la cuenta de cuando vasos se había bebido ya. Apoyó su frente al brazo que tenía sobre la barra y dio un fuerte golpe con el vaso, rompiéndolo por la fuerza con el que lo sujetaba. Su mano se llenó de cortes y el dolor se intensificó por el frío de los cubitos medio derretidos que acariciaron su piel antes de resbalar por la suave madera de color casi negro. Suspiró, estaba en trance, entre la realidad y el sueño.

- Oye, no te duermas -El hombre la movió un poco mientras le quitaba los cristales clavados en su mano y le envolvía esto con un trapo mientras buscaba algo con qué curarla- Si es demasiado hondo tendremos que llevarte al hospital, ¿quieres eso?

- Déjame... -Las risas que había soltado minutos antes por la borrachera, ahora se habían convertido en un llanto amargo del cual pocas palabras podían distinguirse.

Tragó saliva, estaba tan mareada que incluso estar sentada la ponía enferma. Se levantó, saliendo del local mientras dejaba un rastro de sangre por donde pasaba. El sol se estaba poniendo y no había mucha gente por la calle, su mano izquierda le ayudaba a tantear el camino, rozándola contra las paredes y curvas mientras caminaba y caminaba sin mirar siquiera a la carretera. Un coche rozó su pierna derecha, rasguñándole la piel, otro coche pudo frenar a tiempo, tocándole solo la rodilla, haciendo que perdiera el equilibrio y quedara sentada en el suelo, en medio de la carretera.

El conductor salió del vehículo preocupado, ayudándola a levantar, viendo como la mujer seguía su camino sin siquiera haberse dado cuenta de que había quedado sentada sobre el frío asfalto.

Se apoyó a una farola, no quedaba mucho por llegar a su casa, solo unas calles más, pero todas eran cuestas arriba y eso la mareaba. No pudo mirar hacia arriba, su cabeza daba vueltas de tal forma que terminaba cayendo hacia atrás, sentada de nuevo al suelo. Su imagen de ejecutiva sexy, depredadora y seria había sido borrada para dar paso a una patética imagen donde una mujer con grandes ojeras en su rostro, despeinada y jadeante se arrastraba por el suelo a gatas mientras intentaba buscar algún soporte para poder levantarse y seguir caminando con pasos que arrastraban los pies.
Terminó por quitarse los tacones, aguantando los zapatos con su mano herida mientras notaba que sus pies desnudos podían adaptarse más a la cuesta que debía subir antes de llegar a su casa. Respiró profundamente y tocó el timbre insistentemente, encontrándose con una muy preocupada Yuri que ahogó un grito al verla con tal aspecto.

- ¡Dios mío! ¿Qué te ha pasado? -La recogió en brazos y se la llevó al sofá, tumbándola, oliendo un fuerte olor a alcohol- ¿Has bebido?

- Solo unos vasos... -La morena habló con voz ronca y suspiró, soltando una pequeña sonrisa antes de ponerse a llorar de nuevo.

Yoona apareció con un pijama corto de color amarillo y envuelta en una gruesa sábana. Había oído la voz de su hermana y las preguntas de Yuri y eso hizo que saliera de la habitación, encontrándose el panorama que daba Sooyoung en solitario. Se arrodilló al lado de la morena que curaba la mano herida y acarició un poco la mejilla de su hermana. El whiskey se olía desde tres metros lejos y provocaba náuseas a la pareja que intentaban reanimar un poco a la borracha chica que dormía en el sofá... o eso parecía.
Su respiración era tan pesada que parecían ronquidos y Yuri optó por coger vendas, un desinfectante y vendar con fuerza la mano herida de Sooyoung.

- Deberíamos ir al hospital... parece profundo -La menor comprobó los cortes mientras su novia la vendaba y suspiró, mirando a la más alta que había vuelto a abrir los ojos- ¿Por qué has hecho esto?

Yuri las dejó solas, ordenando el botiquín y tirando el trapo manchado de sangre que la mujer se había llevado del bar.

- Dime Yoona... -Su voz era casi imperceptible, un simple susurro- ...¿Yuri te folla bien?

- ¿Qué estás diciendo? Estoy resfriada, ¿recuerdas? No hacemos nada de eso cuando estamos enfermas.

- ¿Disfrutas con ella? -Sooyoung giró la cabeza para clavar sus oscuros y rojos ojos a la mirada serena de la menor. Alzó su mano y le acarició la mejilla, rozándole seguidamente el cuello con dos de sus dedos, rodeándolo suavemente con su mano.

- Estás borracha, no sabes lo que estás diciendo -La joven le agarró suavemente la muñeca con ambas manos, quitándose la mano que rodeaba su cuello.

- Te folla bien, ¿verdad? Debes disfrutar como una...

- Cállate -La menor habló con tono amenazante, terminando de apartar su mano con un movimiento brusco y levantándose, rodeando de nuevo su cuerpo con la sábana- Eres como papá, me das asco cuando te comportas así.

La abandonó en el sofá, obligando a Yuri a encerrarse con ella en la habitación, ignorando por completo a su hermana mayor, la cual se puso a roncar profundamente una vez la luz del salón fue apagada.

Call Me [TaeNy FanFic] (Editando y corrigiendo) (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora