Capítulo 14

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CAPÍTULO 14

Miró su mano, sangraba; tenía los dedos entumidos pero no sentía ningún tipo de dolor. Suspiró, las gotas volvían a caer sobre la alfombra que residía bajo los pies de la mesa del salón. Estaba oscuro pero la rubia podía ver lo suficiente; su muñeca volvía a sufrir esos desagradables cortes. Cerró los ojos y volvió a suspirar, apoyando su espalda al respaldo del sofá antes de dejar su mano muerta sobre este. La suave tela que vestía el mueble se tiñó de rojo y un golpe fuerte le hizo abrir los ojos perezosamente. Allí, delante de ella, se encontraba una muy enfadada Taeyeon, a punto de llorar y con los puños apretados. Se miraron, no hubo palabras pero si un mar de preguntas que voltearon alrededor de sus cabezas.

Un seco sonido le hizo girar la cabeza y sonrió, no supo por qué, pero lo único que podía hacer era sonreír. O eso, o terminaría llorando como una desconsolada.

- ¡¿Cuándo dejarás de hacer el gilipollas?! -No respondió- ¡Contesta Hyoyeon!

La bajita apartó como pudo esa hoja afilada y agarró a su hermana por su mano buena, llevándosela al baño. Encendió la luz y la sentó sobre un taburete que se encontraba detrás de la puerta. Suspiró. Si antes era ella la que parecía una alma en pena, ahora los papeles se habían invertido.

- ¿Por qué haces esto Hyo? -Se arrodilló a su altura y limpió su muñeca, viendo más de cinco cortes sobre su piel, algunos más profundos que otros- ¿Ya no amas a Seohyun?

Estaba metiendo el dedo en la herida pero esa era la única forma de que la menor reaccionara. Se miraron, la rubia tenía los ojos llorosos, Taeyeon sonrió maternalmente y le dio un beso en la frente, presionando sobre los cortes con un algodón para que no sangrara.

- Debes arreglar las cosas con ella.

- No pude protegerla...

- Hyo, no te tortures con eso. Tú no tuviste la culpa.

- Es cierto... La culpa la tuvo esa enfermera charlatana... Voy a matarla.

- No, escúchame -La agarró suavemente de las mejillas y clavó su mirada contra la de ella- Nadie tuvo la culpa, ¿me entiendes? Nadie. Tu y Seo vais a estar juntas para siempre, y tendréis un montón de hijos, ya lo veréis, pero deja de decir estas cosas sin sentido y habla con ella, por favor. Te lo pido como hermana mayor que soy, necesito verte feliz para serlo yo también -No obtuvo respuesta, la rubia cerró los ojos y se puso a llorar- Al menos, inténtalo por mamá... ¿vale?

Volvió a besar su frente y soltó un leve suspiro, aun pegada a su piel. Cerró los ojos y abrazó fuerte a la menor que seguía llorando.No te había visto así desde que murió mamá... Menuda hermana mayor estoy hecha... Un sentimiento de culpa apareció en su corazón al recordar la violencia que vivieron cuando eran pequeñas.

***

Se presentó en el despacho del jefe del club, suspiró, no sabía lo que ese viejo verde le iba a pedir ahora pero no tenía ganas de hacer ningún servicio sin cobrar.

- Tiffany, siéntate -La pelirroja obedeció sin decir nada, cruzándose de piernas- Te he citado porque quiero que aceptes una propuesta.

- Usted suelte la propuesta, yo decidiré si la aceptaré o no.

- ¿Te gustaría ser la estrella del lugar?

- ¿La estrella?

- Seré sincero, tu belleza y habilidades me han salvado de la quiebra y vienen muchísimos más hombres que antes. Todo es gracias a ti, así que pensé en darte un puesto especial donde tú podrás elegir a tus clientes y hacer lo que quieras, no lo que te pidan ellos.

- ¿Algo así como un diamante único?

- ¿Te gustan los diamantes?

- Como a toda mujer.

- Te regalaré todos los que quieras, pero acepta el puesto, por favor.

- ¿Todos los que quiera?

- Exacto, ¿aceptarás?

El materialismo se había vuelto la palabra preferida de Tiffany, poco más que eso le importaba, cuanto más pudiera conseguir en una noche, mejor. En otra palabras, se había convertido en una prostituta de lujo, una de esas chicas a disposición solo de los altos cargos y los hombres más ricos.
Sonrió, no tenía más que decir; asintió y firmó el contrato que daba paso a su aumento de categoría, ahora estaba por encima de todas las demás chicas, y se sentía poderosa, se sentía la mejor de todo el lugar, la mejor del club. Así debe ser como se siente Sunny conmigo, sonrió y se dirigió a su habitación, buscando su conjunto rosa favorito: medias a mitad de muslo y una mini-falda que simplemente servía para cubrir un poco, la camisa blanca abrochada solo por un botón, terminaba su vestuario de chica traviesa.

Llamaron a la puerta, dos veces, con una pausa de un minuto entre los dos golpes. Otro novato, perfecto, esbozó una sonrisa ladina y cogió su fusta, dando paso al hombre mientras se sentaba en su gran sillón de color dorado y cruzaba las piernas, mordiendo levemente el extremo de la fusta.

- ¿H-Hola?

- Adelante, no te voy a comer... -Su voz se tornó ronca y un leve suspiro de admiración salió de los labios del hombre- ¿Vienes solo?

- S-Sí... O-Oye, ¿no está muy oscuro esto?

- ¿Has venido a follar o a contemplar mi habitación?

- L-Lo primero...

- Pues ven -Hizo un gesto con el dedo índice y cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, tiró de su corbata y se levantó, empujándolo a la cama- Ponte cómodo, cariño, has elegido a la chica perfecta... -Se colocó a gatas sobre él y sus labios se acercaron a su oído, susurrando sensualmente- Mamá Tiffany cuidará de ti...

Call Me [TaeNy FanFic] (Editando y corrigiendo) (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora