Usopp iba de un lado al otro, ordenando la mesa con locura, aquella navidad no la pasaría con su familia, ya que había viajado hace un tiempo y les dijo que esa navidad no podía pasarla con ellos ya que ya tenía con quien pasarlas.
—¿Seguro que llegará? —Pregunto Nami, el se giro a la pantalla de su computadora, ahí estaban todos sus amigos con gorros navideños, ya que normalmente pasaban juntos, ese año les tocó ir a pasarlas con zeff, la familia de sanji.
—Claro que llegara—Soltó el moreno mirándolos, estaba nervioso, muy nervioso porque la persona que estaba llegando era alguien especial para el y sus amigos lo sabían más que nadie.
Entonces sonó el timbre y el tembló entero.
—Suerte—Soltó de repente una voz, todos se sorprendieron cuando Zoro dijo eso, hasta Usopp se giro a verlo, tenia una sonrisa suave y después de eso desconecto la llamada.
El moreno volvió a temblar cuando recordó quien estaba atrás de la puerta, camino y, después de tocar su cabello abrió.
Ella le sonrió y Usopp se sonrojo, vestía un hermoso vestido azul largo y su chaqueta colgaba de sus hombros, pero no era cualquier chaqueta era una chaqueta que Usopp le regalo que antes era de él.
—Hola amor—Susurro ella acercándose para besarte, Usopp la atrapó entre sus brazos mientras cerraba la puerta.
—Hola cariño—Susurro después del beso, entonces vio un regalo y dos tapers entre sus delicadas manos, el se separo y agarro todo por ella. —Dejaré todo esto en la cocina, lleva al árbol el regalo bebe.
Ella asintió y tiro su bolso en el sillón para después ir a dejar el regalo bajo el árbol de plástico que el tenía guardado, que habían adornado juntos hace ya dos semanas, ella miro como también había un regalo para ella, sonrió y dejo el suyo a su lado.
Después camino a la cocina, donde estaba su novio sirviendo vino en unas copas, ella se puso detrás de él y lo abrazo por la cintura, haciendo que Usopp sonriera tontamente.
—Me alegra pasar las fiestas a tu lado Usopp —Susurro ella felizmente, el se giro entre sus brazos y la miro, bajando la mirada, se miraron por un largo rato.
—Yo también bebe—Susurro el y después prosiguieron a comer, Usopp, como siempre, la hizo reír muchísimo y el adoraba su risa.
Después de la comida ambos se tiraron al sillón, con una botella de vino y sus respectivas copas en la mesa ratonera al frente del sillón, la casa de Usopp tenía un gran ventanal y ahí estaban ambos, mirando el cielo nocturno, esperando a que sean las doce para poder ver los fuegos artificiales.
El acariciaba su estómago aún vestido, ya que la tenía abrazada ente sus piernas y ella acariciaba sus brazos suavemente.
—Te amo—Soltó por primera vez en su larga relación de dos años y se acerca a el tercero, la muchacha se giro a verlo y cuando choco sus ojos contra los de el los fuegos artificiales golpearon el cielo y adornaron las nubes.
El beso sus labios pasional mente antes de escuchar su respuesta, la abrazo con fuerza y Suspiro sobre sus labios después del beso.
—Yo también lo hago Usopp, te amo—Susurro ella besando sus mejillas, el sonrió tontamente y la dejo a un lado del sillón.
—Ya vuelvo bebe—Dijo el suavemente, ella lo vio desaparecer y después se giro a ver los coloridos fuegos artificiales, cuando Usopp volvió abrió la pequeña puerta del ventanas que daba a un balcón, le hizo señales a ella y esta corrió hacia el emociona al ver una caja de cohetes y fuegos artificiales entre sus manos.
Ambos salieron y el beso su mejilla.
—Mira hice unos cuantos para nosotros—Usopp adoraba los fuegos artificiales y decir que hizo para ambos era algo que la emocionaba, el preparo las cosas y ella se alejo manteniéndose en la puerta del balcón, cuando lo prendió con el encendedor corrió hacia ella y la abrazo por la cintura, ambos miraron al cielo y entonces explotó hacia el cielo.
Los colores iluminaron sus caras y el beso su mejilla suavemente, con una sonrisa muy grande en la cara ella se rio suavemente, entonces sintió como el presionaba algo en su brazo muy tímidamente.
—Espero que te guste —Le Susurro el moreno con las mejillas coloradas, la mujer lo hizo entras a casa y también le dio su regalo.
—Juntos—Dijo ella, ambos contaron hasta tres y rasgaron el papel de ambos regalos y los miraron un momento.
Entre las manos de ella había un gran álbum de fotos, forrado en cuero y en medio había una foto de ambos en el parque de diversiones que llegaba cada año para la semana de fiestas navideñas, esa foto tenia un año.
Entonces sentiste como el te envolvió con sus brazos.
—Gracias bebe, es hermoso.
Usopp leía mucho y, además, contaba las mejores historias que había escuchado, entonces decidio regalarle varios libros de sus escritores favoritos y que ella sabia que le faltaban.
Mientras ella limpiaba la mesa Usopp se había dormido en el sillón, cuando terminó lo miro tirado en el sillón sonrió tontamente y se tiro a su lado, acurrucadose sobre su pecho, el moreno reaccionó y la abrazo fuertemente.
—Feliz navidad bebe.