E S C E N A
S E X U A LTocar el piano era lo que mas le gustaba hacer en este mundo lo tocaba todos los días, a la mañana para tener una linda tarde y cuando salía del conservatorio para no olvidar nada, Michelle era así hasta que un día lo conoció.
Vinsmoke Sanji, el hombre con el aura mas triste que podría conocer, tocaba el violín de manera majestuosa pero su mirada vacía y sus manos heladas, apenas y hablaba pero a Michelle le encanto, su cabello rubio y su ceja extraña.
Ella pensaba que la ultima y única vez que lo vería fuera en aquel recital pero no fue así, a la mañana siguiente lo tenia paseando por los pasillos del conservatorio con su estuche de violín colgado en la espalda.
—Te quiere de acompañante en sus próximos recitales—Eso dijo su maestro, Michelle casi se muere aquella tarde, tocar con el es algo duro, es muy exigente pero Sanji era increíble, un gran amigo y trataba increíblemente bien a Michelle.
Aquella noche habían terminado de practicar y ahora Sanji la acompañaba a casa.
—Odio tocar el violín —Reconoció Sanji mientras caminaban tomados de las manos, el rubio decía que adoraba la calidez de las manos de la pianista, la chica la miro curiosa.
Aveces se dice que las personas con grandes talentos no les gusta lo que hacen.
—Pero últimamente me siento muy cómodo, gracias a ti—Susurro el rubio con una linda sonrisa encarando a Michelle en las escaleras de su apartamento—Me gusta tocar contigo, sigues mi ritmo y parece que disfrutas estar a mi lado.
El rubio se acerco a ella y, soltando su mano, la abrazo con fuerza, Michelle no era de muchas palabras pero tener a el rubio contra ella le hacia salir unos suspiros pesados.
—Como me siento tan bien contigo te mostrare lo que realmente quiero ser.
Dejar que Sanji este en su departamento y dejarlo en su cocina fue una maravilla, verlo cocinar era muy distinto a verlo tocar. Sonreía y tarareaba canciones dulces.
Era único, bello y cálido.
—¡Bon apettite!—El plato que tenia en frente brillaba ante esos ojos, Sanji se acurrucó contra su espalda y sonrió al ver como sus mejillas se ponían rojas por el buen sabor.
—C-Cocinas increíble Sanji—Susurro ella mirándolo, el rubio suspiro, se conocían hace ya unos meses y ella había logrado que se sintiera único, como nadie había intentado.
—¿Podemos tener sexo?—Ver como Michelle se atragantaba y se giraba a verlo con las mejillas demasiado rojas.
—¿D-De que hablas?—Gruño Michelle mirándolo.
—Solo... Solo quiero tenerte, no sera una sola vez, me quedare a tu lado.
No fue fácil para Michelle pero ella estaba encantada con el y no resistió besarlo, eso fue un pase libre para el rubio, apretarla contra el y la alzo para caminar algo lejos del comedor, buscando un lugar cómodo para ella, la puso contra el sillón que había ahí.
Se alejo de sus labios al sentir cuando ella empezó a intentar sacarle la camisa, el se la saco y después a ella para bajar su corpiño y lamer los pezones de las pequeñas tetas de su linda Michelle.
Una de las manos de Sanji bajo hasta su intimidad para acariciar con tranquilidad, los gemidos de ella eran deleitantes ante los oídos del rubio.
—Tan linda —Susurro el separando sus labios de los pezones erectos de la chica, el la miro mientras ella tapaba su boca con sus manos y el metía dos dedos detrás de ella, haciéndola retorcerse ante el.
Sus piernas estaban abiertos ante el sobre sus hombros para que su experiencia fuera mejor.
—M-Me vengo—Gimoteo ella y, pasa su suerte, Sanji salio de ella y lamió los jugos que ella había esparcido sobre sus dedos.
—No nos apresuremos hermosa —Susurro el poniéndose sobre ella mientras tiraba a un costado el resto de sus ropas—Tenemos toda la noche para nosotros.
Ella acaricio su pecho y se acerco para besarlo, cuando sus lenguas se tocaron Sanji levantó las caderas de Michelle, metiendo su pene en ella.
Los movimientos eran lentos y los gemidos se ahogaban en la boca de ella entre los besos húmedos que no parecían querer acabar nunca.
Estar satisfechos solo llego cuando el sol toco a las nubes de nuevo, pasaron la noche disfrutando de ellos.
—Cuando vallamos a Roma para el recital... Quiero que vengas a venir a vivir conmigo al volver a Japón, ahora eres mia.
próximamente: Songfic de Usopp