El era el típico matón del colegio, se metía con todo el mundo y odiaba lo que lo rodeaba, no tenia una buena vida pero había algo que era bueno, en su trabajo, una tienda de musica, trabajaba junto a una hermosa chica, Sussy y, sin duda alguna, era la mejor obsesión de su vida, le había robado labiales que ella usaba a menudo y se había comprado el mismo perfume que ella.
Le sacaba fotos cuando nadie los miraba, tenia una carpeta solo para ella.
El problema era que ella era la mejor persona que conocía, dulce, amable, sociable y, lo mejor ante todo, no le tenia miedo y hablaba libremente con el.
Aquel día Kid estaba poniéndose la remera de su trabajo mientras le había dicho a Sussy que atendiera solo unos segundos pero al escuchar un grito no dudo en salir acomodándose la remera.
—L-Lo siento, no era mi intención—Ver de esa manera a su querida Sussy por culpa de un cliente le había hecho rabiar.
—¡¿Es que no sabes nada, inutil?!—Cuando aquel tipo levanto la mano Kid lo agarro con fuerza, descontrolado, lo tiro hacia atrás poniendo su cuerpo delante de Sussy, que paso su mano por el brazo de Kid, nerviosa.—¿Que mierda de pasa?
—Si tiene alguna queja digamela a mi pero no le levante la mano a ella.—La voz de Kid no era como la que Sussy conocía, estaba mas ronca y tosca, amenazante. El chico solo rechisto y Kid lo siguió hasta la salida con Sussy contra su cuerpo, cuando el hombre se fue el pelirrojo se giro a la rubia que le agradeció con un gran abrazo.
Eso fue mas que suficiente para el, al salir del trabajo, después de llevar con su auto a Sussy a su casa y recibir el beso en la frente haciéndolo temblar, fue en busca del hombre que la había asustado esa tarde, no había duda de lo que haría y, después de llamar a Killer, se encargó de buscar al hombre y matarlo para después tirar al río su cuerpo.
Nadie molestaría así a su linda sussy.
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