No recordaba nada de la noche anterior. Nada. Solo me sentía más bien miserable.
Supuestamente tendría ya que estar en mi casa. Desde hace dos días. Seguía encerrada en el dormitorio de Min Ho. Era domingo por la noche y no salía de aquel cuarto desde el sábado por la mañana. Solo había visto el rostro del chico una vez que fue cuando me trajo la comida el día anterior.
-¡TE VUELVO A REPETIR MIN HO: ESTO ES UN PUTO SECUESTRO! -chillé cansada, ya que desde ayer me notaba con más sueño.
Al igual que las otras muchas veces que le había dicho aquello, no me respondió. Solo se escuchaba silencio. A veces realmente parecía que me dejaba sola en el apartamento y se marchaba.
La puerta del dormitorio, obviamente, la dejaba bloqueada con algo. Tal vez una cómoda de madera enorme que había en el salón, ya que cada vez que venía a dejarme comida, sonaba algo fuera, como si estuviese arrastrando un mueble.
-Open your eyes joyonghi open your eyes... Open your eyes ijeneun open your eyes -comencé a tararear sentada en el suelo con la espalda pegada a la pared mientras miraba por la ventana.
Valoré de nuevo la idea de chillar por la ventana pidiendo ayuda, pero por esa calle nunca pasaba nadie... y menos a estas horas de la noche.
La única luz que tenía en aquel momento era la de las dos lamparas de mesilla que había a ambos lados de la cama. Eran pequeñas, pero iluminaban mucho (luz por cortesía de Baekhyun S.A... okno).
Ya ni tenía hambre ni nada. Únicamente... quería ver a Taeyong ya. Me dejé caer sobre la cama llena de sueño. Antes de dormirme, recordé que mañana era lunes... es significaba que me iba a dejar salir ya de aquel condenado dormitorio... No me iba a dejar: me TENÍA que dejar salir.
-¿Qué hora es? -miré en cuanto me desperté el despertador.
¡¿Las 10:00?! Llegaba una hora tarde a la universidad... aunque dudaba que ya me dejasen pasar. Corrí hacia la puerta y comencé a tirar de ella. Nada. Seguía igual.
-¡ME CAGO EN TU VIDA MIN HO! -chillé dándole una patada.
El profesor Choi entró en clase y detrás de él, cerró la puerta. Todos los estudiante se sentaron en sus sitios. Este inspeccionó la clase con la mirada tras haber colocado el ordenador y la pila de libros que llevaba en los brazos sobre su mesa.
-¿Dónde está la señorita Kang ______? -preguntó entonces colocándose las gafas.
-Esta mala -respondió Min Ho-. Hablé con ella y dice que no se encuentra nada bien y prefiere quedarse encerrada en casa.
-Que raro... a mí no me ha dicho nada -objetó Mark mirándole-. A mí siempre me lo dice todo y no me llamó ni el sábado ni el domingo.
-Será que prefiere estar tranquila -le respondió Min Ho de nuevo a mi mejo amigo sin siquiera mirarle a la cara.
-¡Cállense ya los dos Lee y Choi! -exclamó enfurecido mi profesor-. Abran ahora todos el libro de derecho penal por la página 130.
Iba a escapar ya de una vez por todas. Me estaba comiendo por dentro, llevaba todo el día sin echarme nada a la boca, salvo unas barritas integrales que llevaba siempre conmigo.
Escuché la puerta principal abrirse. Era de nuevo de noche. Min Ho tenía que darme de comer, tanto el sábado como el domingo había pasado a esa hora con la comida. Afortunadamente, tenía razón. Tras haber escuchado el golpe de la mochila contra el suelo, el mismo ruido del mueble moviéndose sonó.
Me situé en la esquina que había al lado de la puerta, de tal forma que no me viese. La puerta se abrió levemente, y pude escuchar un murmullo de Min Ho al no verme, esta se abrió aún más y él entró.
En aquel momento, pude definitivamente salir de aquel cuarto, así esbozando una de las mayores sonrisas que se me había dibujado en el rostro jamás.
Me giré y vi que Min Ho miraba de un lado a otro por la ventana abierta. Tal vez se pensaba que había escapado por ahí. Pero, obviamente no, las alturas me daban demasiado miedo y aquello era un quinto piso.
Rápidamente me di cuenta de que se había dado cuenta de que había salido de la habitación. Cuando se dirigió hacia mí rápidamente, yo me apresuré y corrí hacia la cocina tratando que que no volviese a alcanzarme y a encerrarme.
En pocos segundos ya estaba extremamente cerca de mí, y por acto reflejo entendí la mano hasta alcanzar una sartén que había, con la cual le golpeé la cabeza con la máxima fuerza posible.
-¡Me cago en todo! -exclamé cuando vi que se cayó directamente al suelo.
Afortunadamente no estaba inconsciente, solo aturdido.
Corrí a la puerta y busqué rápidamente la llave correcta, recordando que el sábado ya había elegido la incorrecta. No había nada en el llavero de la entrada, por lo que apresuradamente me las tuve que apañar y cogí una horquilla de mi pelo y la introduje en la cerradura.
-¡Bien! -susurré al ver que había funcionado.
Abrí de par en par la entrada y salí corriendo con las pocas fuerzas que me quedaban. De una vez por todas, salí de aquel maldito edificio y ya en la calle, continué corriendo para llegar a mi casa... junto a Taeyong.
Faltaba cruzar unas pocas calles cuando giré la cabeza y vi el coche de Min Ho al final de la calle persiguiéndome. Algo dentro de mí, hizo que acelerase el paso, pero repentinamente me choqué con alguien, así cayendo al suelo.
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Siento haber tardado tanto en publicar, estoy con exámenes y no he tenido tiempo de escribir!! Espero que me perdonen ;-; Muchas gracias de verdad por todas estas views, ya 1.8K LOL!!!!
Decidme que os está pareciendo hasta ahora el fanfic en los comentarios!!! ^^
Os saranghaea mucho: Keyoon <3
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The 7th Sense [Taeyong & Tú]·TERMINADA·
FanficS I P N O S I S : ______ es una chica de 20 años que está en un apartamento en Corea del Sur, Seúl, estudiando en la universidad. Una noche, queda con unos amigos para jugar a la ouija y sale realmente mal. Un espectro llamado Taeyong acaba colado e...