Capítulo 15

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Al día siguiente, por la mañana, lo primero que hago es ir a casa 0de los padres de Martín a llevarles al niño para que estén con él y aprovecho para preguntarles si saben algo de Martín. Llamo al timbre de la enorme casa nerviosa, no sé cómo van a reaccionar al verme, temo que me culpen de que su hijo se haya marchado. Mi suegra, supongo que ahora ex-suegra, abre la puerta y al vernos al niño y a mi se le ilumina la cara.

-Hola cariño, ¿cómo estás? -me pregunta tiernamente mientras se agacha para coger al niño de la silla.

-Bien, bueno, haciéndome a la idea de que estoy sola, la casa se me hace inmensa.

-Oh, cielo, lo siento mucho, no sé cómo ha podido hacerte eso -dice con tono de reproche hacia su hijo.

-¿No te explicó sus motivos? -le pregunto.

-Si, cielo, si, pero igualmente esa no es forma de hacer las cosas, si crees que tu esposa siente algo por otra persona te sientas con ella y habláis las cosas, no te marchas una noche sin decir nada dejándola a ella y a tu hijo -explica cada vez más enfadada-. Pasa dentro.

-¿Has hablado con él? -le pregunto- ¿Sabéis si está bien o dónde está?

-Si hija, está bien, está tratando de poner en orden sus ideas, siento no poder decirte donde está, pero es algo que no me perdonaría -explica.

-Tranquila, lo entiendo, con saber que está bien me quedo más tranquila.

-¿Es verdad que quieres a otro hombre? -me pregunta seria mirándome a los ojos.

Desvío la mirada ya que me siento culpable, me pongo colorada y laslágrimas empiezan a deslizarse por mis mejillas.

-No llores cariño, no llores -me suplica.

-Es que me siento muy culpable, he destrozado mi familia, por mi culpa mi hijo tendrá que crecer con padres separados -trato de explicarme entre sollozos-, yo quería a tu hijo, Carmen, te juro que yo quería a tu hijo, de verdad que cuando nos casamos pensé quesería para toda la vida, jamás hubiera traído un niño al mundo sino pensara que estaríamos juntos para siempre, le quería, aún le quiero -sigo explicando mientras mi llanto se incrementa.

-Lo sé, sé que le querías, solo había que ver cómo le mirabas y lo radiante que estabas el día que os casasteis, pero el corazón aveces cambia de parecer -trata de tranquilizarme mientras me acaricia el pelo.

-Yo todavía quiero a Martín, te lo juro.

-Pero no lo suficiente -aclara dulcemente.

-Quiero mucho a Martín y no quiero que salga de mi vida, pero con Dougie... Es distinto, es...

-Amor, amor de verdad, por cómo se ilumina tu rostro cuando pronuncias su nombre es amor cariño, Elena, él es el amor de tu vida. Por las razones que fuera Martín y tú os equivocasteis, pero ahora tú has encontrado al bueno y Martín, algún día también encontrará a alguien -habla tan dulcemente que consigue tranquilizarme.

-Muchas gracias Carmen, no sabes lo que significa para mi que lo entiendas y me apoyes en esto.

-Solo te pido que nos dejes seguir viendo al niño aunque Martín no esté aquí -me dice.

-Claro que si, podéis verlo siempre que queráis -le digo sin dudarlo- ¿quieres que os lo deje aquí para que pase el día con vosotros y lo venga a recoger por la noche? Así su abuelo se llevará una grata sorpresa cuando vuelva a casa.

Dejo al niño en casa de mis ex-suegros y vuelvo a la mía sintiéndome mucho mejor, limpio un poco para distraerme y después llamo a Dougie para contarle la charla con mi suegra.

-Te echo de menos -me dice cuando termino de contarle todo.

-Y yo a ti- le contesto- me siento muy sola aquí.

-La casa está completamente vacía sin ti.

-Dougie, solo estuve ahí un par de días -le contesto riéndome.

-Lo sé, pero me bastó para acostumbrarme a tenerte a mi lado.

-Oh Dougie, no soporto estar separada de ti ahora que por fin estamos juntos.

-Escucha, cogeré el primer avión que pueda para ir a verte.

-Pero la prensa... - le empiezo a decir preocupada, pero me interrumpe.

-Elena, a nadie le sorprenderá que coja un avión yo solo y en España no somos tan conocidos, en todo el tiempo que estuvimos de vacaciones ahí no nos sacaron ni una foto, no pasará nada, confía en mi -me tranquiliza.

-Está bien -acepto- me muero por verte -añado.

Quedamos en que tan pronto como tenga el billete me llamará para decirme a que hora legará. Solo podrá estar aquí unos días, porque pronto empezarán a preparar el próximo CD de McFly y tiene que estar en Inglaterra, pero espero que en esos días podamos encontrar la forma de estar juntos.


Esa noche cuando voy a recoger a Antonio a casa de mis suegros estos me invitan a entrar a charlar de nuevo, cosa que me resulta bastante rara teniendo en cuneta la larga conversación de esta mañana, no se me ocurre sobre qué otra cosa querrán hablar.

-Elena, queríamos hablar contigo sobre algo -me dice mi suegro serio.

-Muy bien -acepto algo asustada.

-Verás, sabemos que te habías tomado una excedencia para cuidar al niño, así que ahora mismo, al marcharse Martín, no tendrás ningún tipo de ingresos -explica mi suegra- y nos preguntamos de qué vais a vivir Antonio y tú a partir de ahora -añade.

-Oh, la verdad es que aún no lo había pensado -reconozco- supongo que tendré que volver a mi trabajo, aunque eso conlleve llevar al niño a una escuela infantil, y supongo que hasta que llegue mi primer sueldo me ayudarán mis padres y en caso de necesidad podré pedirle un préstamo a Dougie -empiezo a explicar.

-Verás, Antonio sigue siendo y siempre será hijo de Martín, su obligación es mantenerlo, ahora mismo está fuera, así que nos ha pedido que nosotros te ayudemos con el tema económico hasta que él vuelva -explica mi suegro.

-Pero yo no puedo aceptar eso -digo.

-Claro que si, lo vas necesitar cielo, no lo hagas por ti, acéptalo por tu hijo, nosotros te pasaremos la pensión correspondiente hasta que Martín vuelva y pueda hacerlo él.

-Oh, Dios mío, no me lo puedo creer -digo empezando a llorar de emoción- vuestro hijo se ha marchado por mi culpa y vosotros me ayudáis tanto, sois unas personas maravillosas -les digo ya entre sollozos.

-Cariño, Martín no se ha marchado por tu culpa, ha sido su decisión -dice mi suegra cariñosamente.

En cuanto me calmo vuelvo a agradecerles su ayuda, cojo al niño y me vuelvo a casa, completamente conmovida e incrédula por todo lo que está pasado.

Te tengo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora