Capítulo 22

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Después de darnos una mariscada impresionante Dougie y yo nos vamos a casa a descansar, ahora que por fin estoy divorciada y tengo la custodia de mi hijo me he liberado de todo el miedo y los nervios, así que estoy agotada por la tensión que mi cuerpo ha tenido que soportar durante los últimos meses. Bueno y el hecho de tener el estómago más que lleno también influye en que necesite una siesta urgentemente.

-Por fin vamos a poder casarnos -dice Dougie girándose hacia mi cuando entramos en mi casa.

-Y vivir juntos -le digo sonriente- no podría ser más feliz.

-Ni yo -añade besándome y apretándome contra su cuerpo.

-Mami, pupa -dice Antonio retorciéndose en mis brazos.

-Estamos aplastando al niño -le digo a Dougie separándome de él riéndome-. Perdón cariño -le digo al niño dándole un beso antes de dejarlo en el suelo.

-Ponlo a dormir la siesta y seguimos -me dice Dougie guiñándome un ojo.

Cuando por fin consigo dormir al niño, más o menos media hora más tarde, voy a mi habitación, supongo que a partir de ahora nuestra habitación, donde Dougie está tumbado en la cama viendo la tele, para echarme yo también un rato.

-¿Lo celebramos? -me pregunta besándome en cuello cuando me tumbo a su lado.

-Oh, Dougie, estoy agotada, necesito dormir un ratito -le digo perezosa.

-Venga, lo celebramos y después dormirás mejor -dice empezando adesa brocharme la blusa.

-Dougie... -intento volver a quejarme, pero al final sucumbo.


Cuando terminamos me quedo profundamente dormida. Duermo varias horas hasta que Dougie me despierta.

-Sweetie, despierta, ya casi es la hora de cenar -me dice mientras me acaricia el pelo. Abro ligeramente los ojos, pero al sentir que alguien más se sube a la cama los vuelvo a cerrar.

-Mami, sena, "Tonio" quere sena -dice Antonio acercándose a mi cara-, mami, vamos a senar -insiste. Entonces abro los ojos de golpe dándole un susto y empiezo a hacerle cosquillas-. Ayuda, ayuda -dice girándose hacia Dougie sin parar de reírse al cabo de un rato, a lo cual Dougie responde empezando a hacerme cosquillas sin pensárselo ni un segundo lo cual me deja indefensa y al final los dos me ataquen hasta que no aguanto más y pido clemencia.

-Venga Antonio, vete a preparar los juguetes de la bañera que hay que bañarse antes de cenar -le digo cuando me recompongo, mientras todavía estamos los tres tumbados en la cama riéndonos.

-¡Biiiieeeen! ¡Bañera, bañera! -empieza a gritar el niño mientras se levanta de la cama y se va corriendo al baño.

-¿Has descansado? -me pregunta Dougie cuando el niño sale de la habitación.

-Muy bien -le digo sonriente- y he de reconocer que tenías razón -le digo incorporándome para besarle- "celebrarlo" antes de dormir me ha sentado muy bien -explico riéndome-, la verdad es que con el estrés y los nerviosa del juicio hacía meses que no disfrutaba tanto del sexo, así que ha sido increíble.

-Me alegro -me dice sonriente- cuando quieras volvemos a celebrarlo -añade. Yo asiento y le beso, y en ese momento escuchamos a Antonio llamarme a gritos desde el baño.

-Me temo que tendrá que ser más tarde -le digo mientras me levanto- ahora toca baño.

Voy al baño y empiezo a llenar la bañera mientras Dougie se va ala cocina a meter en el horno la lasaña que ha preparado mientras yo dormía. Cuando la bañera está llena desnudo al niño y lo meto dentro, al poco rato Dougie entra en el baño y los dos empiezan a jugar a los piratas, están llenando el baño entero de agua y espuma, pero no me importa, me encanta verles jugando juntos, en el fondo Dougie ha sido más padre para Antonio que Martín.

Cuando, por fin, termino de lavar al niño entre batallas pirata lo saco de la bañera y le seco, después Dougie se queda secando el baño mientras yo me voy a ponerle el pijama al niño. Después vuelvo al baño para secarle el pelo y cuando estoy terminando Dougie nos llama para que vayamos a cenar. Nos sentamos a la mesa, le sirvo un plato al niño y mientras le corto la lasaña en trozos que pueda comer Dougie nos sirve a nosotros, cenamos tranquilamente y en ese momento me doy cuenta de que no importa que Antonio no sea hijo biológico de Dougie o que todavía no estemos casados, ya somos una familia y no podría ser más feliz.

Después de cenar voy a acostar a Antonio pero él le pide a Dougie que le cuente un cuento, es increíble la facilidad de los niños para aprender varios idiomas a la vez, como Dougie ha estado con nosotros desde hace ya casi dos años y, en muchas ocasiones, actuando como padre con Antonio, ahora aunque aun es muy pequeño y todavía no habla correctamente ni el español ni el inglés, habla en un spanglish muy gracioso, es capaz de entender ambos idiomas perfectamente. Dougie se sienta al lado de su cama y empieza a contarle un cuento sobre piratas y yo me quedo en la puerta mirándoles, en parte porque verle con el niño hace que me enamore todavía más de él, pero sobre todo porque a veces Dougie se olvida de que está hablando con un niño de casi tres años y mete partes poco adecuadas para su edad en los cuentos, así que ahí estoy yo para recordarle a quién le esta contando la historia.

Cuando el niño por fin se queda dormido Dougie y yo decidimos darnos un baño de espuma relajante para celebrar que por fin podremos empezar nuestra nueva vida juntos. Yo me voy al baño a preparar la bañera con agua caliente, sales de baño y espuma, coloco algunas velas al rededor para darle más ambiente y cuando estoy encendiendo las últimas velas Dougie entra por el baño con dos copas de champán en una mano y una botella de zumo de naranja en la otra. Se acerca a mi, llena las copas y me da una, brindamos y nos besamos, nos desnudamos y nos metemos en la bañera. Nos quedamos ahí dentro hasta que el agua empieza a estar fría, entonces nos secamos y seguimos con la celebración en la cama.

Esa noche apenas dormimos, pero cuando me levanto al día siguiente me siento renovada, hacía tiempo que no me sentía tan bien.

Te tengo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora