Casi un año más tarde llega el juicio por la custodia de Antonio, Martín y yo llevamos ya unos meses divorciados, pero el tema de la custodia va más lento. El día del juicio me levanto de los nervios, por suerte Dougie está ahí y consigue tranquilizarme, como siempre, empiezo a pensar que tiene un don. Dejamos al niño con mi hermana y nos vamos al juzgado.
Cuando llegamos a la sala del juicio Dougie me besa y me abraza, después coge el pequeño avión de papel de plata que él me regaló y que vuelvo a llevar puesto desde que volvemos a estar juntos.
-Todo saldrá bien, esto te dará suerte, yo también llevo el mío y eso es el doble de suerte -me dice antes de volver a besarme.
Después se va a la sala de espera de testigos con mis padres y los de Martín y yo me voy a la sala donde se celebrará el juicio junto a mi abogada.
El primero en declarar es Martín, como acusado por abandono del hogar. Explica nervioso que se marchó porque yo no le quería y le estaba volviendo loco vivir una mentira, pero que no dejó de pensaren su hijo ni un solo día y que ahora que ha vuelto quiero llevármelo lejos de él. Lo cuenta como si yo solo quisiera marcharme a Inglaterra para separarle de su hijo.
Después declaro yo, cuento como me levanté una mañana y me encontré con que mi marido nos había abandonado a mi hijo y a mi, con una mano delante y la otra detrás, ya que yo estaba disfrutando de una excedencia en mi trabajo y no tenía ningún tipo de ingresos. Explico que incluso los padres de Martín me ayudaron pasándome dinero todos los meses y mi abogada presenta al juez los comprobantes del banco. Finalmente cuento como Dougie me ayudó a superar el sentimiento de abandono y a ser feliz de nuevo, que me enamoré de él y que me pidió matrimonio, también que decidimos que yo me iría a Inglaterra justo después de comprometernos, antes de que Martín volviera, y también los motivos de esa decisión.
A continuación declara Dougie, con un traductor, explica cómo llegue a su casa el día que Martín me dejó completamente descompuesta, cuenta como le costó volver a hacerme sonreír y cómo poco a poco fue cogiéndole a Antonio tanto cariño como a mi y lo mucho que lo quiere. También cuenta como decidió pedirme matrimonio y vuelve a explicar que es por su trabajo por lo que tenemos que vivir en Inglaterra y que en ningún momento lo hacemos para dañar a nadie y como Martín apareció por sorpresa en mi casa cuando volvíamos de Inglaterra tras el fin de semana en queme pidió matrimonio.
Los siguientes en declarar son mis padres, que uno por uno vuelven a contar la misma historia desde su punto de vista. Y por último los padres de Martín que cuentan cómo en ningún momento estuvieron de acuerdo con la decisión de su hijo de marcharse y cómo me ayudaron económicamente, también explican cómo les seguí dejando ver al niño siempre que quisieran a pesar de la ausencia de Martín y cómo les dejé seguir formando parte de su vida y de la mía, consultándoles siempre las decisiones importantes que podían afectarles.
Una vez termina de testificar todo el mundo nos piden a Martín y a mi que subamos, uno por uno a exponer por qué somos la persona idónea para tener la custodia principal de Antonio. Primero subo yo por ser la madre.
-El principal motivo que voy a darles es que soy su madre, lo llevé en mi vientre durante nueve meses, que no me he separado de él desde entonces por más de uno o dos días y que no sería capaz de vivir sin él -explico poniéndome triste solo de pensarlo-. Además la casa en la que Martín y yo vivíamos antes de que él se marchase es de mi propiedad, era de mis padres y ellos la pusieron a mi nombre cuando me casé, además Dougie, mi pareja, también tiene una casa de su propiedad en Inglaterra, dónde viviremos cuando nos casemos. También tengo una relación estable y llena de amor, pronto me voy a casar, con un hombre maravilloso que adora a mi hijo y al que mi hijo adora también -digo mirando emocionada a Dougie que ahora está sentado detrás de mi abogada, junto a mis padres-. Por último, ya que creo que es lo menos importante a la hora de crear una familia feliz, a pesar de que cuando nos mudemos yo tendré que dejar mi trabajo, mi prometido es uno de los cuatro componentes de una banda de música mundialmente conocida y tiene suficiente dinero para que podamos vivir despreocupadamente aunque yo no vuelva a trabajar o incluso aunque él no vuelva a trabajar -cuando termino miro hacia Martín que está pálido, supongo que el motivo es que se ha dado cuenta deque no tiene ninguna posibilidad de ganar.
Martín empieza diciendo que tiene el apoyo de sus padres y un trabajo, aunque no fijo. Después, alega que es su padre y que quiere al niño. Por último, ya que no tiene nada más que decir a su favor, trata de perjudicarme diciendo que el niño no debería vivir conmigo porque Dougie tuvo problemas con el alcohol y las drogas, cosa que, por suerte, mi abogada y yo ya habíamos previsto, así que esta protesta y explica que él lleva más de diez años sobrio y ya ni siquiera fuma, lo cual le desmorona a Martín y a su abogado toda su estrategia quitándoles las pocas posibilidades que tenían de ganar.
Finalmente el jurado se retira a deliberar y a nosotros nos dejan salir, tendremos que volver a entrar en media hora para que den el veredicto. En cuanto la gente empieza a salir mi abogada se acerca a mi y me dice que está ganado. Después me acerco a Dougie y a mis padres que me abrazan dándome fuerzas. Me giro y veo a Martín hablando con su abogado preocupado, sé que él fue quien buscó todo esto, pero meda pena, Dougie me besa en la mejilla y me dice si quiero salir a tomar el aire un rato, salimos con mis padres y nos sentamos a tomar algo en una terraza frente a los juzgados, a pesar de que mi abogada me ha dicho que ya está ganado estoy nerviosa, Dougie lo nota y me coge la mano acariciándomela todo el tiempo.
Cuando pasa la media hora volvemos a la sala y el juez anuncia la resolución del caso, yo tendré la custodia total de Antonio, solo tendré la obligación de dejar que Martín lo vea un fin de semana al mes, podré irme a vivir a Inglaterra, siempre y cuando traiga al niño a ver a su padre cuando toque. Además Martín es declarado culpable por abandono del hogar y debe pagarme una indemnización de 10.00€ y una pensión de 150€ mensuales por el niño. Cuando el juez dice lo de la pensión me acerco a mi abogada y le digo que no la quiero, la indemnización será suficiente, al fin y al cabo a él le va a hacer más falta ese dinero que a mi, la abogada le comunica mi decisión al juez, cuando este lo acepta miro hacia Martín que me devuelve la mirada agradecido.
El juicio se termina, cuando salimos de los juzgados Dougie anuncia que nos invita a comer a todos para celebrarlo, hemos ganado y por fin podremos casarnos y vivir juntos, sin que nadie pueda impedirlo.
-Gracias por renunciar a la pensión -me dice Martín acercándose a mi cuando todavía estamos en la puerta del juzgado llamando a mi hermana para que venga con el niño.
-Sé que a ti te hará más falta que a mi ese dinero -le digo-, ya sabes que no soy rencorosa -añado.
-Tenemos que fijar qué fin de semana podré ver a Antonio -me dice serio.
-¿Te parece bien el último de cada mes? -le pregunto.
-Está bien, llámame para hacer la entrega -me dice dándose la vuelta para marcharse.
-Martín -le digo para que espere-, primero no digas la entrega, no es un paquete, es tu hijo -le digo seria y él asiente- y segundo, tengo la obligación de traerle a España una vez al mes para que lo veas, pero si vienes a Inglaterra podrás verle siempre que quieras, no voy a impedírtelo.
-Gracias -dice sinceramente.
-No lo hago por ti, lo hago por mi hijo -respondo seca y entonces soy yo la que se da la vuelta y vuelvo con mi familia.
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Te tengo a ti
Fiksi PenggemarSegunda parte de Mi corazón nunca miente. Han pasado ocho años desde que Elena volvió de Inglaterra, está casada y esperando un bebé, ya no sigue en contacto con los chicos, aunque sigue al día de sus vidas gracias a las redes sociales. Es feliz con...