-Ya parecemos una familia de verdad -me dice Dougie mientras recogemos.
-Ya SOMOS una familia de verdad -le aseguro.
-Pero Antonio no es mi hijo -dice triste.
-Doug, puede que Antonio no sea tu hijo biológico, pero has sido más padre tú que su propio padre y te aseguro que eres un padre maravilloso -afirmo acercándome a él y besándolo.
-¿De verdad crees eso? -pregunta rodeándome la cintura con los brazos- Es que, como ya sabes yo no tuve una figura paterna en condiciones y, cuando mi padre se marchó, me prometí que si algún día tenía un hijo sería el mejor padre posible y...
-Y lo eres -le digo- eres un padre maravilloso y no puedo esperar para aumentar la familia -añado besándolo de nuevo.
-Podemos empezar ahora mismo si quieres -me dice cogiéndome del culo y levantándome de forma que yo le rodeo la cintura con las piernas.
-Me temo que tendrás que esperar semental -le digo riéndome mientras me besa el cuello.
-¿Por qué? -dice asustado mirándome a los ojos.
-Porque quiero estar guapa y delgada en las fotos de nuestra boda -le digo acariciándole el pelo-. Además, no me apetece que la prensa empiece a especular si nos casamos de penalti.
-Tu estarías preciosa aunque pesases 100kg Sweetie, cuanto más si llevas dentro a mi bebé. Además, llevamos un año prometidos, no creo que parezca que nos casamos de penalti -añade riéndose.
-Lo que tu digas, pero, por mucho que me muera de ganas de llevar dentro un bebé tuyo me temo que lo mejor será esperar a después dela boda, cuando ya estemos asentados en Inglaterra.
-Está bien, pero después de la boda no pararemos de buscar a ese pequeño hasta que lo encontremos -me dice mordiéndome el labio.
-De momento podemos ir ensayando con protección -le digo inclinándome para besarle el cuello.
En ese momento Dougie empieza a caminar y me lleva hacia nuestra habitación, todavía no hemos terminado de recoger todo, pero nos da igual, ya lo haremos mañana.
-¿Y cuánto te gustaría que ampliase la familia? -me pregunta Dougie un rato después mientras estamos tumbados en la cama acurrucados cubiertos únicamente por una sábana.
-La verdad es que yo siempre he dicho que mi límite eran tres hijos -le respondo.
-No está mal -dice pensativo.
-Tres como mínimo -añado riéndome.
-Eso me gusta más -dice girándose para besarme.
-¿A ti cuantos te gustarían? -le pregunto.
-Los que vengan -me dice sin parar de besarme por todo el cuerpo.
-Estás loco -le digo riéndome y cogiéndole la cara para besarle en los labios.
-Ya sabemos que con cuatro nos manejamos bien.
-Si, una sola noche para ponerles el pijama y acostarles -señalo.
-Bah, no puede ser mucho más difícil -dice riéndose- y si no podemos contratamos una niñera -añade.
-Me encanta que te encanten los niños -le digo poniéndome seria y mirándole a los ojos.
-Y a mi me encanta ver cómo el tiempo me va dando la razón -dice devolviéndome la mirada.
-¿A que te refieres? -le pregunto confusa.
-Tú y yo estamos hechos el uno para el otro, siempre lo he sabido, pero poco a poco pasan cosas y haces cosas que hacen que cada día esté más seguro de ello.
-¿Eres mi media langosta? -le pregunto citando a Phoebe en Friends.
-Soy tu media langosta -afirma justo antes de volver a besarme.
Yo le devuelvo el beso, que se va intensificando poco a poco hasta que finalmente volvemos a hacer el amor y después nos echamos a dormir, por desgracia demasiado tarde ya, y ,tras apenas un par de horas de sueño, cuatro personitas entran por nuestra habitación pidiéndonos el desayuno. A regañadientes nos levantamos y les damos de desayunar, después decidimos que, cuando vengan a buscar a los niños, les pediremos a los chicos que se lleven a Antonio con ellos, para poder dormir un rato más.
Después de que desayunen Dougie vuelve a colocar el castillo hinchable en el jardín para que los niños estén entretenidos mientras no vienen a buscarlos. Nosotros nos acurrucamos en una manta sobre la hierva vigilándolos.
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Te tengo a ti
Fiksi PenggemarSegunda parte de Mi corazón nunca miente. Han pasado ocho años desde que Elena volvió de Inglaterra, está casada y esperando un bebé, ya no sigue en contacto con los chicos, aunque sigue al día de sus vidas gracias a las redes sociales. Es feliz con...