Te tengo a ti

Capítulo 29

Después de bailar con Danny bailo también con Tom y con Harry y después los cuatro suben al escenario y nos dan un mini concierto. Después del concierto la gente empieza a marcharse, ya he bailado con casi todo el mundo y también me han felicitado y deseado suerte todos. Cuando me doy cuenta ya solo quedamos los chicos, mis amigos, Dougie y yo.

-Chicos, deberíamos irnos a la cama -les digo sentada en el regazo de Dougie mientras él me acaricia el brazo y me besa- mañana nosotros tenemos que levantarnos temprano para hacer las fotos.

-Oh, las fotos, ya no me acordaba -dice Dougie reposando su cabeza en mi pecho-, pues si que deberíamos irnos, estoy agotado, necesito dormir.

-Ya, ya, dormir -dice Danny riéndose a carcajadas.

-Tú lo que quieres es echar un polvete cochino -añade Harry uniéndose a las risas.

-Lo que vosotros digáis, pero yo me voy a descansar con mi preciosa esposa -dice Dougie, los dos nos levantamos y nos vamos paseando por la playa cogidos de la mano.

Cuando llegamos a la puerta de la habitación Dougie me coge en brazos para cruzar el umbral y después me deja caer sobre la cama.

-¿Está la señora Poynter muy cansada? -dice acercándose a mi a gatas por la cama y poniéndose de forma que su cara queda encima de la mía.

-Muy, muy cansada -le digo exagerando.

-¿Está demasiado cansada la señora Poynter como para disfrutar su noche de bodas? -pregunta bajándome un asa del vestido y besándome el hombro.

-Ay, señor Poynter, estoy taaaan cansada -vuelvo a decir exagerando- pero supongo que podré hacer un esfuerzo por usted- añado pasando mis brazos al rededor de su cuello y besándole.

-Que buena es usted señora Poynter -susurra contra mis labios.

Dougie me rodea fuertemente por la cintura con sus brazos y gira deforma que quedo encima de él, empieza a desabrocharme la cremallera del vestido mientras yo desabrocho su camisa. En cuanto se deshace del vestido, que sale volando hacia el suelo, vuelve a girarnos para quedar encima y quitarse la camisa, después ágilmente se quita los pantalones. Nos besamos, nos acariciamos y rodamos por la cama hasta casi caernos y finalmente hacemos el amor dulcemente hasta que nos quedamos dormidos.

Me despierta el teléfono, que lleva ya un rato sonando, me giro y lo cojo, es la recepción, avisando de que en diez minutos nos subirán el desayuno. Miro la hora, son las siete de la mañana, en media hora estarán aquí la peluquera y la maquilladora para prepararme igual que ayer para hacer las fotos. Tenemos que hacerlas temprano, antes de que empiecen a llegar los turistas en los barcos. Empiezo a darle besos a Dougie para despertarlo.

-Buenos días señora Poynter -dice abrazándome para apretarme contra su cuerpo y empieza a besarme.

-Buenos días, venga, tenemos que vestirnos que el servicio de habitaciones estará aquí con el desayuno en cinco minutos -le digo separándome de él y levantándome para buscar mi ropa interior y mi bata de casa.

Desayunamos juntos en el balcón de la habitación mirando al mar. Nos han traído zumo de naranja, croissants, tostadas, fruta, café y leche con cacao. Cuando termino de desayunar me voy corriendo a la ducha y cuando salgo la peluquera y la maquilladora ya están en la habitación. Me arreglan mientras Dougie se ducha y se prepara, después me vuelvo a poner el vestido y el velo y nos vamos a hacer las fotos.

Hacemos una sesión de fotos trash the dress, así que primero sacamos fotos por la playa y después nos matemos en el mar. Hacemos fotos tumbados en la arena con las olas alcanzándonos, metidos en el agua e incluso algunas debajo del agua, no puedo esperar para verlas, estoy segura de que han quedado preciosas. Cuando ya estamos acabando pasan los invitados que van de camino a coger el barco, entre ellos van mis padres con Antonio, así que aprovechamos y sacamos algunas fotos con él. Cuando terminamos de hacer las fotos nos vamos a duchar a la habitación. Ya se ha marchado todo el mundo, pero nosotros nos quedaremos a comer aquí, así que después de ducharnos nos vamos a dar una paseo por la isla hasta el mediodía.

Después de comer cogemos el barco para volver a casa, no podría ser más feliz, pero en cuanto nos bajamos del barco y veo la cara de mis padres, que han venido a buscarnos al puerto, sé que ha pasado algo malo.