Notitas de Perdón
Karol Pov.
No sé a qué hora me quedé dormida. Lo último que recuerdo es estar acostada en mi cama llorando hasta que me quedé sin lágrimas por dentro, y eso me gustó; debía drenar de alguna forma la pena que sentía de mí misma, pues yo fui la que contribuí a este desastre.
Me levanté de la cama con un dolor en mis mejillas. Eran las 10:23am. Me bañe como siempre y me vestí. Salí del baño haciéndome una coleta improvisada pero, en el trayecto a la puerta, algo llamó mi atención; había como una docena de papelitos regados por el suelo cerca de la puerta.
Los tomé con intriga y me percaté de que tenían escritos en ellos. Escogí uno y lo leí:
Fui un tonto...
Lo observé sin comprender y después recordé lo que había sucedido esta madrugada. Evidentemente, estas notitas las había escrito Ruggero. Seguí leyendo cada uno de ellos:
No fue mi intensión...
Eres muy especial para mí...
sé que soy un bastardo...
me merezco lo peor...
Perdóname...
Miré cada uno de ellos con una sonrisa, bajé los papelitos y seguí a los que sobraban hasta la puerta. La abrí y saqué la cabeza por ella. De inmediato, la imagen de Ruggero dormido en el pasillo me aturde del asombro.
Él estaba sentado, su espalda recostada contra la pared al lado de mi puerta, con la cabeza gacha, un papel en la mano y en la otra un marcador.
Me acerqué a él y me puse en cuclillas para estar a su nivel. Tomé el papelito de su mano y lo leí, decía:
Te quiero...
Mantuve mi semblante neutro, pero por dentro me derretía de la ternura, y eso era algo contradictorio pues debería sentirme fatal y enojada por lo que me había dicho.
Él comienzo a despertarse y yo corrí nuevamente hacia el interior de mi habitación.
-¿Karol...? –dijo adormilado mientras se frotaba los ojos.
Cerré la puerta y le coloqué seguro.
-Karol, ábreme la puerta, por favor.
Pero yo no la abrí.
-Karol, ábreme...
-No.
-Por favor, perdóname. Fui un imbécil, lo sé. El alcohol me hizo actuar así.
-tal vez porque es eso lo que piensas de mí.
-No, Karol. Créeme, yo ni en un millón de años te diría una cosa como esa.
No respondí.
Él jadeó vencido –bien, te daré tu espacio.
Fue lo último que oí de su parte para después escuchar sus pisadas alejándose por el pasillo.
Respiré hondo y me tumbé en la cama.
Ruggero Pov.
La había cagado, le había dicho algo que nunca debí decirle, y comprendo que esté molesta por eso, pero ya había pasado mucho tiempo y me empezaba a preocupar.
-Karol, abre la puerta. Has estado allí por más de 5 horas.
No escuché respuesta de su parte.
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Viviendo con el Enemigo ||Ruggarol||
Fanfic"Este zumbido me carcome el alma; Este dilema me duerme en un sueño moribundo. ¿Qué será el amor? ¿Qué será el orgullo? Porque entre el amor y el orgullo me hallo aprisionado. Sólo espero que un beso tuyo me saque de este hoyo de pena y dolor" Se...