Capitulo tercero

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Cat estaba abriendo los regalos y mostrándolos a la multitud para cumplir con el rito fiestero. Mia decidió esperar para poder despedirse, no quería estar en el centro de atención junto a ellos, además que disfrutaba ver como la pareja se divertía e intercambiaba comentarios secretos después de abrir cada regalo.

-Este dice...-Cat leyó con atención la nota del regalo -Con cariño de tu futura hermana- Susurro solo para que Dimitri le oyese.

Cat busco entre la multitud a Mia y cuando la encontró la invito a pasar para darle las gracias personalmente, sin embargo y aunque todo el mundo la mirase Mía no daba ningún paso hacia adelante, estaba ocurriendo lo que había querido evitar a toda costa.

Para empeorar la escena, alguien con unas enormes manos y fuerza comenzó a empujar a Mia hasta estar frente a Cat quien le abrazo de forma cariñosa, como siempre lo hacia, pero no evito que Mia se pusiera tensa ya que todos estaban observándola.

Mía vio hacia atrás con desesperación a Sameh que había sido el culpable de ponerla en aquella situación tan embarazosa, pero se dijo que era la oportunidad perfecta para poder felicitarlos y luego arrancar como condenada de allí.

-Am, Catherine cui...-Sintió la mirada expectante de Cat, el ansia de su hermano y cada par de ojos de las personas que estaban en la sala esperando por las palabras de alegría hacia la cumpleañera y futura esposa -Catherine tus manos...- ¿Que demonios tenía que decir? ¡No se acordaba de nada!, ¿no lo había practicado muchas veces ya? se reprocho Mia tensándose cada vez mas.

-Habla- Le ordeno Sameh desde atrás, sintió el cansancio de su voz y reconocio el mismo tono que escuchaba cuando hacía algo mal y solo esperaban a que terminara para poder seguirle prestando atención a otras cosas, cosas más importante que ella, y aquello la hacía sentirse furiosa y humillantemente triste.

-¡Catherine más te vale cuidar a mi hermano porque sin ti no es nada!- Le grito en la cara y apenas hubo dicho aquellas palabras se arrepintió al ver la sorpresa en los ojos esmeraldas de Cat. Sintiéndose avergonzada y frustrada dio media vuelta y hecha una furia se marchó del lugar lo mas rápido pudo.

-Jajaja- rió un hombre y luego todos rieron por las palabras de la muchacha, aligerando el tenso ambiente que se había generado.

-Cat, mi hermana no quiso decir eso- Aventuro Dimitri al ver que ella no decía nada.

-Claro que quiso decir eso- Dijo con gran calma mientras abría el regalo de Mia. Al ver el regalo no pudo evitar que las lágrimas se asomaran a sus ojos -Mira Mita- Solo Cat le llamaba así, por lo que Dimitri supo estaba feliz y lo comprendió al ver el cuadro que había pintado su hermana, en donde él y ella estaban sentados en un verde pastizal, mirándose con tanto amor como el que sentían el uno por el otro.

-Creo que te quiere más a ti que a mí- Dijo Mita divertido e intentando fruncir las cejas para parecer contrariado.

-Me encantaría abrazarla hasta dejarla sin respiración- rió extasiada de felicidad.

-Cuando lo intente me dio un gancho izquierdo que jamás olvidare- Se rió junto a ella mientras Sameh se alejaba lentamente para dejar a los tortolitos en paz.

Por alguna extraña razón ver a su amigo feliz le hacía pensar en Mia, cuando la vio no la reconoció enseguida, pero aquella piel era inconfundible, se dijo que sus ojos y su cabello eran igual al de su madre, aunque algo extraño había en ella, observo cómo se esforzaba por mantener a los invitados contentos y cómodos, algo que conseguía con mucha rapidez sin parecer melosa, se desenvolvía  con una sofisticasión que no había reconocido cuando la conoció por primera vez, sus modales eran impecables, como si los hubiese practicado seguido, aunque cuando la escucho saludando a Cat no pudo evitar reír con el resto, su persona era una contradicción.

SOLO MIA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora