Capitulo cuadragésimo

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-Una vez más-Le susurro Dave con una mirada arrebatadoramente apasionada.

-¿Solo una?- Fue la única respuesta de Mia antes de que Dave acallara sus palabras con un beso.

Esta vez hicieron el amor tan lentamente que el tiempo se detuvo para ambos, abrazaron sus almas y reconfortaron su espíritu. Ambos querían gozar de su nueva intimidad descubierta, por lo que rieron en complicidad cuando ambos dijeron al mismo tiempo -Unas vez mas-.

Cuando al fin sus cuerpos se agotaron, permanecieron juntos mirándose y contemplando cada uno de sus rasgos, ya habían tocado a su puerta para darles aviso de que en tan solo media hora partirían en un jet a Fuaad, allí no podrían volver a tener la paz que ahora los rodeaba, lo sabían y lo aceptaban, porque estaban juntos.

-Quiero muchos hijos- Le sonrió Dave de forma traviesa mientras acariciaba el vientre liso de Mia.

- ¿Qué dices? - Se sonrojo ella pensando en tan asombrosa declaración, "ella, una madre...imposible" Pensó con gracia

-Montones de hijos...No usamos ninguna protección-Acarició el estómago de Mia como si quisiera invocar a un nuevo ser. Mia río ante la concentración de Dave y ante su seguridad apabullante.

-Dave, tomo la píldora, no es posible-

-¿Tu qué?- El rostro de Dave estaba tan asombrado que Mia no pudo evitar reír a carcajadas, aquel hombre nunca terminaría de asombrarla.

-Supéralo, tenemos que vestirnos-

-Esta bien- Acepto resignándose y levantándose con aquel porte regio que le distinguía, su dignidad y su semblante recuperado hicieron sospechar a Mia.

-Renuncias muy rápidamente a la paternidad- Inquirió ella mientras se vestía con la ropa típica de Fuaad.

-Habibti, si crees que una pastilla química detendrá a generaciones de la mejor simiente, eres tú quien tendrá que superarlo, además...-

Dave se acercó y la abrazó para que ella sintiera cuan excitado estaba ante su presencia -Sólo son efectivas en un 99%, me dedicare en alma y cuerpo a superarme con mi 1%...será mejor que te prepares-

Su sonrisa era tan devastadoramente sexy que Mia no pudo evitar rozarse en él para tentarlo.

-Estaré esperando- Y se apartó para terminar de vestirse mientras escuchaba las carcajadas de Dave, podía decir y hacer cosas muy vergonzosas, pero su rostro sonrojándose le quitaba cualquier convicción a sus palabras.

Mia y Dave se encontraban en la cocina de una mansión porque Alana había insistido en que Mia no comería nada que ella personalmente no preparase y Mía estaba feliz con la idea, su amiga cocinaba para los dioses.

~Kahina lo lamento~ le había dicho Naim con un rostro lleno de mortificación, él se culpaba por haber desatendido su labor más preciada, mantener a salvo a la Kahina de Uzza. Todo por unos ojos que no podía olvidar, era una deshonra y la culpa no lo dejó descansar.

~Naim somos amigos, no te disculpes por algo que no podías controlar~

~Mia, mi hermano difícilmente dejará pasar el hecho de que ambas nos vimos involucradas en algún peligro, nuevamente...y como él no estuvo allí para poner el pecho frente a nosotras siente que le ha fallado a la humanidad, es muy terco y también muy orgulloso~

~Uzza personalmente estaba allí, si sigues así de molesto ofendes a Uzza, ella fue quien nos protegió~ Intento acorralarlo Mia pero solo vio como de sus labios escapaba un suspiro largo y tedioso, hombres de las cavernas. Pensó al recordar lo que Dave le había dicho sobre el 1%.

SOLO MIA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora