Como las noches pasadas, Mia estaba absorta pintando el retrato de Dave, sus pómulos altos y su barba perfectamente recortada daban a su rostro un salvajismo controlado que podía palpar en el ambiente.
Su corazón palpitaba más de lo normal al contemplar sus ojos azules, oscuros y profundos, una mirada que cargaba con grandes responsabilidades, pero aun así tenían un brillo que no sabía identificar. Un hombre fuerte, dedicado a su pueblo, acostumbrado a tener el control y a dominar. Un hombre con una pasión desbordante, capaz de ahogar a quien fuese su presa.
¿Se sentiría solo? ¿Tendría en quien apoyarse?
No quería divagar en cosas que no le importaban, pero tenía mucha curiosidad sobre la vida del hombre que estaba pintando, sobre todo cuando se mostró prepotente y molesto delante de su puerta para ser al minuto siguiente un hombre perfectamente encantador y amable. ¿Cómo entenderlo? ¿Cómo poder pintarlo cuando no le conocía?
¿Sería verdad lo que decían las mujeres sobre él? ¿Qué parte era la real, el hombre dominante o el gentil?
-¿De verdad no tienes corazón?-Le pregunto al retrato de Dave como si este fuese capaz de responder.
Solo habían pasado un par de horas cuando su teléfono comenzó a sonar y sobresaltada lo descolgó, una llamada a esas horas solo podía ser algo malo.
-¿Qué sucede?-Pregunto Mia con el corazón en la mano
-Normalmente suelen saludarme con más cariño-
-Oh...es tarde, pensé que algo había pasado- Suspiro aliviada y sonrió al ver el cuadro de Sameh junto al de Dave , era extraño verlo y oír su voz por separado.
-Entiendo... la verdad ocurre algo grave y solamente tú tienes la solución-Sameh había intentado poner un tono serio mientras hablaba y Mia sospecho enseguida de lo que podría estar pensando aquella mente intrigante.
-Habla claro-
-Necesito una acompañante para una inauguración de una galería mañana, y en vista de que mi hermano ira, creo que deberías acompañarme antes de que el simplemente te secuestre-
-Eso sí que es ir al grano- Pero realmente no sabía cómo reaccionar, por una parte y la que predominaba, guardaba todo el pánico que actos sociales como aquellos demandan, estar expuesta a las miradas de la gente, rodeada de gente, con preguntas. Por el otro lado estaba la curiosidad, de conocer más a Sameh y también más a Dave, sin embargo prefería salir con el hermano menor que enfrentarse a la mirada del mayor.
-Tu silencio me tranquiliza- Bromeo Sam, paciente por escuchar la respuesta, o por lo menos eso intentaba hacerle creer a Mia, porque era la sexta vez que tomaba el teléfono, y la única en la que se había atrevido a esperar hasta que sonara el timbre de marcado.
-No sé si me sentiré cómoda yendo a un lugar así, no he sido invitada y tengo trabajo por hacer- Evadió la situación con diplomacia.
-Iras como mi acompañante, además no es nada del otro mundo, podría llevarte a cenar luego si te aburres de ver pinturas, y así no toparnos con mi hermano-
Mia no quería aceptar la invitación, porque la comodidad y seguridad que le daba su hogar era todo cuanto necesitaba ¿O no?
-Está bien, pero...-
-Te paso a buscar a las 19:00, viste algo formal- Se apresuró a decir y luego le colgó ¡Le colgó!
-Ya me estoy arrepintiendo-Susurro Mia con la mirada en el techo. –Pero no tengo nada formal..creo-
Mia dejo su estudio ordenado y aseado mientras se repetía las mil razones por las que debía cancelar la cita ¿Cita? Esto no era una cita, se reprendió, simplemente le hacía un favor a Sam, porque ahora era su amigo. Un amigo, hace mucho tiempo que no llamaba a alguien de esa forma. Siempre había estado su madre, su hermano, y ahora Cat. Es cierto que otras personas eran amables con ella y ella les apreciaba, sin embargo no eran sus confidentes, ni reía con ellos por alguna cosa que no tenía gracia. ¿Hace cuánto no salía de verdad? Eso explicaba en parte su escaso armario.
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SOLO MIA ©
Romance¿Cómo poder amar a un hombre egoísta y opresivo? se pregunta ella. ¿Cómo poder amar a una mujer liberal y subversiva? Se pregunta el. Tal vez este amor solo pueda mantenerse con una ayuda sobrehumana... Tal vez tendrán que confiar uno en el otro sin...