Dimitri estaba agotado, por decir poco, primero limpiando lo que había ocurrido dentro del museo de arte, eso en si ya era un desastre publicitario, pero cuando el gobierno se involucraba todo se volvía mucho más engorroso.
Para empeorar su situación, no saber lo que había ocurrido con Mía lo desquiciaba, no saber porque había desaparecido, no saber si estaba a salvo hasta horas después fue un suplicio y se sintió envejecer 20 años en unas cuantas horas, para colmo Sameh parecía un fantasma desde aquel día y su propio padre parecía más tenso de lo normal. Aun tenia una montaña de papeleo burocrático y administrativo que revisar, pero lo que mas lo afectaba era saber que no podía ayudar en nada...aun. Para ayudar tenia que terminar aquel papeleo.
Dimitri sonrió al ver las galletas que acompañaban su café negro, su dulce Cat lo cuidaba como siempre. De hecho, antes de que todo se fuera al carajo había disfrutado de un agradable momento con su prometida.
...
- ¿Estas segura de que no me dirás lo que está ocurriendo? - Había amenazado a Cat mientras la tenía acorralada contra una antigua mesa, negando el orgasmo que ansiaba.
- ¡Si no terminas lo que empezaste te arrepentirás Mita! - Jadeo ella
-Entonces dime...créeme, esto es una tortura para ambos- Su boca estaba tan cerca de su clítoris que la sola respiración de Mita la hacía jadear. -
- ¡Mita!...-La voz de Cat se entrecortaba entre jadeos y su visión nublada por la pasión encendían el corazón de Dimitri.
-Dime...-Paso su lengua lentamente por los labios de su sexo, tan lento que los ojos de Cat se tornaron vidriosos.
-¡Mita!, por favor- Susurro ella tan dulcemente que Dimitri no pudo apartar la mirada de su rostro suplicante, aquellos ojos llenos de anhelo, suplicando su atención fue mas de lo que el pudo soportar. En un segundo aparto sus pantalones y se enterró tan profundo dentro de ella que la tan ansiada fricción que necesitaba llevo a Cat a un orgasmo instantáneo.
Mientras ella jadeaba su liberación Dimitri se introdujo rápidamente en ella, tan rápido, tan fuerte y tan salvaje que logro que Cat se corriera una segunda vez junto con él.
Ambos terminaron jadeantes y abrazados mientras sus pulmones se llenaban de aire para normalizar su respiración, no pudieron evitar echarse a reír mientras estaban juntos en una mesa mas antigua que la edad de ambos juntos.
-Tendré que volver a peinarme- Se quejo Cat con una complaciente sonrisa.
-Te adoro- Dimitri acomodo su ropa y la limpio mientras ella sonreía complaciente, después de todo se había salido con la suya.
-Mita confía en mí, te enteraras a su debido tiempo y preferirás que sea Mia quien te lo diga...lo más probable es que hoy mismo hable contigo, no seas impaciente amor- Susurro su amada mientras arreglaba su corbata.
-Las cosas han cambiado mucho en menos de un año, siento que no la puedo proteger- Se apoyo en su frente, el solo toque de Cat era como un oasis en el desierto.
-Está bien, pero confía en ella, así como mi padre confió en ti, tu debes confiar en el Ast Dave, no la prives de alcanzar su felicidad o solo la alejaras-
-Lo se...-
-¡Si claro!-Rio - Por eso me arrastraste a este cuarto para intentar obligarme a decirte lo que se-
-Puedo decir que no me arrepiento de la ganancia- Rio junto a ella.
Ambos sonrieron y compartieron con tan solo una mirada la complicidad de su afecto mutuo. Dimitri la amaba tanto que haría cualquier cosa por ella, por eso cuando volvieron con la muchedumbre, sin saber que en aquel momento Mia necesitaba ayuda, se sentía tan culpable. El feliz y su hermana luchando por su vida, no era algo que lo enorgulleciera.
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SOLO MIA ©
Romance¿Cómo poder amar a un hombre egoísta y opresivo? se pregunta ella. ¿Cómo poder amar a una mujer liberal y subversiva? Se pregunta el. Tal vez este amor solo pueda mantenerse con una ayuda sobrehumana... Tal vez tendrán que confiar uno en el otro sin...