Dave simplemente la metió en la bañera con la ropa puesta y luego deposito un beso en su frente.
-¿Quieres que te ayude a fregar tu espalda?-
Ella estaba roja como la grana, pero no dudo en ningún momento cuando tomo el brazo de Dave y lo jalo al interior de la tina.
Mia observo su rostro, sorprendido por lo que ella había hecho, era obvio que no lo esperaba y eso le produjo una gran risotada. ¿De verdad el creía que por ser un rey ella no se vengaría de su niñería?
-Creo que ahora estamos en paz- Dijo Mia aun con espasmos de risa.
Dave la miro con los ojos entrecerrados. Aquella mujer era única, pensó con satisfacción. ¿Por qué Mia podía colmar su corazón de tanta alegría? ¿Por qué ella?
Aquel momento en el que se miraron a los ojos no tuvieron que usar las palabras, ambos deseaban lo mismo, ambos en sus mentes deseaban que las circunstancias fueran otras, que sus vidas fueran otras. Por primera vez en su vida Dave deseo no ser rey, y por primera vez en su vida Mia estaba feliz de todo lo que le había pasado, porque todo aquello la llevo a aquel momento con Dave.
-Ven aquí-Dijo él con voz ronca y ella sin pensarlo pego su cuerpo al de el.
Con sus ropas mojadas era difícil moverse, pero en esos segundos solo querían permanecer uno junto al otro, fundirse juntos y desaparecer de todo aquello que los rodeaba.
En sus mentes solo habían pensamientos para ellos, sensaciones que sólo les pertenecían a los dos, y una confianza tácita que Mia no creía posible podía dar a un hombre. Aquel descubrimiento llenaba su corazón con tanta alegría que sus latidos no paraban de danzar gozosos.
- Es mejor que te bañes antes de resfriarte-
Nuevamente fue Dave quien adoptando un aire distante, los separaba de aquel tacto que tan deseado se había vuelto para ella.
Dave quería quedarse. Le dolía físicamente separarse de ella, pero debía mantener las distancias porque no sólo su cuerpo anhelaba su toque, sino que cada vez que la veía a los ojos, la sentía mas cerca de su corazón. Era como una presencia física que lo tocaba y reconfortaba, lo cual era peligroso, no podía permitir que nada se acercase a su corazón. Desde hace años pensaba que no le quedaba uno hasta que encontró a Mia.
Por todo aquello Dave solo disfrutaría de ella, podría apreciarla, desearla, hasta quererla un poco pero nunca tendría su confianza en una bandeja, porque de pequeño aprendió que en el único en el que podía confiar al 100% era en si mismo.
Dave estaba demasiado tentado a girarse y ver su cara, pero no lo hizo, por el bien de ambos le dio la espalda y se marchó de aquel lugar.
Mia hizo lo único que podía hacer en aquellas circunstancias, se ducho y fregó su cuerpo intentando dejar a un lado el sentimiento de rechazo que había sentido al ver la rigidez de la espalda de Dave.
Aunque estaba temerosa de entrar al cuarto que Dave quería que compartieran, sintió un poco de decepción al no encontrarlo allí.
Hallo en la cama un hermoso vestido de los colores del sol, era tan hermoso, tan esplendido, tan... tan de Dave.
Aunque no le gustaba que la trataran como a una muñeca, extrañamente los vestidos que Dave le obsequiaba la hacían sentir querida y atesorada.
Sabía que no podía permitirse sentir de esa forma, después de todo Dave solo buscaba una cosa, lamentablemente ella estaría dispuesta a entregarle mucho más y eso la aterrorizaba, pero cada vez era más claro que Dave tenía total control sobre sus sentimientos.
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SOLO MIA ©
Romance¿Cómo poder amar a un hombre egoísta y opresivo? se pregunta ella. ¿Cómo poder amar a una mujer liberal y subversiva? Se pregunta el. Tal vez este amor solo pueda mantenerse con una ayuda sobrehumana... Tal vez tendrán que confiar uno en el otro sin...