SOLO MIA ©

Capitulo noveno

Aunque no era su costumbre, Mia se durmió temprano y amaneció junto al sol. Usualmente se despertaba a media tarde para protegerse del sol, pero el día anterior estuvo cargado de sorpresas y emociones.

Dave y Sameh dirigieron sus sentimientos hacia todas las direcciones y solo el sueño podía darle la paz que en ese momento necesitaba. Solo esperaba poder terminar sus pinturas a tiempo antes de que las cosas se complicaran.

Agradecida de que todavía quedase mousse de chocolate, su desayuno fue exquisito. Recordó que necesitaba provisiones y mientras desayunaba encargo todo lo que necesitaba en una tienda online, sus productos eran frescos y solo necesitaba pagar por internet para que se los trajesen a su casa, por eso decidió dejar la puerta de su estudio abierta.

Decidió darle unos retoques más al retrato de Sameh, había descubierto como su rostro delineaba nuevas líneas de expresión al reírse a carcajadas, y el sentimiento que aquel sonido producía era algo que tenía que poder transmitir en su pintura.

Estaba atardeciendo cuando su timbre sonó. Como costumbre rodeo su cabeza con el paño sin poder evitar sonrojarse al recordar la suavidad con la que Dave se lo había sacado en su cocina el día anterior.  

Al abrir la puerta vio como siempre a la señora que le entregaba en sus manos una bolsa de papel con sus provisiones.

-Hay tres más, el jefe te envía un regalo, eres su clienta favorita- Dijo Rosa entrando con Mia hasta la cocina para dejar las bolsas.

-Eso es porque siempre compro, sino ya me hubiera tirado las cosas a mi puerta las veces en que no habría-

-Cosa que se agradece- Le dijo Rosa sonriendo –Debo felicitarte por tu jardín, aunque sea una misma flor se ve precioso-

-Gracias- Dijo sonriendo nerviosa, porque aunque no había sido su idea disfrutaba poder ver los narcisos.

-¿Cuándo será el día en que podamos conocer algún pretendiente?- Dijo como siempre la señora pero esta vez el rostro de Mia la había delatado.

-Vaya, vaya, así que hay uno, ¿y es guapo? ¿Dónde le conociste? ¿Cómo se llama? Cuando le cuente al jefe serás la sensación del negocio-

-Te agradecería que no lo comentases porque no hay nadie-

-Si claro- Sonrió Rosa con esa sonrisa que solo los años de vida podían dar a una mujer experimentada –Cualquier cosa me llamas ¿he?- Se fue en la camioneta con una amplia sonrisa.

-Todo el mundo a perdido la cabeza- Dijo Mia para sí misma en el umbral de la puerta, y viendo que el sol ya se estaba poniendo decidió regar sus queridas flores.

Mia sin darse cuenta comenzó a tararear una melodía que había escuchado hace poco de un hit de verano.

-¿Cuándo has plantado tantas flores?- Pregunto una voz a su espalda que reconocería en cualquier parte.

-Me gustan los narcisos- Dijo evitando la mirada de  su hermano.

-Lo sé ¿Tienes tiempo?, Necesito hablar de negocios- Dijo Dimitri un poco nervioso.

-Ya había terminado...Deja que cierre- Le pidió y se apresuró a cerrar su casa e introducirse en el auto deportivo de su hermano.

-Espero que no te incomode, pero Cat nos estará esperando para cenar-

-¿Porque no me dijiste antes?- Espeto molesta, si lo hubiese sabido se hubiese puesto una ropa más decente y se hubiese arreglado para la ocasión.

-¿Quién te entiende hermanita? Pero no me engañas, se que me quieres como a Cat, aunque creo que la prefieres más a ella- Le dijo sonriendo.

-¿Cómo lo has adivinado?- Dijo Mia devolviendo la sonrisa.