Anastasia y Cristian Grey tienen 20 años de casados y dos hijos Phoebe y Ted, en menos de un semana ellos exploraran los mas intensos sentimientos de alegría, dolor y una traición que jamás o quizás no será perdonada ¿Quién traicionara a su pareja...
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Después de calmar a Phoebe bajamos a la sala, allí nos esperaba Cristian y mi hijo Theodoro, intente callarme y no reclamarle, quería llevar las cosas con calma por mis hijos ellos no merecían sufrir aunque yo lo estaba haciendo en silencio.
Nos fuimos a la famosa cena de Grace donde educadamente anunciaria nuestro divorcio, tal vez no lo habíamos hablado pero en esta situación era inevitable.
Al llegar a la casa, sus padres nos recibieron, salude a Grace y a Carrick amablemente.
—Bienvenidos me alegro que pudieran venir —comenta Grace feliz.
—Gracias —respondo en un susurro.
—Hijo como estas — pregunta Grace.
—Bien madre trabajando — responde Cristian abrazandola.
Nos adentramos, Cristian en todo el recorrido a la sala intento tomarme la mano pero yo no se lo permití, de repente llega El torbellino de Mía con Ethan y su hijo Vincent, ella me saluda efusivamente.
—Como estas Ana — pregunta Mía abrazando.
—Ahí vamos —respondo en tono serio.
—Y tu Phoebe mi sobrina favorita — Dice Mía atrapando a Phoebe.
Sus ocurrencia me hacen reír un poco.
—Y entonces yo que soy tia —pregunta Eva en un puchero.
—Tu también eres mi sobrina favorita — responde Mía.
Todos nos saludamos y pasamos al comedor, Katherine me mira extrañada, si que me conoce muy bien, pero decide no preguntarme nada, si lo hiciese me rompería en llanto.
Me siento al lado de mi hijo, todos miran extrañados pero no preguntan, Cristian sólo me mira preguntame que rayos estoy haciendo. Comienzan a platicar y me quedo sumida en mis pensamientos.
—Ana, Ana — grita Katherine.
—Que pena, estaba distraída que pasa — pregunto confusa y apenada.
—Como están las cosas en la editorial — pregunta Katherine.
—De maravilla — respondo inmediatamente y añado: Pudimos incluir en nuestro portafolio una excelente escritor, hace comedias y críticas.
—Oh eso excelente Ana — dicece Cristian asombrado.
Lo miro sorprendida, no digo nada y me retiro tomando mi plato para llevarlo a la cocina.
—No vas a acabarlo — pregunta Cristian.
No le respondo, he decidido aplicarle la ley del hielo.
—Con permiso — digo retirándose.
—Deja así querida — comenta Grace.
—No hay problema — digo inmediatamente.
Me retiro y observo de reojo que Katherine me sigue el paso, mientras escucho murmullos.
—Que pasa Ana, esta vez que te hizo Cristian - pregunta Kate.
—Nada — respondo en monosílabos.
—Como que nada, te volvió...— responde Kate furiosa.
No, no sólo que lo encontré...— y ahí me fallan las palabras comienzo a llorar como nunca frente a mi mejor amiga.
—Has estado bebiendo Ana — pregunta Kate al parecer se dio cuenta de mi aroma.
—Desde cuando tu no tomas que pasa —pregunta preocupada Kate.
No respondo y me retiro a tomar aire quiero estar sola, ella intenta seguirme.
—No me sigas Kate quiero estar sola — digo en tono serio.
Ella se retira sorprendida, cuando estoy al borde de un colapso sacó de mi bolso una botella de Bourbon, y me dispongo a beberla no estoy lista para las preguntas de la familia, ¿Qué voy hacer? ¿Nos vamos a separar?.
De pronto mi hijo Ted agarra la botella tirándola al suelo.
—Mamá por Dios que estas haciendo — pregunta sorprendido
—Ahogando mis penas — digo tartamudeando, no pude controlar las palabras.
De pronto todos comienza a hablarme no se que decir son como murmullos secos.
—Basta, si vine fue porque le tengo mucho aprecio a Tu familia pero quiero el divorcio — grito desesperada.
—Ana por favor Perdóname — Dice Cristian a punto de llorar.
—Desde ahora lo único que nos une son nuestros hijos, tu acabastes lo poco que teníamos — digo segura.
—Por favor nena — se arrodilla Cristian.
—No, Cristian no puedo me duele, me heristes me traicionastes,me mentiste, ¿porque?, tu crees que me lo merezco después de todo lo que hecho por ti, tu me pagas de esa manera ¿porque lo hicisteis ? — respondo dolida las palabras parecen que me atraviesan la garganta,me duele decirlas pero es la verdad.
—Kate me puedes llevar a tu apartamento antiguo —me dirijo a mi amiga estoy cansada y quiero dormir.
—Yo... Si claro Ana — Dice inmediatamente.
Escucho un par de gritos de Elliot mientras nos vamos, en todo el camino no decimos nada, cuando llegamos me acuesto y sólo escucho un vas a estar bien de verdad quieres quedarte sola, asiento y quedo completamente dormida.
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