Me levanté por la claridad de la habitación, mi cabeza comenzó a doler fuertemente, tenía un sabor amargo en la boca y náuseas. Cuando abrí los ojos me di cuente de que no estaba en mi habitación, tampoco era la de Ha Neul, ni la de Sun Hee. No podía recordar como había llegado a ese cuarto.
La verdad era muy bonito, la cama era tamaño matrimonial con sábanas negras y blancas. Las ventanas eran grandes y las cortinas eran blancas, todo esta organizado y limpio. Habían par de muebles de color negro...al parecer alguien amaba la combinación de esos colores. La habitación era agradable, pero me sentía incómoda, yo no debía estar ahí, nisiquiera sabía cómo había llegado hasta allí. Y mucho menos porque estaba desnuda en la cama de un extraño.
Me senté en la cama para organizar mis pensamientos. Recuerdo que Sun Hee estaba harta del estado de ánimo en el que estuve las últimas semanas, había sugerido llevarme a algún club a tomar unos tragos y pasar un buen rato. Tal vez me pasé con los tragos.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos, tratando de recordar lo que había pasado, pero no podía recordar nada. La puerta que estaba frente a la cama se abrió haciéndome saltar en mi sitio. Un chico pálido de cabello negro salió de lo que parecía ser el baño. Lo único que cubría su cuerpo era una toalla blanca atada un poco más abajo de su ombligo. Me miró a los ojos sólo un segundo y siguió su camino.
-Buenos días- fue lo único que dijo, mientras sacudía su cabello mojado.
-Yo...- comencé a decir sin realmete saber qué decir. -Para ser honesta no recuerdo nada de lo que pasó anoche- estaba muy avergonzada.
-Bueno, entonces somos dos- respondió sin mirarme. Me dió la espalda para abrir su armario y quedarse mirándolo unos segundos. Luego dejó caer su toalla mostrandome su trasero, estaba completamente desnudo frente a mí y no pude evitar sonrojarme. Giré mi cabeza evitando ver al hombre desnudo frente a mí.
-No me molesta que me mires- dijo serio pero con un toque gracioso en su tono de voz.
-No quiero hacerlo- dije avergonzada.
-Como sea- dijo en el mismo tono. -Si quieres puedes bañarte y usar mi ropa. Te dejaré sola para que estés más cómoda- luego de decir eso abrió la puerta y se fué.
En cuanto me levanté de la cama sentí que un líquido caliente subía por mi garganta, corrí al baño y expulsé todo lo que había comido y tomado la noche anterior. Cuando terminé me dispuse a buscar mi ropa para darme un baño, pero sólo encontré mi ropa interior debajo de la cama. Una vez la encontré entré al baño y me duché y lavé mis dientes con el cepillo del extraño con el que había pasado la noche. Salí del baño y tomé una camisa del armario para ponermela e ir a buscar mi ropa. En cuanto salí de la habitación los olores en la cocina inundaron mis fosas nasales.
Al llegar a la cocina encontré al chico de cabello negro con el que había pasado la noche. Me recosté sobre la pared mientras lo observaba. Fijandome en cada uno de sus detalles, su cabello, sus ojos pequeños y brillantes, sus labios rosados, piel pálida como la nieve, pestañas largas, naríz pequeña. Algo en él se me hacía muy familiar. Estuve unos minutos pensando si lo había visto antes o si sólo se parecía a alguien a quién yo conocía.
-Pensé que habías dicho que no querías mirarme- dijo sacándome de mis pensamientos con un tono burlón, pero su expresión era seria y su mirada era intensa y fría. A pesar de eso pude notar una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios, como si quisiera hacerlo pero no pudiera.
-Lo siento...- dije avergonzada. Hubo un momento de silencio, fue un poco incómodo ya que ambos éramos extraños, hasta que finalmente habló.
-¿Tienes hambre?- preguntó sirviéndo el desayuno.
-¿Quién eres?- pregunté directamente sentándome frente a él. El chico me miró directamente a los ojos sin mostrar interés mientras ponía dos platos sobre la mesa.
-Vaya, sí que eres directa. Creo que comienzas a agradarme, pero no creo que te deba importar quién soy- dijo sin interés mirando fijamente su comida y tomando un bocado de lo que había preparado.
-¿No crees que al menos deba saber quién es la persona con la que pasé la noche?- dije comenzando a estresarme por la indiferencia de este hombre.
-¿Para qué quieres saber?- pregunta después de tragar.- Sólo fue una noche, algo estúpido que ambos cometimos estando borrachos. ¿O acaso crees que luego de esto seremos novios y nos mostraremos nuestro eterno amor el uno al otro? A mí no me interesa saber quién eres.- dijo indiferente.
-No quiero saber quien es tu madre, o tu padre, o dónde estudiaste. Sólo quiero saber tu nombre- dije ya estresada.
-¿Por qué no mejor comes tu desayuno y te olvidas de quién es el extraño que no volverás a ver jamás?- contestó mirándome fijamente. -Nisiquiera recuerdas lo que pasó anoche, ¿por qué habría de importarte mi nombre ahora?
-Wow, eres un idiota- murmuré entre dientes. Me levanté y salí de la cocina directo a buscar mi ropa y mi teléfono. Tan pronto los encontré me vestí, salí de la habitación y caminé hacia la puerta.
-¡No olvides cerrar la puerta al salir, cariño!- dijo burlándose. Rodeé los ojos y salí de la casa cerrando la puerta fuertemente. Caminé una cuantas calles y llamé a mi amiga.
-¿Hola? ¿Sun Hee?- pregunté asegurandome de que la persona al otro lado del teléfono fuese mi amiga.
-¡¿Dónde rayos estás?! Estuvimos toda la noche buscandote- contestó levantando la voz.
-Eso te lo cuento después, ven a recogerme por favor. Te enviaré mi ubicación- unos minutos después Sun Hee y Ha Neul estaban delante de mí en el auto de la mamá de Ha Neul.
-¿Dónde estabas? Un momento estabas completamente borracha a nuestro lado, y al siguiente estaba completamente borracha y desaparecida- dijo Ha Neul una vez entré en el auto.
-¿Mi mamá sabe que me desaparecí?- pregunté preocupada.
-Le dijimos que te habías quedado dormida en mi casa- contestó Sun Hee.
-Bien...
-¿Que te pasó? ¿Dónde pasaste la noche?- preguntó.
-La verdad no estoy segura...creo que tuve sexo con un extraño.- Ha Neul hundió su pié en el freno sin avisar haciendo que nuestros cuerpos se inclinaran hacia adelante involuntariamente.
-¡¿Que tú qué?!- ambas gritaron a la vez.
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Let's Make A Deal
FanfictionAntes de tí, yo era patética y débil. Mi corazón estaba roto y había perdido todo mi orgullo. Pasaba los días llorando, mi vida era gris. Pero tu me cambiaste por completo. Me hiciste fuerte, restauraste mi orgullo y mi corazón, me enseñaste que el...