Mother

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-Ya llegamos- dijo Min Yoongi aparcando el auto frente a mi casa. Pero no me bajé, sólo me quedé en el auto pensando en lo que había ocurrido en el baño. Quería llorar, quería gritar; pero simplemente me quedé sentada en el auto de Yoongi, mirando a la nada, con los ojos cristalizados. -¿Rose? ¿Que pasó?-preguntó mirándome por primera vez desde que nos fuimos.

-No pasó nada. Estoy bien- mentí.

-¿Enserio? ¿Crees que soy estúpido?- ladeó la cabeza.

-No es nada, enserio. No te preocupes por mí- sonreí forzadamente.

-No estoy preocupado. Sólo estoy curioso- respondió, luego suspiró y miró hacia algún punto en la calle. -Cuando estabas en el baño, después de que te besé, vi a Mark entrar contigo- dijo. -Lo que sea que haya pasado, lo que sea que te haya dicho, no caigas de nuevo. Al menos no ahora.

-No lo haré- le dije a punto de llorar. -¿Que haces?- pregunté cuando volvió a arrancar el auto.

-Te llevaré a un lugar- contestó sin decir nada más.

-¿Iremos a tu casa?- volví a preguntar.

-¿No crees que si quisiera llevarte a mi casa diría: "Iremos a mi casa"?... Sólo déjate llevar- contestó.

-Bien- dije en voz baja. Yoongi condujo un par de minutos hasta una vieja casa en un vecindario desierto y oscuro. La casa se veía muy terrorífica, las ventanas estaban rotas, la puerta también. Habían muchos graffitis en las paredes, parecía un lugar de encuentro de una pandilla. -¿Dónde estamos?- pregunté con el corazón en la boca.

-Cada vez que me siento enojado, o triste, vengo a este lugar- dijo tranquilo antes de salir del auto. Por el espejo retrovisor lo vi abrir el baúl del auto y sacar algo. Se acercó a mi puerta y la abrió diciendo: -¿No piensas bajarte?- me enseñó la gran linterna que llevaba en la mano. Asentí y entré a la casa junto con él, sin separarme de él en ningún momento, con el corazón en la boca. La casa enserio era terrorífica, los espejos estaban todos rotos, habían vidrios en el suelo, no había ninguna otra luz que no fuese la de la linterna de Min Yoongi. Yo estaba completamente asustada, temblando mientras caminaba detrás de Yoongi, mientras él caminaba con seguridad.

-¿Qué es este lugar?- pregunté con voz temblorosa.

-¿Tienes miedo?- preguntó burlándose de mí, girando para mirarme a los ojos. No valía la pena mentir, era obvio que estaba aterrada, así que sólo asentí. -No te preocupes. Yo solía vivir aquí con mi madre- contestó, tomándome de la mano.

-¿La mamá de Namjoon?- pregunté.

-No, mi verdadera madre- contestó serio llevándome de la mano a uno de los cuartos.

-¿Qué pasó?- pregunté viendo el contenido de la habitación, no había nada, sólo viejos recuerdos que parecían ser de un infante, no mayor de 6 años ni menor de 2. Habían juguetes viejos, diseños de superhéroes en las paredes, marcos de fotos completamente sucios y destruídos, un pequeño colchón en el suelo. Esta vez, me parecía muy triste la escena, y no tan aterradora.

-¿Qué es exactamente lo que quieres saber?- preguntó.

-¿Qué pasó con tus verdaderos padres?

-¿Mi papá? Nos abandonó cuando apenas tenía dos años. ¿Mi mamá? Está en la cárcel por negligencia y consumo de drogas- contestó serio. Suspiró profundamente, aún alumbrando con su enorme linterna la habitación dónde, al parecer, solía dormir cuando apenas era un niño. -Mi papá nos abandonó, se fué con otra mujer y formó otra familia. Nunca mantuvo contancto conmigo. Obviamente, madre se lo tomó mal, pero luchó por un par de años. Tenía un trabajo, me llevaba a la escuela, me alimentaba, era una madre amorosa. Hasta que cumplí mis 6 años, las cosas comenzaron a complicarse, perdió su trabajo, cada día había menos comida sobre la mesa. La escuchaba llorar todas las noches. Comenzó a vender todas la cosas, una por una. Las figuras de porcelana iban primero, después las camas, todos los artículos electrónicos, la nevera, la estufa. No había nada que comer, así que iba a la escuela, desayunaba y almorzaba antes de llegar a casa a esperar al siguiente día para hacer lo mismo. Los fines de semana simplemente rogaba que llegara el lunes para comer algo. Mientras que madre utilizaba el dinero para comprar drogas- hizo una pequeña pausa antes de seguir. -Un día mis profesores llamaron a la policía para avisarles de mi estado, estaba mal nutrido y mi ropa ya no me quedaba. Cuando la policía llegó encontraron a madre completamente drogada, la llevaron a un centro de rehabilitación. Mientras que yo me tuve que quedar con mi tía, quién era hermana gemela de madre.

-La mamá de Mark...- comenté.

-La mamá de Mark- respondió. -Ella me alimentaba, me llevaba a la escuela, me compraba ropa. Pero sólo por vergüenza de mí. Todos los días me recordaba que era el hijo de una drogadicta, que mi padre nos había abandonado porque era un borrachón y no nos amaba, que no valía nada. Decía que algún día iba a cumplir mi destino, sería un alcohólico o un dorgadicto. Decía que no valía la pena críarme si algún día iba a ser igual que mis padres. Entonces conocí a Namjoon y su familia, su mamá sintió compasión de mí, habló con mis tíos y me sacó de sus garras. Me adoptó y crió como si fuese su verdadero hijo. Aún así mantuve comunicación con mis tíos, ellos me recuerdan quién soy y la persona que no quiero ser. Y cada vez que estoy enojado o triste vengo aquí.

-¿Tú mismo pusiste este lugar así?- él asintió. -¿Por qué me cuentas esto?

-Para que sepas que el hecho de que Mark te dejara por otra chica, no significa que es el fin del mundo. La vida sigue, y conocerás a otras personas. Mark sólo fué una etapa de tu vida.

-Lo dices como si fuera fácil olvidarme de él- mis ojos se cristalizaron de nuevo, me sentía tan estúpida. Yoongi había pasado una horrible infancia, y no estaba llorando. Yo había perdido un novio y estaba llorando como la chica patética que era. -Yo amo a Mark, y pensé que él me amaba. Y después de todo lo que ha pasado, sigo pensando que me ama. Que sólo está confundido- dije dejando salir las lágrimas. -Hoy entró al baño conmigo y me besó, y por un momento sentí que todo había vuelto a la normalidad. Que sólo eramos él y yo. Sentía que mi corazón iba a salirse de mi pecho, quería quedarme en ese baño por una eternidad. -Comencé a sollozar.

-¿Qué más pasó?- preguntó mirándome atento.

-Comenzó a tocarme indebidamente, así que lo detuve. Pero me dijo que por esa razón me había dejado por Hae Won.

-¿Eras virgen antes de conocerme?- preguntó.

-No. Pero no quería que nuestra relación se basara en sexo. Así que sólo teníamos relaciones en ocasiones especiales- contesté tímidamente mirando al suelo.

-Mírame- dejó la linterna en el suelo y se acercó a mí, tomó mi rostro entre sus enormes manos y me obligó a mirarlo. Sus ojos tenían un destello intenso, tan intenso que su mirada me ponía nerviosa, y su cercanía aún más. -Eres muy hermosa, eres inteligente, tienes muchas cualidades que volverían loco a cualquier chico. No te estanques por un cabrón que no sabe lo que quiere- algo me decía que Yoongi no mentía, que cada una de sus palabras las decía desde el fondo de su corazón. ¿Por qué me mentiría?

-Pero Yoongi, yo no quiero a cualquier chico. Yo quiero a Mark- respondí. -Y él no sabe lo que quiere ahora. Pero lo va a entender. Sólo hay que esperar y...- me interrumpió. Plantó sus labios sobre los míos, atrapó mis labios en un beso tierno y tímido. Tiró de mis labios, sacando un pequeño gemido de mi parte, él suspiró sobre mi boca y volvió a besarme, esta vez con más seguridad, y yo simplemente me dejé llevar.

-Él no te merece- dijo sobre mis labios y me besó por tercera vez, pero esta vez lo aparté de mí.

-Yoongi, ya basta- dije por lo bajo poniendo mis manos sobre su pecho tratando de alejarlo. Pero él tomó mis manos entre las suyas y volvió a acercarme a él, me tomó de la cintura y me besó de nuevo. -Basta- dije sobre sus labios.

-Está bien. Está bien- repitió sin soltar mi cintura, suspiró una vez apoyando su frente con la mía. Sus ojos estaban completamente cerrados y su respiración estaba agitada. En cuanto su respiración se calmó se separó de mí y tomó la linterna para salir de la casa. Caminé detrás de él en silencio hasta llegar al auto. Entré al auto antes que Yoongi, mientras que él fué a guardar la linterna en el baúl del auto. Luego entró al auto y sin decir nada me llevó a casa.

Let's Make A DealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora