Let's Make A Deal

You Must Be Strong

Sentí que el reloj se detuvo en el momento en que vi a mi mamá tirada en el suelo y a Rose sentada junto a ella gritando por mi ayuda. Mis oídos sólo escuchaban los latidos de mi corazón y el eco de la voz de Rose y Namjoon. En cuanto reaccioné corrí hacia ella y la tomé en brazos, entonces sentí que el tiempo comenzó a acelerarse. No recuerdo como, pero ya habíamos llegado al hospital. La mamá de Rose apareció con una camilla y unos cuantos doctores y enfermeros.

-Quédense aquí, por favor. Yo misma les informaré sobre ella- nos ordenó la mamá de Rose antes de llevarla lejos de mí. Me quedé mirando la puerta por donde habían desaparecido hace unos momentos, me quité la gorra que traía puesta y revolví mi cabello mientras respiraba profundo y trataba de calmarme. Sentía un fuerte y doloroso nudo en la garganta, quería gritar y llorar, pero debía ser fuerte. Tenía que ser fuerte por papá y Namjoon.

-Ella va a estar bien- dijo con su dulce voz abrazándome por la espalda.

-Espero que lo esté- dije al borde del llanto.

-Ella es fuerte- comentó tratando de calmarme.

-Lo es- contesté tratando de convencerme a mí mismo de que mi mamá estaría bien. Pero yo sabía que ella estaba muy débil, llevaba días sin comer, papá decía que se la pasaba con dolores en el cuerpo y mucho cansancio. Incluso a veces no podía respirar bien...la enfermedad la estaba consumiendo poco a poco. Pero yo debía tener fé en que ella volvería a casa con nosotros. -Papá...- me puse de cuclillas frente a mi padre, viendolo llorar preocupado por el amor de su vida y madre de sus hijos. Mi corazón se revolvió dentro de mi pecho al verlo así, pero yo era quién debía darles esperanzas a él y a mi hermano. - Debes tener fé, papá. Ella va a estar bien- dije reteniendo mis lágrimas frente a él.

-Sólo ruego tener un poco de tiempo para hablar con ella y pedirle perdón por todo- comentó.

-Vas a poder hablar con ella, mamá va a volver a casa con nosotros- tomé su mano y la besé antes de abrazarlo. Namjoon no decía nada, tenía sus codos apoyados en sus rodillas mientras miraba al suelo y lloraba en silencio. Ha Neul acariciaba su espalda para demostrarle su apoyo, un gesto del cual me sentí agradecido. No tenía valor para enfrentar a mi hermano y decirle que mamá estaría bien. Sabía que terminaría llorando, y debía ser fuerte por mamá y papá. -Deberías irte a casa- le dije a Rose sentándome a su lado.

-No me iré hasta saber de tu mamá- contestó.

-Yo te avisaré sobre su salud- contesté.

-Me quedaré contigo- dijo tomando mi mano y apoyándose sobre mi hombro.

-Ella va a estar bien.

-No es sólo ella lo que me preocupa- contestó sentándose derecha para mirarme a los ojos. -Intentas ser fuerte delante de ellos, para darles esperanza. Pero sé que por dentro estás igual de angustiado que ellos. Tu te muestras así porque crees que te necesitan, pero tú también necesitas a alguien a tu lado.

-Gracias- fue lo único que pude decir mientras la miraba a los ojos.
-Yoongi, Rose- la mamá de Rose apareció en la sala de espera.

-¿Ocurrió algo con ella? ¿Ella está bien?- mi papá rápido preguntó.

-Se desmayó a causa de la falta de aire. Sus pulmones están muy mal. La conectamos a una máquina de oxígeno, pero aún así esta muy delicada. Los doctores sólo le dan un par de días- dijo la señora hablando suavemente tratando de no alterar mucho a mi papá y hermano. Agarré fuertemente la mano de Rose mientras reprimía de nuevo las ganas de llorar, ella acarició mi brazo completo con su otra mano varias veces.

-¿Podemos verla?- preguntó Namjoon entre lágrimas.

-Sí, pero sólo deben entrar dos personas. Y uno de ustedes puede pasar la noche con ella- contestó.

-Vayan ustedes. Yo pasaré la noche con ella- dijo papá en un tono triste.

-Ve- susurró Rose soltando mi mano. Mi hermano y yo seguimos a la mamá de Rose hasta la habitación de mamá. Ella estaba despierta, se veía aún más pálida de lo que lucía en la cena. Tenía pequeños tubos en su naríz que le ayudaban a respirar. En cuanto la vi mi corazón se detuvo por unos momentos, el nudo en mi garganta volvió, mis ojos se cristalizaron al instante, pero no lloré. Cuando nos vió sonrió con un destello de felicidad en sus ojos. Hizo un gesto para que nos acercaramos, Namjoon casi corrió hasta ella, pero yo me quedé congelado al verla en ese estado.

-Mamá- murmuró entre el llanto.

-Mi niño- dijo casi en un susurro mientras acariciaba el rostro de mi hermano y limpiando sus lágrimas. -Mi Namjoonie- dijo ella sonriendo con ternura.

- Los doctores dicen que sólo tienes unos días con vida. Por favor, demuestrales que están mal. Tienes que luchar y salir de aquí, vuelve a casa con nosotros- le pidió mi hermano.

-Hijo... Estoy tan cansada de luchar. Sólo quiero descansar. No me pidas que siga luchando.

-Pero debes hacerlo. No nos puedes abandonar- dije acercandome.

-Yoongi... Yo nunca los abandonaré.

-Entonces no te vayas- le pedí.

-Mi niño, te amo tanto. Jamás pensé que Dios me bendeciría tanto con dos hijos como ustedes. Han sido el mayor regalo que la vida me ha dado- dijo tomando nuestras manos. -Sé que no eres mi verdadero hijo, no te formaste en mi vientre, no tienes nuestro apellido, no estuve allí para cuidar de tí cuando aún usabas pañales. Pero siempre te amaré, y siempre serás mi hijo, Yoongi. No importa dónde yo esté. Yo siempre seré tu mamá- un par de lágrimas se escaparon de mis ojos al escuchar sus palabras.

-Mamá, no digas esas cosas. No te despidas de nosotros. No ahora- lloró Namjoon.

-Ya no puedo aguantar más dolor. Por favor... Dejen que me vaya en paz- pidió entre lágrimas. Pero yo simplemente no podía aceptarlo.

-Ya perdí una madre... No te quiero perder a tí.

-Yoongi... No me vas a perder. Sólo quiero descansar en paz. Ya hemos sufrido bastante con mi enfermedad... No quiero prolongarla más- dijo soltando un sollozo. -Yo ya cumplí mi propósito en la tierra. Estudié, trabajé, ayudé a muchas personas; me enamoré, tuve un hijo maravilloso, y la vida me entregó otro para cambiar su vida, criarlo con amor y hacer de ustedes un par de hombres... Estoy muy orgullosa de ustedes dos- dijo entre lágrimas.

-Tengo que darte las gracias- dije bajando la vista. -Si no fuese por ustedes, no sé dónde yo estaría. Ustedes me recogieron luego de todo lo que pasé cuando niño, me ayudaron, me alimentaron, cuidaron de mí y lo siguen haciendo. Tú me amaste cuando creí que nadie lo hacía- comencé a llorar. -Me dieron una segunda oportunidad para ser felíz.

-Gracias a ustedes dos por hacer de mi vida la mejor. Sé que puedo partir en paz sabiendo que los crié y eduqué bien.

-Eres la mejor mamá que Dios me pudo haber dado- dijo Namjoon besando su mano. -Y sé que también haz sido la mejor mamá que Yoongi ha tenido... Gracias por todo lo que haz hecho por nosotros dos.