-Chicas, no me hagan tantas preguntas, ya les dije que no recuerdo nada. Sólo sé que es un idiota y que nunca debió pasar.
-¿No sabes su nombre?- pregunto Sun Hee, negué lentamente con la cabeza. -Nisiquiera sabes su nombre. ¿No se te ocurrió preguntar eso? ¿Y que si quedas embarazada?
-No quiso decirme su nombre- dije en mi defensa. -No sé qué haré si quedo embarazada- comencé a frustrarme.
-Tengo la solución a eso- dijo Ha Neul. -Mi hermana es farmacéutica, confío en ella, quizás pueda conseguirte pastillas anticonceptivas.
-¿Enserio le pedirías eso a tu hermana?- pregunté conmovida.
-Lo haré, pero no vuelvas a tomar en tu vida- dijo señalandome, asentí rápidamente.
-Tengo curiosidad...¿era guapo?
-¡Sun Hee!- Ha Nuel la reprendió.
-Lo era...- contesté, iba a decir que era un idiota y que eso opacaba su belleza, pero Sun Hee me interrumpió.
-¿Cómo era?- volvió a preguntar sentándose frente a mí, en el suelo de su cuarto.
-Es pálido, sus labios son rosados y su pelo negro cae encima de sus ojos tapando sus cejas. Es delgado y tiene aretes en las orejas... La verdad, su rostro se me hace muy similar, pero no recuerdo dónde lo he visto antes... Pero nada de eso importa, es un idiota, y no quiero volver a toparme con él.
-¿Por qué dices que es un idiota?
-Al principio pensé que era caballeroso, me dejó bañarme, me prestó ropa limpia y me preparó desayuno. Pero comenzó a tratarme mal en cuanto me senté en la mesa. Dijo que no debería importarme quién era él, que todo había sido efecto de las bebidas. Que no volvería a verme jamás y que no le interesaba saber quien era yo.
-Sí, definitivamente es un idiota- dijo Sun Hee desilusionada.
-No hablemos de eso. Hace que la cabeza me duela más.
-Te traeré una píldora- dijo Sun Hee levantándose.
-Yo llamaré a mi hermana para pedirle el favor- avisó Ha Neul. Tomó su teléfono y se fué.
Me acosté en la cama tratando de calmar mi dolor de cabeza, pero no podía. Comencé a meditar en lo que había pasado en las últimas semanas. Mark me engañó con Hae Won, quien era mi mejor amiga. Días después de verlos juntos en la cama, comenzaron a salir en público, como una pareja normal. Las últimas semanas la había pasado llorando cada noche. Mis amigas deciden llevarme a tomar unos tragos y termino pasando la noche en casa de un extraño por causa del alcohol. Esto me estaba afectando completamente y debía hacer algo al respecto.
-¿En qué piensas?- preguntó Sun Hee entrando a la habitación de nuevo con un vaso de agua y unas píldoras.
-Pensaba en lo que había pasado en estas semanas- contesté sentandome en la cama y tomando las pastillas con el agua que me había traído.
-Sé que es difícil, pero tienes que encontrar una manera de levantarte... Pero por favor, que no sea el alcohol- no pude evitar reirme, su cara fue muy graciosa.
-Prometo no volver a tomar. Ya tuve demasiado por una noche.
-Algún día serás felíz, Rose. Y Mark estará muriéndose de los celos mientras que Hae Won lo engaña con otro chico- dijo ella, sonreí tristemente ante su comentario y me acosté en la cama de nuevo.
-Mi hermana conseguirá las pastillas, pero debes seguir bien sus instrucciones- dijo Ha Neul entrando y acostandose a mi lado.
-Chicas...gracias. Estás semanas han sido difíciles para mí, y cualquiera se hubiera alejado. Pero ustedes no se separaron de mí ni por un minuto- dije tomando sus manos. -Son las mejores.
-Sólo queremos que vuelvas a ser la misma de antes- dijo Ha Neul.
-Volveré a hacerlo. Prometo no volver a llorar por Mark. Y prometo hacer que se arrepienta de lo que me hizo- dije mirando a Sun Hee.
-Esa es mi amiga- dijo ella sonriendo. -Vayamos por una hamburguesa- sugirió. Buscó ropa cómoda para mí en su armario, esperaron a que me cambiara y nos fuimos. No volvimos a tocar el tema de Mark ni de lo que había pasado la noche anterior.
Llegamos a un restaurante dónde hacían las mejores papás fritas en todo el pueblo. Nos sentamos en una mesa vacía y esperamos a que nos , mientras que las chicas hablaban de todo y de nada. Un chico vestido de blanco y negro se nos acercó seriamente y se presentó.
-Bienvenidas. Soy Min Yoongi, seré su mesero por hoy. Aquí tienen el menú- nos entregó el menú sin prestarnos mucha atención y antes de irse dijo:- Por favor llamenme cuando estén listas para ordenar. -Su voz y su ropa se me hacían muy familiares.
-Es guapo, ¿no creen?- preguntó Ha Neul.
-Bastante. ¿Por qué nunca lo habiamos visto?- comentó Sun Hee mirándolo fijamente. Hice lo mismo que ellas, miré detenidamente a nuestro mesero. Su cabello negro escondido dentro de una gorra blanca, piel pálida...
-Mierda...- dije en un susurro, pero lo bastante alto para que ellas me escucharan.
-Lo sé, es lindo, ¿verdad?- dijo Ha Neul en un suspiro apoyando su cabeza en la palma de la mano.
-¿Que van a ordenar?- pregunté ignorandola y mirando el menú.
-Un Min Yoongi no estaría mal- dijo Sun Hee.
-Eso ya lo comí y no sabe tan bien- comenté. Ambas me miraron con los ojos bien abiertos. -Él es el extraño- dije en un susurro evitando que alguien más escuchara.
-No puede ser...- dijo Ha Neul atónita.
-Está jodidamente sexy y estuviste con él, pero es un completo idiota- comentó Sun Hee.
-Creo que mejor ordenamos rápido, comemos y nos vamos- comenté.
-¿Por qué no sólo nos vamos de aquí y comemos en otro sitio?- preguntó Ha Neul.
-La comida es primero- respondió Sun Hee.
-La comida es primero- concordé riendo.
-Deberías llamarlo- me dijo.
-¿Por qué yo?
-Quizás te note y diga algo. ¿Quien sabe lo que pasará entre ustedes?
-Estás loca- contesté, giré mi cabeza para buscarlo y llamarlo para pedir nuestra orden. Cuando lo encontré esperé a que se volteara para levantar la mano y llamarlo, pero alguien me interrumpio.
-¡Oye, primo!- me congelé al instante en que escuché su voz llamar al mesero con el que había pasado la noche.
La voz provenía de una mesa en una esquina del local, en la mesa estaban sentados mi ex mejor amiga y mi ex novio, Mark.
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Let's Make A Deal
FanfictionAntes de tí, yo era patética y débil. Mi corazón estaba roto y había perdido todo mi orgullo. Pasaba los días llorando, mi vida era gris. Pero tu me cambiaste por completo. Me hiciste fuerte, restauraste mi orgullo y mi corazón, me enseñaste que el...