Yoongi y Namjoon salieron de la habitación con los rostros húmedos y enrojecidos por las lágrimas. No pude evitar abrazar a Yoongi en cuanto lo vi, sabía que estaba destrozado, sabía que necesitaba a alguien a su lado, sabía que me necesitaba. Su papá le entregó las llaves de su auto y nos pidió que nos fuéramos.
-Ven, te llevaré a tu casa- me dijo Yoongi cuando su papá le dio las llaves. Asentí y tomé su mano hasta llegar al auto, abrí la puerta, subí y puse mi cinturón de seguridad. Luego de unos minutos en silencio, volví a tomar su mano y entrelacé nuestros dedos.
-¿Pudiste hablar con ella?- pregunté rompiendo el hielo cuando llegamos a mi casa. Yoongi asintió en respuesta. -¿Cómo está?- pregunté.
-Ella está lista para irse- contestó con la voz rota. -Dice que no quiere luchar más.
-Sé que no es fácil para ti... Quiero que sepas que estaré dispuesta para lo que sea que necesites- sonreí débilmente y bese su mano.
-Gracias- dijo seco. Solté su mano, lo besé en la mejilla y bajé del auto. Entre a casa y fui directo a tomar una ducha. Había sido una noche pesada, y toda esa semana lo sería.
No podía dejar de preocuparme por Yoongi, sabía que él estaba muy mal; con su mamá hospitalizada y su madre biológica molestando. Era un momento muy difícil para él. Sólo esperaba que pudiera salir adelante aún con el dolor que le provocaría la partida de su madre. Me acosté a dormir pensando en Yoongi y la salud de su mamá; aunque sabía que le quedaba poco tiempo, esperaba que los doctores se equivocaran y ella viviera mucho tiempo más.
Me levanté a las nueve de la mañana, tomé una ducha, me vestí con algo cómodo y desayuné. Mamá ya había llegado de su turno, pero seguramente estaba durmiendo, no quería interrumpir sus horas de sueño antes de volver al trabajo. Tomé mi celular para llamar a Yoongi, la pantalla me indicaba que tenía varios mensajes de una sola persona: Mark.
-"Estás muy bonita hoy"- decía el primer mensaje acompañado de varias fotos mías cuando estabamos jugando a los bolos. -"No debí dejarte ir. Yoongi es tan afortunado de tenerte" - decía el siguiente. -"Te extraño"- este mensaje lo había enviado en la madrugada. -"No puedo dejar de pensar en tí"- envió unos minutos después. -"Realmente debes estar olvidándome. Ojalá yo pudiera hacer lo mismo. Pero no puedo."- decía el siguiente. "Quisiera tenerte ahora mismo en mi cama."- decía el ultimo. No sabía qué contestar a todo eso, y tampoco era momento para preocuparme por él, así que hice lo que debía hacer: llamar a Yoongi.
-Hola...- saludé tímida cuando contestó.
-Hola, Rose- contestó.
-¿Sabes algo de tu madre?- pregunté preocupada.
-Aún no. Namjoon y yo vamos a camino al hospital- contestó.
-Bien, entonces pediré un taxi y los veré allá.
-No tienes que venir.
-Quiero ir, estoy preocupada por tu mamá y por tí.
-Estaremos bien, no te preocupes.
-Aún así iré. Voy a pedir un taxi.
-Está bien, yo te buscaré- dijo antes del colgar. Minutos después Yoongi ya estaba en mi casa, le dejé una nota en el refrigerador a mamá y me subí a su auto. -Hola- dije besando su mejilla, muy cerca de sus labios. -Gracias por recogerme. No tenías que hacerlo, iba a pedir un taxi.
-Quise hacerlo, además de que tu casa queda cerca de mi ruta al hospital- contestó entrelazando nuestros dedos.
-¿Dormiste bien? Te vez cansado- comenté acariciando su mano con mi pulgar.
-No, no he dormido. Pero estoy bien, no te preocupes- asentí sabiendo que era mentira, él no estaba bien. Pero me quedé callada. Llegamos al hospital en silencio, Namjoon ya estaba ahí, estaba esperandonos junto con el doctor y su papá. -¿Que hacen aquí? ¿Ocurrió algo?- preguntó en cuanto los vió.
-Yoongi siéntate- le pidió su papá entre lágrimas. Mi corazón se detuvo por un momento, mi instinto me decía que algo andaba mal.
-Como ya les informaron, a la señora Kim sólo le quedaban unos días con vida. Lamentablemente su mamá no pudo aguantar unos días más. Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para mantenerla con vida, pero no pudimos hacer nada. Ella falleció esta madrugada, a las 3:40 am. Lo siento mucho- Namjoon y su papá comenzaron a sollozar al instante, pero Yoongi reprimió las lagrimas tratando de asimilar la noticia. -Si desean, pueden ir a verla.
-Yo quiero verla- dijo Namjoon entre lágrimas. Pero Yoongi negó sin decir nada. El doctor llevó a Namjoon y su papá hasta donde estaba la sra. Kim. Dejándonos a Yoongi y a mí a solas.
-Yoongi...- murmuré tratando de decir algo pero sabía que nada de lo que dijera iba a hacer que el dolor disminuyera. Así que simplemente corrí hasta él y lo abracé lo más fuerte que mis delgados brazos me permitieron.
-Ella se fué- murmuró comenzando a soltar las lágrimas.
-Lo siento tanto, Yoongi- dije comenzando a llorar también. -Pero ella ya no está sufriendo. Ella está en un mejor lugar- dije acariciando su cabello, aunque sabía que no ayudarían en nada mis palabras.
Yoongi me aferró fuertemente a su cuerpo y lloró sobre mi hombro. Jamás lo había visto llorar así. Sentía que entre mis brazos ya no estaba ese hombre fuerte y frío que conocía, sino ese niño roto y vulnerable que solía ser. Me rompía el corazón verlo así, verlo llorar tanto por su mamá. Me rompía el corazón pensar en que él había perdido todo lo que había soñado desde niño: el amor de una madre. Pero debía demostrarle que él no estaba sólo, que él tenía a su familia todavía, que tenía unos amigos que lo apreciaban, que me tenía a mí. No lo solté hasta que él sacó todo lo que sentía por dentro, hasta que dejó de llorar y aflojó su agarre sobre mi cuerpo. Me separé de él y limpié su rostro antes de besar castamente sus labios y frente de forma protectora. Mientras él sólo se quedó quieto, con el rostro en blanco, mirando hacia algún punto en la sala. Agarré sus manos entre las mías, sin intención de soltarlas en ningún momento. Quería que supiera que siempre estaría ahí para él, que siempre podía contar con mi apoyo. Que estaba completamente dispuesta para él. Siempre.
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Let's Make A Deal
FanfictionAntes de tí, yo era patética y débil. Mi corazón estaba roto y había perdido todo mi orgullo. Pasaba los días llorando, mi vida era gris. Pero tu me cambiaste por completo. Me hiciste fuerte, restauraste mi orgullo y mi corazón, me enseñaste que el...