Liam rápidamente se acerca más a mi, y comienza a borrar las pocas lágrimas que dejar salir. Sus pequeños ojos, suben hasta los mios. Me sonríe, mientras que sus manos comienzan a acariciar mis mejillas.
—¿Por que llorabas?—Susurra sólo para nosotros. Niego rápidamente y vuelvo a sonreírle con la sonrisa más sincera y llena de felicidad que alguna vez tuve. Él eleva una de sus cejas.—Dime.
—Pense que el ayer, hoy era sólo un recuerdo borroso para ti.—Admito bajando la cabeza. Los dedos de Liam toman mi mentón y lo elevan, hasta que otra vez nuestros ojos se vuelven a encontrar.
—Zayn, todo lo que ayer dije lo dije desde lo más profundo de mi corazón. —Sus mejillas se colorean, y pienso que aún puede ser más hermoso de lo que ya es. Deja un beso en mi frente y se levanta de la cama.—Te traje el desayuno, si quieres tomalo aquí o abajo con los chicos.
—¿Podria quedarme aquí? —Pregunto. Liam asiente sin dejar de sonreír. —¿Podrias quedarte junto a mi?—Murmuro avergonzado.
Liam cierra la puerta de mi habitación y vuelve a mí. Toma la bandeja de madera y la apoya sobre mis piernas. Se sienta a mi lado.
—Lo he hecho yo.—Admite orgulloso. Me rió al ver que son tostadas con mermeladas y un vaso de jugo.
—Que logro. —Bromeo, haciendo que él ruede sus ojos. Estirandome, llego hasta él y dejo un beso en su mejilla.—Gracias bebé.
Liam se ríe nerviosamente, acostándose ahora a la par mía. Tomando una de mis manos, entrelazándolas con la suya. Le da un pequeño apretón, para luego soltarla para que yo pueda desayunar.
—Dios, mirate lo lindo que te vez cuando comes.—Murmura en el momento exacto en que le doy una mordida a una tostada. Me rió.
—Liam.—Me quejo sonrojado. Él me sonríe, y sus ojos brillan. Y yo estoy feliz, siendo consciente de que esta vez son por causa mía.
—¿Haz notado lo bonito que te ves cada vez que te ríes?—Pregunta. Tomo del vaso de juego para volver a ponerlo otra vez sobre la mesa al igual que la bandeja. Vuelvo a ver a Liam, que me mira esperando por mi repuesta. Rodando los ojos divertido, niego.—Pues te ves aún más que bonito.
Mi cabeza se esconde en su cuello, sus brazos rodean mi cintura y me suben a su regazo. Sus grandes manos comienza a acariciar de forma suave mi espalda. Su boca busca mi oído.
—¿Haz notado lo bien que suenan nuestros nombres juntos?—Susurra.
Sacando mi cabeza de su cuello. Lo miro. Rodeo su cuello con mis brazos y me pego más a él. Su nariz rozando la mía. Sus ojos van de un lado al otro por todo mi rostro y frenan en mis labios. Lo imito.
—Lo he notado desde hace años, Liam.
Sus ojos vuelven a mirar los míos. Deja un pequeño beso en la punto de mi nariz. Y luego vuelve a quedar a centímetros de mí.
—No sé cómo controlar el nerviosismo de estar a tu lado, lo tonto que me pones con esa risa o lo pequeñito que me siento cuando me miras a los ojos.—Suelta, abrazándose a mi cintura con fuerza. Mi corazón late aún más fuerte.—Si tan sólo podrías sentir lo que yo, cuando me llamas de esa manera tan dulce, cuando me acaricias el cabello, cuando recuestas tu cara en tu brazo y me miras con una sonrisa.
—Li.—Murmuro sonrojado. Él esta peor que yo.—¿Por qué me dices todas estas cosas?—Preguntó confundido, pero feliz. Justo ahora no puedo estar más feliz.
—Son cosas que me he callado por meses, y ahora tengo el placer de poder decirte lo bello que te vez haciendo cualquier cosa.—Me sonríe. Una de sus manos sube a mi mejilla, dándole un pequeño y suave apretón. —De todo lo que causas en mi, Zayn.
Los dedos de Liam ahora estan debajo de mi barbilla, levantando mi cabeza ligeramente, nos besamos. Escuchó un sonido saliendo de mi garganta y nuestras bocas se funden con una urgencia descontrolada.
Sus labios son suaves, explorando mi boca: una sinfonía de labios, dientes, lengua, cada momento despertando sensaciones que ni sabía que tenía. Liam con sus dedos apreta mi cintura, tocando mi piel desnuda por bajo de la remera, me tenso por la sorpresa, pero luego me relajó. Dejó correr mis manos por los brazos fuertes brazos de Liam, por su pecho, su cintura, encontrando las tiras de su pijamas, tirando de ellas y acercándolo más a mí. Su boca dejó la mia, siento la presión caliente de sus labios por mi garganta, donde la piel me quema por donde su lengua deja rastro húmedo.
—¡Louis, Harry vengan rápido que los chicos están por hacerlo!—Grita Niall desde la puerta de mi habitación, haciendo que nos separemos de golpe. —No se detengan por mi, continúen por favor —Pide riendo.
Liam toma una de las almohadas y la tira en dirección a él. Niall se agacha y la almohada da de lleno en la cara de Harry que entra junto a Louis a la habitación.
Vuelvo a mirar a Liam. Sus ojos brillan, y también lo hace su boca.
