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Siento el cuerpo de Liam moverse de un lado al otro en la cama. Mientras se destapa y vuelve a taparse. Sus quejidos por lo bajo.

Abro los ojos, acostumbrándome a la suave luz de los veladores sobre las mesas de luz.

Los pequeños números verdes brillantes del despertador indican que ya son pasada de las cinco de la madrugada.

—Li— menciono, mi voz sale adormilada.

Sus músculos se tensan instintivamente y espera que yo no lo noté.—Li estas despierto. —Vuelvo a hablar y no es pregunta.

—Hey, Zy, ¿Te desperté?

—No—murmuro, retorciéndome en la cama hasta que estoy recostado sobre su vientre, con mi pierna echada sobre la de él, nuestros cuerpos presionados juntos. Liam inhala profundamente; consiente de la manera en la que la mi mano descansa sobre su pecho. —No realmente— admito, bostezando.— No podía dormir.

—¿Oh, en verdad?— Noto que tan distante suena. —¿Aún ebrio?

Dejo salir una risa.

—Ni siquiera estaba ebrio, solo he tomado dos vasos de cerveza junto a Louis.

Liam también se ríe.

—Yo tampoco estoy ebrio.

Liam se voltea, de tal manera que ahora estamos compartiendo la misma almohada. Él se mueve más cerca, su aliento persistente contra mi oreja.

—¿Entonces qué haces despierto?—Pregunto luego de segundo de completo silencio.

—Estaba pensando—Me responde automáticamente.—Um ¿Qué quieres hacer hoy?

—No lo sé.—Mis dedos comienzan a tocar un ritmo en contra su pecho —¿Tú qué tienes pensado?

Respiro con dificultad cuando siento la fría nariz de Liam presionada contra mi mejilla. —Tampoco se me ocurre nada. Tonto ¿no?

Sonrió.

—Sí, tonto— Digo. Y entonces me estoy moviendo más cerca.

Cierro los ojos instantáneamente, mi cerebro derritiéndose ante la sensación de los labios de Liam encajando con los míos. Es incómodo al principio, nuestros cuerpos acomodados en diferentes ángulos, el beso sabe a alcohol más que a nada.

Paso firmemente una de mis manos en la cadera de él, mientras la otra está en su mandíbula, desplazándonos de tal manera que encajamos perfectamente, y entonces todo está bien. Liam suspira en mi boca, sus músculos finalmente relajándose; yo ni siquiera había notado que tan tenso estaba.

—Holi—susurro, alejándome un poco. Él está mirándome, un brillo dorado en sus ojos.

—Hola—Responde casi sin aliento. Él coloca su mano en mi mejilla, apenas sosteniéndola, antes de extenderla a mi cabello y acércame de vuelta a él. Ambos estamos sonriendo y nuestros dientes chocan los unos contra los otros, pero aun así funciona, porque somos nosotros.

Nos besamos de esa manera, moviéndonos cuidadosamente en la oscuridad y sintiendo ligeramente nuestros cuerpos tocarse.

Cuando terminó el beso, Liam me tomó de la cintura. Se deja caer encima de mi y seguimos besándonos apasionadamente.

Enrosco mis brazos alrededor de su cuello, sus grandes y tibias manos  exploran mi camisa ya abierta. Cierro los ojos y me dejó llevar por sus caricias. Liam deja mis labios y comienza a  deslizar su lengua por mi cuello, y siguió bajando hasta encontrarse con uno de mis pezones. Sus labios lo atraparon y lo chupa.

I won't mind. ›ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora