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Dos semana.


—Una última firma aquí y ya estamos.

Asiento tomando el bolígrafo que extiende en mi dirección. Dejó mi firma dónde su dedo apunta rápidamente queriendo salir lo más antes posible de ese lugar.

Dejó el bolígrafo sobre su escritorio a un lado del papel. Alzando la mirada sus ojos ya están puestos en mí. Sonríe estirando su mano en mi dirección.

—Fue un gusto.—Dice una vez que estrecho su mano con un ligero apretón antes de dejarla ir. —Ahora eres libre.

Mis piernas tiemblan cuando comienzo a caminar a la puerta para poder irme de una vez por todas de ese lugar. Tomó la parrilla y entonces él está hablando nuevamente.

—Recuerda que no puedes cantar más sobre un escenario. —Dice y puede notar la satisfacción en su voz. Me giro, una sonrisa está en su cara.—Aunque ya no tengas canciones para cantar, pues ahora son todas de nuestras.

Niego, 'no todas' quiero decir, 'no la única que me interesa cantar' pienso.

—Lo sé.—En cambio respondo fríamente.

—Bien.—Suspira.—Fue todo por tu culpa que esto este pasando, Zayn.—Aclara. Ruedo los ojos.

Sé que todo fue por mi culpa, pero si volvería el tiempo atrás, se que lo haría de nuevo, porqué nunca me sentí tan bien conmigo desde esa entrevista.

—Disfruten el dinero.—Es lo único que respondo antes de volver a girar y salir por fin de allí.

Su cabeza se alza cuando escucha la puerta ser abierta. Me mira mientras se acerca a pasos apresurados a donde estoy yo. Su mano de apoya en mi hombro.

—¿Todo bien?

Trato de sonreír pero lo único que logro es una mueca. Mis ojos se llenan de lágrimas a lo que él se alarma.

—¿Que te dijo?—Pregunta y puedo notar el enfado en su voz.

Trato de sonreir al notar que nada ha cambiado entre nosotros, se sigue preocupando por mi cómo siempre. Por más que estuvimos distanciados muchos meses, luego de que fuera a casa y habláramos pensé que las cosas iban a ser algo incómodas entre nosotros, pero eso nunca paso. Nada había cambiado, la amistad seguía igual que los primeros meses y se lo agradecía tanto pues sabía que a él también lo lastime con mi partida y nunca imaginé que volveríamos a ser lo que antes, pero estaba equivocado porque aquí estábamos; igual que siempre.

—Nada malo. —Aclaro pasando mis manos por mis ojos para borrar las lágrimas estancadas ahí.

—¿Entonces por qué lloras?

Alzo los hombros comenzando a caminar a la salida cuando noto muchas miradas sobre nosotros. Escuchó sus pasos seguirme por detrás.

Dejó salir un suspiro de alivio cuando el aire pega en mi rostro saliendo por fin de ahí, y volteo dando una última mirada al lugar donde nunca fui feliz, donde siempre tuve que fingir que era otra persona y que estaba bien con eso.

Él se pone a mi lado, su hombro rozando el mío. Siento sus ojos en mi perfil y entonces lo estoy mirando.

—Lloro porqué sabía que al salir de esa oficina lo estaba perdiendo todo.—Murmuró volviendo la vista al edificio mientras respondo su pregunta de minutos atras.—pero eso no me interesaría si tendría a Liam a mi lado, si haber roto ese contrato me daba la garantía que el iba a estar junto a mí, pero eso no paso, él no quiere saber nada más sobre mí, ¿entiendes?

I won't mind. ›ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora