TRAFICANTES

1

Miércoles.

-Ya casi llegamos hija, ¿Estás contenta?

Mi madre se casó con un empresario millonario, dueño de Games Wilson, es creador de vídeos juegos, él vive en California y por esa razón nos mudamos. ¿Quién no estaría feliz?

-Claro mamá- ella sonrió y dejó de hacerme preguntas.

Me llevo muy bien con ella, pero no soy lo que se dice la hija perfecta. Cuando mi padre nos abandonó yo ni siquiera había nacido, ella siente culpa de que no haya crecido con un padre y jamás me prohibió cosas y yo me aproveché de eso, por esa razón odio que me den órdenes o me digan que hacer, ya que nunca lo hicieron.

Hace dos años cuando cumplí los quince años, conocí gente más grandes que yo, me hice muy amiga de ellos y fue cuando ingresé a las fiestas, al alcohol, comencé a fumar, pero nunca probé las drogas. Fue la única vez que mamá me puso límites, pero no sirvió de nada.

-Llegamos Lola- sí, ese es mi nombre.

Bajé del auto que nos traía desde el aeropuerto y agarré mi maleta.

-Mierda- yo no puedo vivir aquí -Este lugar es increíble.

-Muchas gracias Lola- Thomas.

Mi madre se tiró en los brazos de su esposo y tenía una sonrisa inmensa en su rostro, hacía mucho que no la veía así, me encanta.

Yo por otro lado, observaba la casa mientras prendia mi cigarrillo. Mire hacia mamá y Thomas, ella me miraba con desesperación y él con asombro, no estoy fumando marihuana, no es para tanto.

-Sólo voy a pedirte que fumes fuera de la casa linda- puso su gran sonrisa, creo que nunca deja de sonreír este hombre -¿Si?.

-Claro que sí.

Ingresaron a la casa y yo me quedé a terminar mi cigarrillo, estaba tan metida en mis pensamientos que no había notado que estábamos en un lugar privado, estaba lleno de casas maravillosas, algo a lo que no estaba acostumbrada, nosotras teníamos lo suficiente para sobrevivir.

Terminé, tiré el cigarrillo al suelo, lo aplaste con mi pie para apagarlo por completo e ingresé a la casa. Esto es mucho mejor por dentro.

Había una sala enorme a mi izquierda, tenía un sofá blanco gigante, muebles de maderas y una gran tv, esté lugar sería genial para fiestas.

Más adelante se podía ver la puerta que daba a la cocina y lo único que vi de ella fue una puerta más atrás que daba al patio, ya iré a investigar, a mi derecha había una gran escalera que era lo que me interesaba, subí corriendo como una loca a tratar de encontrar mi habitación.

Si, tratar, esto es imposible hay mil puertas. Por suerte mamá y su nuevo esposo salieron de una y ella al verme sonrió más que antes ¿no le duelen las mejillas?

-Hija, ¿buscas tu habitación?- yo asenti, creo que era obvio -De eso me encargué yo, Thom me dio la oportunidad de llamar a un diseñador de interiores y modificarla para ti, ven.

Era la última habitación al final del pasillo, que hermosa privacidad.

Abrí la puerta de inmediato, odio el suspenso.

POR FAVOR.

Era una habitación completamente blanca, al entrar se podía ver una cama enorme con muchas almohadas, había pequeños sofás y un escritorio, también se podía ver el gran balcón que dejaba ver la parte trasera de la casa, quedé muy sorprendida, era algo que siempre había querido.

-¿Te gusta?

-Si mamá, es hermoso- por impulso la abracé, hacia mucho no lo hacía y al separarme vi sus ojos cristalizados- Gracias.

-De nada mi amor- ella besó mi mejilla con mucha ternura -Vamos a dejar que te acomodes y descanses.

-Está bien- estaba a punto de irse cuando noté algo -Mamá, ¿por qué hay dos puertas ahí?.

-Una es tu baño, el otro tu armario.

Baño propio, eso es genial

-No me hace falta armario, no tengo mucha ropa.

Sin decir nada me miró con picardía y se fue, rápidamente fui a mi armario.

Esto es una broma, era más grande que mi antigua casa, por un lado se encontraban los jeans, por otro lado había shorts, faldas, miles de remeras, ropa para hacer ejercicio y ¿vestidos?, nunca en mi vida voy a ponerme eso.

Era maravilloso, pero lo mejor de todo era la cantidad de zapatillas que había, al igual que zapatos pero eso no me intresa mucho.

Luego de observar todo detenidamente fui a ducharme y me puse mi nuevo pijama de seda, me acosté a mirar televisión, pero en menos de cinco minutos mis ojos empezaron a cerrarse.

Mañana voy a investigar este lugar.

-------------------------------------------------------
Habitación de Lola.