Mi madre se casó con un "maravilloso" hombre, como consecuencia tuve que mudarme a otra ciudad, lo cual no me molestó para nada.
▪Nueva ciudad.
▪Nuevos amigos.
▪Nuevos enemigos.
▪Nuevos peligros.
▪Fiestas.
▪Drogas.
▪Alcohol.
Y... ¿lo...
Me desperté por los insoportables golpes en mi puerta, son las nueve de la mañana y hoy no hay clases ¿por qué las personas vienen a molestar cuando no tengo que ir a la escuela?
Los golpes no cesaban y yo me estaba estresando, odio levantarme de mal humor.
Bajaba las escaleras con la mascarilla que uso para dormir, es una crema verde espantosa, pero me deja la cara hemosa, no pienso sacarmela porque seguro es Lola molestando.
-¡¿QUÉ?!- grito al abrir la puerta y me paralice -Mierda- volví a cerrar la puerta.
Cameron está aquí y yo estoy así. Voy a morir.
-Matt, si quieres me voy y regreso después- que hermosa voz tiene -Pero estás muy lindo con esa crema en tu cara.
Creo que voy a colapsar, no me puede estar pasando esto, todas las mañanas me pongo lo más lindo posible para impresionarlo y no me ve, ahora que estoy en pijama y con la mascarilla aparece en la puerta de mi casa.
-Disculpa, solamente me sorprendí- dije al abrir la puerta -Pasa.
Al entrar a casa su perfume exquisito invadió mis fosas nasales y yo me volví toda una loca.
Okey, me calmo.
-¿Qué haces aquí?- pregunté.
-Vine a ver como te despiertas por las mañanas, no te imaginaba con la cara verde- sonrió de lado y mis manos comenzaron a sudar de los nervios -La verdad vine porque necesito ayuda en matemáticas y Lola dijo que tu eres muy bueno.
-¿Lola?- pregunté y asintió.
Perra, no me avisó.
-Si quieres me voy- dijo él.
-No, no, no- respondí -Espera que voy a cambiarme.
Subí rapidamente a mi habitación, fui al baño, hice mis necesidades, lave mi rostro, me puse mi perfume favorito y fui a cambiarme, me puse una remera gris y unos pantalones elepants para estar cómodo.
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