TRAFICANTES

33

VUELVO A PUBLICAR ESTE CAPÍTULO PARA AQUELLAS QUE NO PUEDEN LEERLO, OTRA COSA NO SE ME OCURRE. ESPERO SE SOLUCIONE.

Lunes.

Ayer fue un día increíble, no puedo creer lo bien que se llevan Nicholas y Kate. Los cuatro nos divertimos mucho, me hace muy bien tener a estar personas en mi vida.

Me encontraba durmiendo con Liam, igual que todas las noches, pero debía ir a la habitación de huéspedes a despertar a Kate, ella comenzaría las clases aquí.

Cuando me dijo que iba a quedarse, llamé a mamá y Thomas automáticamente logró que la dejen ingresar, por suerte mamá me compró varios uniformes.

-Despierta amor- besé su frente y me acomode un segundo más a su lado, él me cubrió con sus grandes brazos.

-Creo que no hay manera más linda de despertar.

-Opino igual- respondí, pero me levanté -Tenemos que ir a la escuela y yo tengo que despertar a Kate.

Fui a mi armario, me puse mi uniforme y fui a despertar a mi amiga.

-Ya despierta dormilona- dije entrando a su habitación, pero no estaba.

Bajé al comedor y me llevé una gran sorpresa, Nicholas se encontraba desayunando con ella y se los veía muy felices.

-¿De qué me perdí?- hablé sentandome al lado de Kate, ya que estos estaban frente a frente.

Habían acomodado el desayuno de Liam y el mío.

-Parece que nos hicimos buenos amigos.

-Eso dice ella- dijo Nicho -Yo estoy en mi momento de conquista, va a enamorarse de mi, todos lo verán.

Reímos a carcajadas por las ocurrencias de mi amigo y mi precioso novio se unió a nosotros.

Desayunamos todos juntos y fuimos a la escuela.

Al llegar, las miradas estaban puestas en Kate, cada paso que dábamos era una mirada más hacía ella.

Me causó gracia ver la cara de Nicholas, se podía ver el enojo que tenía y aunque el podría haber agarrado su cintura o su mano, igual que lo hace Liam conmigo, para que nadie la mire, no lo hizo, la respetó.

Nosotros fuimos a nuestra clase y ellos a la suya.

-¿Nicho no te gusta ni un poco?- pregunté.

-Claro que sí, es lindo, pero yo no voy a enamorarme de nadie, tu lo sabes.

-Hola mis pequeñas- Matt se acercó y nos abrazó, los tres teníamos la misma clase.

Kate estaba sentada junto a mi y Matt detrás de mi, el chico nuevo que conocimos la otra vez ingresó y se sentó junto a Matt, podrán imaginar su rostro.

-Hola- nos sonrió a todas.

Creo que Matt va a sufrir algo, parece hipnotizado igual que Kate.

Ojo niña donde te metes.

-Soy Kate, creo que no nos conocemos- sé lo que intenta hacer.

-Soy Cameron, podemos conocernos.

(...)

La clase llegó a su fin, el chico nuevo y mi amiga no dejaron de coquetear en toda la hora, fuimos a almorzar y ella seguía conversando con él.

No quiero ver la cara del pobre Nicholas, demasiado que ya veo la de Matt, voy a matarla.

Llegamos hasta los chicos donde siempre están sentados y fui directo a mi novio para saludarlo.

-Te extrañé- dijo en mi oído, luego me besó.

Vio detrás de mi y su cara cambió de dulce a enojada.

-¿Qué hace él aquí?- preguntó.

-No viene conmigo, viene con Kate.

-¿Pero ella no se ve con mi amigo?- preguntó.

Yo solo levanté mis hombres en señal que no sabía.

Nicho todavía no había llegado y no quiero ver ese momento.

-Deberías irte- le dije al nuevo.

Ella me miró enojada.

-¿Cuál es el problema de que se quede aquí?

-El problema es que con nosotros no puede estar cualquiera- habló Liam.

Su voz de enojo hizo que Kate cambie su cara de superioridad, él puede dar miedo a cualquiera.

-Está bien, nos sentamos en otro lugar.

Y así lo hicieron, pero en la mesa de al lado.

Comenzamos a comer y tiempo después apareció Nicholas, en sus manos traía una caja de bombones y una gran sonrisa, que desapareció al ver lo que todos veíamos.

Ella lo miró, vio sus manos, miró su rostro y su sonrisa desapareció por unos segundos, pero volvió al momento en que lo ignoró y siguió hablando con el nuevo.

Mi amigo tiró los bombones a la basura y se retiró nuevamente.

Me destrozó el corazón.

-Siempre hace lo mismo- iba a hablar con ella, pero Liam me detuvo.

-No- dijo -Dejala, luego le hablas.

Comimos en silencio, nadie hablaba y el enojo invadía todo mi cuerpo hasta que otro mensaje llegó.

Mensaje desconocido:

X: me encanta ver el sufrimiento de todos tus amigos, ya comenzará la cuenta regresiva.

Ambos nos paramos y miramos hacia todos lados para ver quién podría estar mandando el mensaje, pero todos tenían un celular en sus manos, nos vamos a volver locos.

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Perdón por tardar tanto, creo que el final se está por acercar,pero todavía falta.

Espero que les guste y gracias por votar y comentar, las amo 💓

M.