(Maratón 2/2)
Narrado por Liam:
-¿Me trajiste a la playa?- habló al segundo de parar el auto -Que romántico.
Entendí perfectamente su sarcasmo.
-No te ilusiones- respondí -Sólo te traje aquí porque no van a buscarnos en este lugar.
Suspiró.
-Hablando de eso- continuó -Quiero que me expliques todo, tengo muchas preguntas.
Lo pensé y tal vez si le decía todo se alejaría de mi y de mi mundo, tal vez yo le daría miedo y me respetaria como los demás.
-Voy a contestar todo, pregunta.
-¿Por qué todos te temen?- preguntó.
-Voy a responder, pero no te bajes del auto cuando lo haga, ¿okey?- asintió -A los once años perdí a mis padres, cuando eso sucedió Thomas me adoptó, yo abandoné la escuela durante dos años y regresé cuando tenía trece, ahí conocí a Jack y a Nicholas. Ellos eran de la zona más pobre de la ciudad, pero yo estaba encantado de estar ahí, crecí en ese lugar.
Movió su cabeza para que continúe, jamás le conté a nadie como ingresé a esto.
-En ese lugar había muchas personas peligrosas, cuando cumplí diecisiete años y ellos quince nos unimos a algo muy peligroso.
-¿A qué?.
-Déjame continuar niña- articuló un "perdon" con su labios -Nos unimos a una banda de traficantes Lola, es una gran mafia todo el lugar donde nos movemos. Nuestro jefe se encariño mucho con nosotros, pero más conmigo y antes de morir pidió que yo me hiciera cargo de todo, soy el jefe del tráfico en California y somos temidos y muy respetados en todo el país.
-No puede ser- habló casi con sus susurro, sus ojos estaban más grandes de lo normal -¿Por qué si son temidos por todos hoy apareció esa gente?.
-Mi jefe tenía un gran amigo, Marshall, al no elegirlo a él se volvió loco y le prohibí la entrada a California, pero volvió por venganza y eso va a tener.
-Necesito aire- bajó del auto y la seguí.
-¿Nunca haces caso?- pregunté, esta chica camina rápido -Te pedí que no te bajaras del auto, pudieron seguirnos.
-ME IMPORTA UNA MIERDA- gritó y paró frente a mi -Ahora entiendo porque me dabas órdenes, eres un maldito traficante y por tu culpa van a matarme.
-Ya basta Lola.
-No- no dejaba de gritar -Eres un imbécil, me metiste en peligro, me trataste de zorra, te acostaste conmigo- volvió a repetirlo como si le doliera recordarlo -Te acostaste conmigo imbécil, no pude haber perdido mi virginidad contigo.
Se paró en seco y cubrió su boca y yo no entiendo nada.
La tomé de los brazos.
-¿Te puedes calmar?- su respiración estaba agitada, tenía los brazos cruzados sobre sus pechos y evitó mirarme -Jamás voy a dejar que algo te pase Lola.
No sabía si terminar con la broma o no, pero creo que era lo correcto, ahora entiendo porque se había puesto así cuando le dije que me acosté con ella.
-Me alegro- respondió sin expresión-Ahora quiero irme.
Se soltó de mi agarré y caminaba hasta el vehículo.
-Jamás me acosté contigo Lola- frenó, pero no giró -No me aprovecharía de ti, sólo lo hice porque estabas ebria y me dijiste amargado, fue una broma.
Su cabeza giró como la chica del exorcista y comenzó a correr hacía mi, lo cual yo hice en sentido contrario a ella.
-Idiota- gritaba y me daba más risa -Asqueroso, eso es lo que eres.
Logró alcanzarme y se subió a mi espalda, por la sorpresa caí y mi cara chocó contra la fría arena. Ella golpeaba mi espalda y yo no dejaba de reír, lo que la enfurecia más.
-Ya, me rindo, te pedí perdón- los golpes pararon y me giré para mirarla.
Sus piernas estaban a cada lado de mi cuerpo, su vestido corto vestido estaba un poco subido pero creo que no lo notó y aprovechandome agarré sus lindas piernas.
-Nunca más vuelvas hacer esa broma- cubrió sus ojos con las manos -No puedo creer que confesé ser virgen.
-Yo no puedo creer que lo seas- ahora fue ella quien rió.
-Imbécil.
-Aunque es una de mis posiciones favoritas, no creo que sea conveniente para una primera vez, te lastimaria.
Al vernos sus mejillas tomaron un color rojizo, estaba oscuro, pero lo noté porque la luz de luna daba justo en su rostro. Se paró y acomodó su vestido.
-Creo que debemos irnos- dijo.
-Sí niña, mejor vamos.
Me saqué mi abrigo de cuero que llevaba y se la di.
-Ahora eres todo un caballero.
-No puedo hacer nada lindo por ti, devuelveme el abrigo.
-Ni lo sueñes, estoy muriendo de frío.
Subimos al auto, lo prendí y comencé a conducir, al poco tiempo ella se acurruco con mi campera y sus ojos comenzaban a cerrarse, yo por otro lado tenía una sonrisa estúpida en mi cara la que me encargué de quitar rápidamente.
-Hoy no fuiste nada amargado niño.
Y la sonrisa idiota volvió.
-------------------------------------------------------
Amé este capítulo, espero que ustedes también.Voten y comenten, las amo 💜.
ESTÁS LEYENDO
TRAFICANTES
RomanceMi madre se casó con un "maravilloso" hombre, como consecuencia tuve que mudarme a otra ciudad, lo cual no me molestó para nada. ▪Nueva ciudad. ▪Nuevos amigos. ▪Nuevos enemigos. ▪Nuevos peligros. ▪Fiestas. ▪Drogas. ▪Alcohol. Y... ¿lo...